Investigan a un varón que fingió su propio secuestro y lo denunció

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a un varón de 20 años sin antecedentes policiales anteriores a estos hechos como presunto autor de haber denunciado la simulación de su propio secuestro. Las investigaciones policiales determinaron que el secuestro no había ocurrido y el varón ha sido investigado por simulación de delito.

El joven, que reside como estudiante en Granada, se personó en la Comisaría de Distrito Sur de Granada para denunciar que cuando caminaba por la vía pública por la noche, había sido secuestrado por tres individuos que lo habían introducido en una furgoneta en la que le sustrajeron el dinero que llevaba, su teléfono móvil, su cartera y las tarjetas de crédito, seguidamente lo maniataron y le vendaron los ojos para trasladarlo hasta una nave donde lo sentaron en el suelo contra una pared. También manifestó que le amenazaron para que les facilitara los números pin de las tarjetas de crédito, que no llegó a darles. Finalmente y tras permanecer encerrado durante varias horas, los secuestradores, que mantenían ocultos los rostros con pasamontañas, lo liberaron y huyó a pie del lugar.

Secuestro inventado

Los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la Comisaría de Distrito Sur iniciaron las investigaciones para esclarecer los hechos denunciados y obtuvieron indicios de que el hecho denunciado no había sucedido.

Al parecer el joven habría salido por la noche y tras ingerir diversas bebidas alcohólicas habría echado en falta sus efectos desconociendo el modo y el lugar y habría inventado su secuestro para no defraudar a sus padres, cometiendo de este modo un delito de simulación de delito.

La Policía Nacional alerta del incremento de denuncias falsas, relacionadas sobre todo con supuestos robos de teléfonos móviles, en su mayoría para cobrar de los seguros y advierte de las consecuencias que pueden tener para las personas que realizan este tipo de denuncias falsas.

Estas falsas manifestaciones provocan que se inviertan recursos humanos y materiales en un hecho que no es cierto, restando esa dedicación a la investigación de hechos realmente cometidos sobre víctimas reales.