Los inquilinos granadinos consideran "insuficientes" las limitaciones al precio del alquiler

En mitad de una inflación descomunal en todos los sectores de la sociedad, el Gobierno ha anunciado un paquete de medidas este lunes que entrará en vigor el próximo viernes 1 de abril. Cuentan con una vigencia de tres meses, lo que supone que, salvo prórroga de las mismas, su fecha de caducidad es el 30 de junio.

Una de estas medidas es la limitación de precios en el alquiler, una acción que llevaba tiempo en la agenda de Unidas Podemos y que incluyó en su programa antes de la llegada al Gobierno. Sin embargo, este cambio llega motivado por la escalada de precios en la que ha derivado la invasión rusa de Ucrania.

Sin embargo, este cambio en la normativa resulta insuficiente para los inquilinos que residen en Granada, una de las ciudades que más variación ha experimentado en los últimos años. Esto es debido a que esta limitación del precio llega con mucha letra pequeña y puede avocar en nuevos problemas para conseguir un alquiler.

Según el plan de acción del Gobierno, los alquileres tan solo podrán subir un 2% en los próximos tres meses. Sin embargo, esta limitación tan solo se aplicará a las renovaciones de contrato, por lo que un arrendador podría no aceptar la renovación de su inquilino si con la llegada de uno nuevo puede aumentar más el precio de dicho alquiler.

Para Marta, una pacense que lleva casi nueve años instalada en Granada, se trata de una medida insuficiente. "La subida del precio del alquiler poco tiene que ver con la guerra en Ucrania. Cuando yo llegué aquí nos alquilaban un piso de tres habitaciones por 400€, ahora estoy en uno más pequeño y pago 600€", comenta.

En nueve años ha notado una subida del precio de los alquileres superior al 50% "que no se ha acompañado en una subida salarial a la altura". Asegura que, si no se ataja el problema inicial, el aumento en los precios seguirá produciéndose en los próximos meses.

"No entiendo qué es lo que se pretende frenar en tres meses. La guerra solo ha empeorado una situación que ya estaba mal de por sí. Los jóvenes que nos queremos independizar, pero que no nos da para comprar un piso nos estamos quedando ya sin opciones para el alquiler", se lamenta Marta.

No es la única que está preocupada por la situación. Andrés, a sus 38 años, no puede permitirse un alquiler mayor del que paga actualmente. Con la subidas de la luz y el gasoil, cada vez se le ha hecho más complicado llegar hasta final de mes.

"Mi contrato de alquiler se termina a finales de agosto, ya no estaría activa la nueva limitación del precio, ¿qué hago si entonces mi casero me quiere subir?", se cuestiona.

El alquiler que ahora mismo paga se come casi el 50% de su salario: "Si a mi me suben el alquiler 50 o 60 euros a partir del verano voy a tener que empezar usar de mis ahorros y con ellos quería comprarme una vivienda".

"Desde que llegaron al Gobierno han hablado de limitar el precio del alquiler, pero no han sabido meterle mano hasta que no han tenido al excusa de la guerra de Ucrania cuando está claro que la subida del precio nunca se ha debido a ello", comenta tras las últimas decisiones.

La situación ha escalado demasiado deprisa como para que los ciudadanos y el propio Gobierno se hayan conseguir adaptar con prontitud. Son muchos los frentes abiertos al mismo tiempo y fijar medidas para todos ellos a la vez se ha convertido en un problema con difícil solución.