Joaquín León: "Cuando esta crisis acabe habrá que reinventarse para poder recuperar el negocio perdido"

Este cofrade y empresario de la hostelería considera que “ya nada será igual después de todo esto y las hermandades también se verán afectadas”

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Joaquín León, durante su entrevista con Juanjo Ibáñez | Edición vídeo: Javier Gea
Juanjo Ibáñez | @bomarzo
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“Nosotros ya lo vimos venir y adelantamos un día el cierre antes de la declaración del estado de alarma”. Así lo ha contado Joaquín León durante la entrevista en directo mantenida a través del canal de Instagram de GranadaDigital. León, además de hermano de la cofradía de la Soledad de Nuestra Señora, con sede en la iglesia de Santo Domingo, regenta un viejo negocio familiar, anclado en el corazón de la Granada más antigua y que lleva por nombre un apellido que lo es todo en el mundo cofrade local. El bar León es toda una institución por la que pasan las generaciones, pero no los años. Como el resto del mundo hostelero granadino, ha sido sacudido por la COVID 19, provocando una crisis “muy dura”, aunque como él mismo dice, “a lo largo de toda nuestra historia hemos pasado momentos buenos, malos y regulares, y siempre hemos conseguido sobrevivir”.

El bar León puede ser la metáfora perfecta de lo que la suspensión de las salidas procesionales ha podido significar para el sector hostelero en Granada. “La Semana Santa supone para nosotros un tercio de los ingresos anuales”, que se dice pronto, por lo que añade, “de alguna manera tendremos que suplir lo que no hemos podido cubrir estos días de cierre y si hay que reinventarse, pues se hace. De hecho, ya estamos pensando la posibilidad de servir comida a domicilio. Lo que haga falta para que podamos mantener el empleo en nuestra casa, que es una de nuestras prioridades”.

El León organiza cada año la presentación de uno de los carteles anunciadores de nuestra Semana Santa más veteranos. Año a año, una hermandad granadina protagoniza la fotografía. En esta ocasión, ha sido la Soledad del Calvario, titular mariana de la cofradía del Santo Sepulcro, que sale el Viernes Santo desde Santa Ana, en Plaza Nueva. La presentación de la edición del 2020 fue el 10 de marzo, cuatro días antes de la declaración del estado de alarma por el Gobierno de España. “Fue uno de los últimos actos de esta Cuaresma recortada por el confinamiento”, ha dicho León, quien afirma que en el bar se quedó parte de la edición que regalamos a la hermandad protagonista. Preguntado por la edición del año próximo afirma que las bases aclaran que la foto ganadora puede tener una antigüedad máxima de 2 años, “con lo que podemos salvar el cartel de 2021”.

La incertidumbre es ahora mismo la sombra más importante para esta familia, siempre unida a la hermandad conocida popularmente como de la Cañilla, con la que, Joaquín nos ha contado, ha podido vivir su particular estación de penitencia, a pesar de no haber salido a la calle por la suspensión de las procesiones. “Con mi medalla al cuello desde por la mañana, y una vela encendida en casa, intenté revivir los momentos que me regala cada Martes Santo mi hermandad. Es verdad que cuando se vive la cofradía durante todo el año, el hecho de no salir puede suponer un contratiempo menos duro, pero no deja de ser un palo no salir. De todas maneras, todo esto nos está dejando muchas enseñanzas, y una de ellas es la de dar a conocer hacia fuera esa parte social de nuestras hermandades”. En cualquier caso, Joaquín León, haciendo gala de la sabiduría que otorgan años de experiencia detrás de una barra castiza, afirma que “nada volverá a ser igual después de esto, y las cofradías no se van a quedar al margen”.







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