La gran afluencia de vehículos colapsa el acceso al cementerio
Retenciones de casi una hora para llegar al campo santo desde los túneles del Serrallo | Se ha reforzado la frecuencia de paso en las líneas C4 y C7 durante las horas de mayor afluencia
En el Día de Todos los Santos los granadinos quieren recordar a sus seres queridos que ya no están en este mundo. La tradición de hacerlo este día provoca una gran afluencia en el campo santo. Y es que, la avenida Santa María de la Alhambra ha experimentado en la mañana de este miércoles un caos circulatorio difícil de controlar. Desde los túneles del Serrallo, hasta llegar a la puerta del cementerio, se ha tardado casi una hora en realizar el recorrido en vehículo. Un hecho que ha provocado que mucha gente se dé la vuelta con su coche en mitad de la vía, ante la desesperación de no avanzar, e incluso se ha podido ver a personas que han optado por aparcar su vehículo en el arcén, para subir andando la larga y empinada cuesta que hay.
Los autobuses también han reflejado la gran asistencia de personas al recinto. Las paradas de mostraban a rebosar y en el interior del transporte público no cabía un alma. De todos modos, la continua circulación de autobuses ha generado una cierta normalidad en el servicio, obviando el denso tráfico de la zona. El Ayuntamiento de Granada ha reforzado la frecuencia de paso en las líneas C4 y C7 durante las horas de mayor afluencia. También, se han establecido controles de agentes de la Policía Local en los cruces de acceso al cementerio para agilizar el tráfico rodado. Eso sí, el parking gratuito de la Alhambra, que se ha habilitado para este día, ha funcionado con bastante eficacia dado el gran número de personas que llegaban.
Personas esperan el autobús en la parada del cementerio
Los que no han notado el repunte de personas que quería subir al campo santo han sido los taxistas. "La mañana está muy floja. Habrá que echar la jornada entera para sacar algo de dinero. Ayer por la noche había mucho más meneo con el tema de Hallowen", comenta Javier, un joven taxista que duda si le ha merecido la pena la carrera hasta el lugar por el tiempo empleado.
El cementerio muestra gran tránsito de personas
Otro caso bien distinto es el de los vendedores de flores, que hacen su particular agosto, aunque confiesan que sólo se ha notado hoy, que nadie ha tenido la previsión de subir el fin de semana anterior. De todos modos, escoja autobús, taxi o vehículo privado, sepa que se tendrá que armar de paciencia durante el camino al cementerio.
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