Navidad en una residencia de Granada: "Estamos muy bien atendidos"

Durante estas fechas las familias se reúnen, sin embargo muchos mayores prefieren no abandonar sus nuevos hogares

Residencia mayores Fraileopoldo
José Luis Montero, coordinador de rehabilitación junto a residentes | Foto: GD
Natalia López
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Una gran escultura realizada por Ernesto Knorr preside la entrada de la Residencia Fray Leopoldo, una de las primeras de Andalucía en recibir la vacuna frente al Covid-19. Una imagen que representa la figura del Beato fraile limosnero tan conocido y querido por sus vecinos en Granada. Curiosamente, se hace difícil no tener fe cuando se habla de este hogar de mayores, puesto que fue la última residencia de Granada en contagiarse de un brote de coronavirus.

Aunque todo en esta vida no puede sostenerse por creencias, pues sus trabajadores se mantuvieron firmes y sin miedo durante la primera ola de Covid-19 a pesar de que 16 personas perdieran la vida a causa de la enfermedad. Mientras que la mayoría de la población intentaba no hundirse en la monotonía durante la cuarentena, los sanitarios, psicólogos, terapeutas, cocineros y limpiadores intentaron hacer un hogar fuera de sus casas para los cien residentes del Beato.

Más de 91 días fueron los que tuvieron que pasar los ancianos sin salir de sus habitaciones, siendo ellos el único contacto del exterior. Carmen Rodríguez, primera enfermera en vacunarse de la residencia, explica que “la mayoría de nuestros residentes llevaban mucho tiempo sin ver a sus familiares y la única esperanza era vacunarse”.

Vacunación en el centro | Foto: GD

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de ancianos fallecidos en residencias a nivel nacional durante toda la pandemia aumentó un 33,7% respecto al año anterior (hubo 18.463 más). Estas defunciones fueron más acentuadas durante los meses de marzo y abril de 2020. En ambos meses el número de fallecidos aumentó un 201,4% en residencias. La Navidad ha llegado y existe la posibilidad de pasar unos días fuera, pero muchos mayores han decidido pasar esta época del año en su segundo hogar.

“Solo hay uno o dos de ellos que han decidido irse a sus casas por Navidad” afirma la enfermera. Esta decisión no es peculiar, ya que al contrario de lo que muchos quisieron representar, las residencias siguen siendo un lugar seguro para nuestros mayores.

“Es un sitio más seguro, ya que a los trabajadores nos obligan a tener un control frente al coronavirus”, recalca José Luis Montero, coordinador de rehabilitación. Sin duda, un control con recursos disponibles, al contrario de aquellos que no pertenecen al personal sanitario, puesto que Granada carece actualmente de test de antígenos en sus farmacias. “Muchas familias no van a saber con qué están cenando”, lamenta el coordinador.

Navidades en una residencia

Navidad es un día especial independientemente de la edad que uno tenga, pero en la residencia Fray Leopoldo se vuelve un día lleno de cuidados. “Son días con comidas especiales y abundantes”, comenta José Luis. Teatros y colegios de Granada también visitaban con asiduidad las puertas de Fray Leopoldo antes del Covid-19 para abrazar en estos días a sus abuelos. Las actividades que se realizan son talleres de películas, concursos de villancicos y pasapalabras navideños. Todo con tal de conseguir un espíritu vivo para estas personas, que a pesar de tener años, siguen queriendo más y más. En estas fechas todo es posible, incluso los reyes magos visitan estas estancias dejando regalos para los residentes. Unos presentes personalizados por género, de los cuales se hace cargo económicamente la residencia.

"Estamos muy bien atendidos"

Aurora Leiva es una residente de Fray Leopoldo que pasó la cuarentena y la Navidad encerrada en su cuarto, como el resto de sus compañeros, debido al aumento de contagios en el exterior. “Había mucho miedo,, pero yo no tuve temor a vacunarme”, recuerda Aurora. Ella, como tantos otros, ha decidido no abandonar la residencia en estas fechas. “Tengo ganas de celebrar la Navidad aquí porque estamos muy bien atendidos”, responde mirando a su cuidadora.

El año pasado muchos ancianos contagiados pasaron estas fiestas en el hospital, como cuenta Carmen Gutiérrez: “Pase la Navidad encamada y esta es la primera vez que me quedo aquí y lo prefiero”. A pesar de ser unas fiestas que se caracterizan por la unión familiar, las residencias se mantienen completas en estas fechas. Los trabajadoras y trabajadores se convierten en segundos familiares para estas personas, pues son ellos quienes, incluso en una pandemia, convierten esta fiesta, como dice la canción, en una 'dulce navidad'. 







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