‘La Escuela Granadina de Guitarreros’, un libro lleno de música y tradición

El histórico Palacio de los Condes de Gabia, situado en el barrio del Realejo, en el centro de Granada, ha sido el enclave escogido para presentar el libro ‘La Escuela Granadina de Guitarreros’, un acto literario lleno de música y de la más pura tradición artesana.

Las cerca de cien butacas con las que cuenta el recogido salón de actos de este caserón de principios del siglo XIX no han sido suficientes para albergar a todos los amantes del mundo de la guitarra que han asistido al evento. Muchos han sido los que, amablemente, han preferido sentarse en los pasillos para así poder ceder su asiento a niños y ancianos.

Y es que pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar de primera mano el testimonio de los maestros guitarreros de Granada, un colectivo de artesanos con la destreza necesaria para elaborar las mejores guitarras del mundo; aquellas capaces de reflejar el alma y el arte de los grandes guitarristas.

"DIGNIFICAN ENORMEMENTE ESTA TIERRA"

“Esta profesión requiere constancia, sacrificio y humildad. Es un oficio que amamos todos los que nos dedicamos a él”, ha comentado Juan Miguel Carmona, uno de los guitarreros artesanos más conocidos de Granada. “Debemos tener en cuenta que cada guitarra es un instrumento extremadamente personal e íntimo, pues será la encargada de expresar las emociones y sentimientos del artista”, ha añadido.

Por su parte, el también guitarrero Alberto Cuéllar, afincado en China desde hace ya más de seis años, ha relatado como en una pequeña ciudad situada entre Pekín y Shangai, los ciudadanos habían oído hablar de Granada no por la Alhambra, sino por la fama de Antonio Marín Montero, un célebre artesano fabricante de guitarras de la capital nazarí. “Los guitarreros dignifican enormemente esta tierra”, ha afirmado orgulloso.

El acto, al que también han asistido José Torrente, Diputado Delegado del Área de Cultura y Patrimonio de la Diputación de Granada, y John Ray, guitarrero y coordinador del libro, ha concluido con un concierto a cargo de los guitarristas David Martínez y Juan Habichuela (nieto). Un perfecto broche final para una velada artística insuperable.