La oposición inicia el procedimiento para denunciar en el TC la "rebeldía" del Gobierno frente al control del Congreso

El PP replica que todo es "teatro y humo" para ocultar la victoria de Rajoy en las generales

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Imagen de archivo del Congreso de los Diputados | Autor: Archivo GD
E.P
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El Pleno del Congreso, con el apoyo de todos los grupos de la oposición, ha aprobado este miércoles el inicio del procedimiento para denunciar en el Tribunal Constitucional la negativa del Gobierno en funciones a someterse a control parlamentario, una actitud que tachan de "rebeldía".

En concreto, la Cámara baja ha acordado, con la oposición del PP, plantear un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional al considerar que, al negarse a ser controlado, el Ejecutivo del PP está vulnerando competencias que corresponden al Parlamento. de momento, ya hay dos ministros que se han negado a comparecer en el Congreso (Ana Pastor y Pedro Morenés), y este jueves se prevé el tercer 'plantón', en este caso del titular de Interior, Jorge Fernández Díaz.

El escrito está firmado por los grupos parlamentarios del PSOE, Podemos, Ciudadanos, Esquerra (ERC), Democràcia i Llibertat (DL), el PNV y Mixto --todos salvo el PP-- que representan dos tercios de los diputados de la Cámara.

Según el portavoz socialista, Antonio Hernando, ha sido el Gobierno del PP quien ha "empujado" a iniciar este procedimiento y cree que "es un mal día" para la democracia pues "la rebeldía declarada por el Gobierno pone en cuestión el cumplimiento de la Constitución" y la vulnera el principio de rendición de cuentas.

¿A QUÉ TIENEN MIEDO?

Igualmente, el secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón, ha cuestionado que el Gobierno se considere "legitimado" para "regatear" la democracia parlamentaria "deteriorando" así la calidad democrática del país, y le ha acusado de actuar como unos "antisistema": "Antisistema son los poderosos sin control y sin rendición de cuentas alguna", ha dicho, preguntando al Gobierno a qué tiene miedo y por qué no "confía" en la democracia y se da una oportunidad para terminar su mandato "con dignidad".

Desde Ciudadanos, su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, ha tachado de "inadmisible" que el Gobierno no rinda cuentas a un Parlamento que está "en plenas funciones", le ha acusado de haber "cogido el gusto" al "descontrol" y ha recalcado que mantendrán el conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional mientras sigan "pisoteando" la división de poderes, "ignorando" la lógica y "despreciando" el derecho.

El portavoz de Esquerra (ERC), Joan Tardà, por su parte, no considera "sorprendente" la actitud del PP, pues cree que figura en "su AND", pero también achaca déficits democráticos a los socialistas en anteriores legislaturas.

CINTURA POLÍTICA DE ELEFANTE

Asimismo, el diputado convergente Jordi Xuclà, de Democràcia i Llibertat (DL), ha criticado "la cintura política de elefante" del PP al negarse al control parlamentario y ha recordado que, desde "primero de Derecho", se sabe que todo Gobierno está obligado a dar cuentas ante el Parlamento de lo que hace. "Se han metido en un jardín indescriptible", ha comentado.

Por el PNV, Mikel Legarda ha lamentado que el Gobierno del PP, al que acusa de "fraude constitucional", haya forzado este conflicto institucional que quiebra principios constitucionales y que afecta a la división de poderes. "Esa posición es inaceptable --ha subrayado--. Estamos escandalizados por la elusión del control, que es la esencia del sistema parlamentario".

El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha querido dejar claro que el objetivo del escrito, al contrario de lo que defiende el PP, no es "electoralismo", sino "responsabilidad con los electores". "Una parte de nuestro trabajo es el control al Gobierno, que sigue tomando decisiones aunque esté en funciones", ha dicho.

MESES SIN CONTROL

En la misma línea se ha manifestado la diputada de EH Bildu, Onintza Enbeitia, y el representante de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, quien ha señalado que es "una anomalía democrática gravísima" que un Gobierno en funciones no quiera rendir cuentas ante el Congreso y ha mostrado su preocupación por que esta situación se mantenga durante más de diez meses en caso de que se repitan las elecciones.

De su lado, la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, considera "una broma de mal gusto" la negativa del Gobierno de someterse al control parlamentario porque aunque está en funciones, "no está de vacaciones", le ha acusado de "vulnerar" la ley y de "faltar el respeto" a la sede de la soberanía nacional y le ha pedido que atienda el requerimiento de la Cámara. "No demos más espectáculo", ha enfatizado.

Frente a la catarata de críticas, el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha insistido en que "un Gobierno en funciones no puede ni debe estar sometido al control de una Cámara que no le ha otorgado la confianza", si bien ha garantizado que ello no implica que el Ejecutivo no deba informar a la Cámara, cosa que a su juicio ya se hace, como lo demuestra la comparecencia de este miércoles del propio presidente Mariano Rajoy.

EL PP SÓLO SUMA A SUS SOCIOS ELECTORALES

Para el PP, el empeño por organizar sesiones de control al Gobierno sólo busca desgastar al PP: "Son sus actos los que desvelan sus verdaderas intenciones. Allá cada uno con su responsabilidad", ha dicho, advirtiendo a la oposición de que, aunque gane la votación, "no por ello tienen asegurada la razón". A su juicio, todo es "teatro y humo" para ocultar "la realidad de los votos".

El PP sólo ha encontrado algo de comprensión en su socio electoral de Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyo diputado Carlos Salvador también es partidario del control al Gobierno pero ha preferido abstenerse porque considera que el PSOE no es "sincero". Y el aliado asturiano, Foro, también ha votado en contra del recurso, aunque no ha intervenido.







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