Lidia Ramos, la primera gran presidenta del granadinismo

Los ‘You’ll Never Drink Alone’ están comandados por esta rojiblanca incondicional

Entrevista a Lidia presidenta de la preña Granadinista YNDA
Lidia Ramos posa con la bufanda del X Aniversario YNDA | Foto: Antonio L. Juárez
Avatar for Manuel Ruiz Pérez @manuelruizgrxManuel Ruiz Pérez @manuelruizgrx
0

Lidia Ramos es la presidenta de los ‘You’ll Never Drink Alone’, una de las tres asociaciones granadinistas que reúne a 140 abonados del Granada CF. Es la primera mujer que dirige la asociación en sus recientemente cumplidos diez años de historia.

Una de las caras conocidas en el Fondo Sur de Los Cármenes y una de esas fieles a las que no le tiembla el pulso a la hora de subirse a un autobús durante varias horas para cruzarse el país y defender la rojiblanca horizontal en cualquier estadio.

Hemos charlado con ella sobre su presidencia, sobre los ‘YNDA’ y, por supuesto, sobre el Granada CF:

¿Desde cuándo es ‘You’ll never’?

Entré en 2013 en la asociación, que por entonces era todavía peña. Nos constituimos como asociación para ser algo más independientes, gestionar los viajes por nuestra cuenta y demás.

¿Y desde cuándo es abonada al Granada CF?

Soy abonada desde el ascenso a Segunda, en 2010, que es cuando empecé a tener algo de poder adquisitivo para permitírmelo. Aficionada al Granada lo he sido siempre: iba al antiguo Los Cármenes y recuerdo ir de pequeña a ver un Poli Ejido – Granada en el que perdimos. Una vez que entra el ‘gusanillo’…

¿Qué beneficio tiene ser miembro de YNDA?

En cuanto a entradas, ninguno. En total, somos 140 personas y, por ejemplo, para el próximo viaje a Sevilla en enero, no tendremos entradas ni para la mitad de nuestros asociados. El único beneficio es que organizamos el viaje entre nosotros y podemos decidir horarios, empresa de viaje, etc. Tenemos diez o quince personas en lista de espera para entrar en la asociación la temporada que viene. El único requisito es ser abonado del Granada CF y ser avalado por dos miembros de la asociación.

¿Cómo empieza el reto de ser la primera presidenta de la ‘You’ll Never Drink Alone’?

Todo nace cuando Vicente (Ortiz) quiere dejar el cargo y me lo propone. Al principio yo no quería, porque exige mucho trabajo. Desde fuera puede parecer fácil, pero hay que gestionar mucha gente, mucho papeleo, dinero, viajes y todo lo que ello conlleva. Por poner un ejemplo, este año hemos vendido 1.700 décimos de lotería de Navidad, lo cual exige una responsabilidad importante. Además, hay que tener mucha mano izquierda y echarle muchas horas aparte de tu vida laboral. El caso es que, al final, terminaron por convencerme y decidí hacerlo, entre otras cosas, porque tengo una directiva que trabaja y me ayuda muchísimo con todo.

¿A qué se dedica y de dónde saca tiempo?

Soy esteticista. Por suerte, como decía, la gente de la directiva es muy competente, aporta idea y se mueve mucho. Lo más duro de esto es al principio de temporada, cuando tenemos que organizar todo el papeleo, el tema de abonos, la documentación con el club, etc. Si hay dinero de por medio, hay preocupación extra, claro.

¿Hasta cuándo se alarga su mandato? ¿Qué retos se plantea?

No hay margen de tiempo, este año hemos hecho elecciones y hacía mucho tiempo que no se habían hecho. El principal reto es seguir con la filosofía YNDA. Cuando yo entré, lo hice porque me encantaba esa filosofía, somos una familia grande y nuestra razón de ser es seguir apoyando incondicionalmente al Granada CF. Queremos crecer todo lo que podamos, no en cuanto a gente, sino en cuanto a objetivo, estar presentes y echar un cable.

Se han mejorado las relaciones con aficiones con las que antaño había un vínculo complicado…

Sí, nuestra filosofía es ‘fútbol sí, violencia no’. Intentamos llevarnos bien con todas las aficiones, sobre todo con las andaluzas, aunque anteriormente haya habido ‘mal rollo’. Estamos hermanados con peñas de Málaga, Sevilla y Córdoba. Nunca hemos tenido ningún problema de violencia, por eso tenemos bastante cuidado con la gente que entra en la Asociación. Si alguien diera el más mínimo problema, estaría fuera.

¿Qué tal es la relación con el Granada CF?

Muy buena. Por ejemplo, en el acto de inauguración nos dijo Antonio Fernández Monterrubio que quería conocernos más. Cuidan bastante el llevarse bien con la afición.

¿Qué diferencia a un ‘You’ll never’ de otro aficionado del Granada CF?

El sentimiento hacia el club es el mismo, lógicamente, pero sí tenemos un gran sentimiento de pertenencia a la Asociación, la llevamos por bandera. Tratamos de transmitir buen rollo allá por donde vamos. Si tanta gente quiere entrar es porque ve lo bien que nos lo pasamos.

¿Mejora con su presencia el papel de la mujer en el fútbol?

Creo que sí, pero no debe mirarse que seas mujer o no. A veces se escuchan comentarios como “qué sabrás tú de fútbol” y cosas así. Si hay una mujer dirigiendo, debe servir para que se vea que no es un mundo exclusivo de hombres, porque puede haber mujeres que entiendan tanto o más que ellos sobre fútbol. Nunca me he visto discriminada por ser mujer y siempre he ido al fútbol tanto con mujeres como con hombres. Como anécdota, me acuerdo una vez en Los Cármenes que dos hombres mayores me dijeron que me estaban escuchando y que sabía más de fútbol que muchos hombres. En mi casa se ve fútbol desde que soy pequeña y es una cuestión de que te guste el deporte y el sentimiento hacia el club. Incluso, yo jugaba también jugaba al fútbol de pequeña.

¿Cómo ve al equipo ahora mismo?

Con las bajas, la cosa está más fastidiada, ya solo faltaba lo de Quini. A ver si en invierno reforzamos algo. Pero al equipo lo veo bien, compite y no se achanta ante ninguno; siempre hemos dado la cara. Son ya 24 puntos y al inicio no se esperaba ni este puesto ni estos puntos a estas alturas. El presupuesto es el que es y somos recién ascendidos, pero está siendo espectacular. Jugando así, la permanencia la doy por hecha. Muy mal se tiene que poner la cosa para que el equipo deje de pelear.

 ¿Cuál es el peor recuerdo que guarda como aficionada al Granada CF?

El partido en el Pizjuán el año que descendimos. Nos vinimos todos abajo porque ya sí nos veíamos en Segunda. Nos volvimos con una pena enorme porque no jugaban a nada y no demostraban querer tirar del carro, era pura impotencia. Esa es la diferencia con el equipo actual, que puede ganar o perder, pero tal y como pelea, siempre estás orgulloso.

¿Y el mejor?

Probablemente, el viaje a Anoeta en 2015. Es el mejor viaje que hemos hecho. Nos pegamos una paliza, pero volvimos con los tres puntos y ya pensábamos que estábamos salvados -se certificó en la última jornada con un empate a 0 contra el Atlético de Madrid-. También fue inolvidable el gol de Adrián Ramos en Albacete.







Se el primero en comentar

Deja un comentario