"Ninguna zona del Albaicín está libre de atracos y al no haber turistas, nos toca a los vecinos"

El Albaicín es uno de los barrios más emblemáticos de Granada, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Destacan sus callejuelas, miradores y rincones singulares llenos de historia. Sus vecinos disfrutan de vivir en este bonito barrio, pero están preocupados por la inseguridad tras la oleada de delincuencia en la zona. “Ninguna zona del Albaicín está libre de atracos y al no haber turistas, nos toca a los vecinos”, asegura a GranadaDigital el presidente de la asociación de vecinos, Antonio Jiménez, quien lamenta que pese a que se han aumentado los efectivos de Policía, “sigue habiendo actos delictivos” a cualquier hora del día. “Necesitamos que esa vigilancia sea continua, permanente y también por la noche”, indica.

“Lo que no puede ser es que se produzcan atracos a cualquier hora: a las 7:30 de la mañana o las 8:00 a vecinas que van a su trabajo, por la tarde o en casas incluso con gente dentro”, lamenta el presidente de la asociación de vecinos del Albaicín, quien apunta que en el barrio hay “un grupito de cacos que no hay quien lo pare”.

Este problema de inseguridad en el Albaicín es algo que viene de lejos y que sufren tanto los vecinos como los comerciantes. Por eso, la Policía aumentó los efectivos en el barrio, pero los vecinos consideran que son insuficientes y piden que la vigilancia “se incremente”, especialmente en algunas zonas. “No hay actuación policial en la zona de las cuevas, que es un foco de inseguridad. Nos dijeron que iban a hacer un plan especial, pero hay que comenzarlo”, apunta el presidente de la asociación de vecinos, quien recuerda que hace un par de años ya publicaron un vídeo denunciando la inseguridad.

Ahora, los vecinos de distintos puntos del barrio se han organizado por grupos de Whatsapp y uno de ellos decidió convocar una manifestación con cacerolada que recorrió distintas calles hasta terminar en la Subdelegación del Gobierno en Granada, en la Gran Vía, el pasado domingo, para exigir "un Albaicín seguro". Y es que la Policía Nacional ha realizado 18 detenciones desde febrero y ha incoado 59 actas por tenencia y consumo de drogas en el dispositivo especial ‘Aljibe’ que desarrolla el cuerpo en el barrio, donde los delitos más comunes como hurtos, robos o tirones han descendido casi un 14%, pero hay que tener en cuenta que con la declaración del estado de alarma decretado en marzo de 2020, que establecía el confinamiento domiciliario, la delincuencia fue nula prácticamente en ese periodo.

Los robos se están produciendo en todas las zonas del barrio, que es un 90% peatonal. “Hay robos en San Nicolás o en el Paseo de los Tristes, no está libre ninguna zona, es por todo el Albaicín. Pero ahora que se está vigilando un poco más, el presidente de la asociación de vecinos del Realejo me contaba que se van ahora para allá. Si vigilan en un sitio, se van a otro que esté menos vigilado. Si aparece la Policía por el Campo del Príncipe, se van a Carvajales. Estamos ahí en un toca y daca, porque no es solo la zona del Albaicín”, lamenta Antonio Jiménez, quien insiste en que se debe incrementar la vigilancia y hacerlo “incluso fuera del toque de queda, porque hay mucha gente que no lo cumple”. Además, considera que hacen falta “policías de barrio de verdad, que lo conozcan y vayan a pie porque la mayoría del barrio es peatonal”.

"Vivimos entre mafias de delincuentes", comenta otro vecino del barrio, quien lamenta que ciertos lugares se hayan convertido en "gueto de delincuencia". "En la calle Elvira es terrible lo que viven a partir de las 21:00 horas. Se han asentado bandas de extranjeros que trafican con droga y son receptores de objetos robados para cambiarlos por droga. El Huerto del Carlos es otro lugar que está tomado por las bandas de delincuentes. No ves a un vecino tomando el sol ni a ningún niño en los columpios porque hay un grupo que trafica allí con droga. También en la Placeta de Carvajales y en la media ladera de San Miguel Alto", asegura este vecino, que apunta que "hay una manada de lobos por las calles del Albaicín hambrientos en busca de su presa". "Antes los turistas eran sus víctimas preferidas, ahora somo los vecinos. No han respetado ni a los ancianos. No tenemos seguridad ni en nuestras casas, pues entrar a robar con gente dentro", afirma.

Además de una mayor presencial policial en el Albaicín, los vecinos piden que las leyes se endurezcan ya que una vez que los detenidos pasan a disposición judicial, el juez "los pone en la calle y luego siguen campando a sus anchas". "Hace unos días detuvieron a un joven de 20 años, con antecedentes, por llevar encima un arma blanca de 15 centímetros de hoja con la que intentó apuñalar a tres ciudadanos. Lo identificaron, lo detuvieron un viernes a las 17:00 horas, pasó la noche en la Jefatura y pasó a disposición judicial. El juez lo puso en la calle y ya está en el Huerto de Carlos, campando a sus anchas", explica este vecino, quien lamenta que "tienen tomado el barrio".

Otra de las peticiones de los habitantes del Albaicín para acabar con la inseguridad es que se instale “una comisaría en el barrio o un punto policial”. “Ahora mismo lo que hay es un punto casi administrativo, una hora a la semana en la casa Zafra y otra hora en el Centro Cívico. Con solo dos horas a la semana, no es lo mismo que si hubiera un punto de policía activa. Nos han dicho que no se puede, pero no lo entendemos. No tenemos bastante con esa atención solo esas dos horas a la semana”, comenta el representante de los vecinos del Albaicín, quien recuerda que éstos tienen a su disposición “patrullas vecinales de acompañamiento” que pueden solicitar por teléfono siempre que necesiten ayuda o información, aunque esto es un remedio insuficiente, pues lo que necesitan es más presencia policial, con agentes que patrullen a pie el barrio, para que la tranquilidad vuelva a las calles del Albaicín.