Hosteleros y clientes se amoldan rápido al pasaporte Covid: "Mejor a que haya restricciones"

Gregorio García, representante de los hosteleros granadinos, afirma que "la gente es comprensiva" porque "la mayoría colabora"

Terrazas de bares en Granada
Imagen de archivo de un establecimiento de la capital | Foto: Antonio L. Juárez
Juan Carlos Polo | Paco García
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El pasaporte Covid ya forma parte de la rutina de los granadinos desde este lunes. Los cambios siempre requieren de adaptación, un proceso que la ciudadanía ha asimilado con rapidez. Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo, afirma que la nueva herramienta incorporada por la Junta para las fechas navideñas ha sido recibida con comprensión por parte de los clientes. GranadaDigital ha podido contactar también con algunos establecimientos ubicados en la capital para conocer de primera mano su experiencia en las primeras 24 horas de exigencia del certificado para acceder a consumir al interior de sus locales.

"La gente es comprensiva y la mayoría colabora", declara Gregorio García, que ya cuenta con una máquina específica en la puerta de su negocio, el Restaurante Oleum, para que sus comensales muestren su certificado antes de entrar. El principal representante de los hosteleros de la provincia explica que en la primera jornada también hubo alguna persona que no tenía el documento o que simplemente había olvidado que ya tiene que tenerlo a mano. García detalla que también recibió a algunos extranjeros que estaban preparados con su pasaporte Covid.

Este requisito es "un mal menor" para las próximas semanas según Gregorio, que asegura que "esto no influye en nada". La realidad es que él y sus compañeros de fatigas recuerdan perfectamente lo duro que era convivir con medidas como el toque de queda o las limitaciones de personas por mesa. "Entendemos que esto es mejor a que haya restricciones", admite. Su sensación es que el certificado Covid tendrá presencia más allá del 15 de enero. "Esto va a durar bastante más", aventura el presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo, que apostilla que los hosteleros "estamos por la labor", pues todo es mejor que sufrir restricciones.

"No somos policías"

El propietario de un bar del área céntrica de Granada señala que “no es una herramienta muy legal” y critica que la medida no sea igual para interiores que exteriores, ya que “me puede costar peleas”. Una opinión similar tiene otro hostelero de la capital, que detalla que en la mañana de este pasado lunes, cuando ha entrado una persona al baño, le ha pedido el ‘pasaporte Covid’, lo que le ha costado una riña. “El cliente consideraba que estaba fuera del establecimiento, no en el interior”. Además, el gerente critica que “no somos policías y nos preocupa la protección de datos”.

El socio de un de los establecimiento afirma que la app del 'check' del pasaporte “no iba este lunes por la mañana”, por lo que hasta las 12:00 horas no ha pudo solicitarlo a los clientes que iban a desayunar a su cafetería. Aún así en su zona, frecuentada por gente de edad avanzada, la mayoría no estaba al tanto de la novedad porque “vienen principalmente ancianos, los cuales no se enteraron”.

"Es una dictadura"

Otro regente de un establecimiento sostiene que el certificado Covid “es restringir la libertad del movimiento”. Además señala que este lunes tuvo una baja demanda en interior. “Yo no estoy vacunado y me niego porque la vacuna no me aporta ni un 95% de fiabilidad. A mí no me pueden pedir el pasaporte porque me quitan la libertad de trabajar”, asevera. “Yo, sin estar vacunado por las reacciones adversas de conocidos míos, tengo más cuidado que otra gente”, defiende. Este hostelero esgrime que con esto “están restringiendo la libertad de movimiento de la gente. Es una dictadura”, concluye.

Un camarero de un local de la capital asegura que desconoce la obligatoriedad de exigir el certificado Covid: “Pensaba que todavía no estaba en vigor”. Un cliente que suele frecuentar la zona comenta a GranadaDigital que ha acudido a varios bares a lo largo del día y que se le ha exigido el documento solo en una terraza cubierta por pantallas de plástico.

Imagen de archivo de una trabajadora de un establecimiento hostelero | Foto: Antonio L. Juárez

Algunos propietarios manifiestan que el principal inconveniente de exigir el certificado es que, en los momentos de mayor afluencia de gente como en los desayunos o en los almuerzos, tiene que estar un miembro de la plantilla en la puerta revisando que todo el mundo tenga en regla el documento, acción que resta tiempo y operatividad en el servicio.

El responsable de un bar manifiesta que algunos usuarios han mostrado su descontento y frustración con la medida "porque la desconocían y les impide acceder a las zonas de restauración". “Estamos pidiendo el certificado desde el primer turno del día y, quien no lo tenga, o se deriva a la terraza o se le deniega el acceso”, comenta el responsable. Otro trabajador comenta que no se les exige el certificado Covid a todo el mundo: “A los clientes de toda la vida y que solemos conocer no se lo pedimos porque sabemos que están vacunados”.







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