El Hospital Vithas Granada incorpora un láser de última generación que opera cualquier patología ocular

Los oftalmólogos Inmaculada y Antonio Gascón Ginel son los responsables de este servicio que permitirá a los pacientes olvidarse de las gafas

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Se trata de una intervención sencilla y que no es dolorosa | Foto y vídeo: Dani B. / GD
Patricia Vázquez
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Las matemáticas no engañan y dos menos dos siempre van a dar como resultado cero. Esa es la base de la especialidad médica de oftalmología y es el principio en el que los profesionales se basan a la hora de realizar cirugías en las que los pacientes puedan recuperar el cien por cien de su visión. Es decir, poder dejarse las gafas olvidadas en casa sin tener que ir achinando los ojos para reconocer a las personas que nos cruzamos por la calle.

Una operación que demandan cada vez más personas y, muy al contrario de lo que se pueda pensar, muchas de ellas, mayores de 50 años cuya vista está perdiendo calidad debido a la presbicia -patología en la que el cristalino del ojo ha perdido su función de enfoque- y que no consiguen adaptarse a las lentes progresivas.

Una solución que tienen al alcance de sus manos y que les va a llevar un máximo de 15 ó 20 minutos tumbados en una camilla mirando unas luces verdes y rojas que harán que cuando se incorporen -y hasta en un plazo máximo de un mes, dependiendo del tipo de tratamiento- vean perfectamente a cualquier distancia. Y todo ello sin dolor durante la intervención y con unas molestias oculares que pasaran en 48 horas y para las que solo es necesario tomarse un analgésico común. En el vídeo que acompaña a este reportaje, disponible en el canal de Youtube de GranadaDigital, se puede ver cómo es el proceso.

Explicado así convence hasta el más reacio a entrar en un quirófano. De ahí que los hermanos Inmaculada y Antonio Gascón Ginel, especialistas en Oftalmología del Hospital Vithas Granada, tengan lista de espera de pacientes que desean o necesitan tener una visión perfecta para su vida diaria. Porque, además de ser grandes profesionales con casi 15 años de experiencia en su especialidad, son expertos en explicarle a cada paciente "qué es lo que necesita y si se puede o no realizar por las características físicas de su propio ojo", nos comentan a GranadaDigital durante una entrevista.

"Hay que saber decir que no podemos operar y por qué no podemos hacerlo. Es nuestra responsabilidad, porque no todo vale en esta profesión", nos reitera el doctor Gascón, quien hace hincapié en que "no todo el mundo se opera con la misma técnica y todos los ojos no son iguales".

Y todo ello a pesar de haber incorporado a los servicios de este centro uno de los mejores láseres del mercado, con el que se puede operar casi cualquier patología ocular. Se trata de un láser Excímer para cirugía refractiva que, como bien explica la responsable de la Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Granada, Inmaculada Gascón, consiste en "cualquier técnica que consiga reducir el poder dióptrico del ojo o aumentarlo para dejar al paciente sin dependencia de gafas". Y lo mejor de todo es que abarca cualquier rango de edad entre los 18 y los 80 años.

“Desde el punto de vista médico, tenemos todas las subespecialidades, la unidad de oftalmología general, glaucoma, pediátrica, oculoplástica, de retina médica y quirúrgica, y la unidad de refractiva que es donde hemos incluido como última técnica la cirugía láser, que nos faltaba para completar y tener al 100% la cartera de servicios. Pero también llevamos a cabo cualquier cirugía refractiva, de retina, de glaucoma, degeneraciones maculares -que afectan especialmente a los diabéticos y pacientes de edad avanzada-, o estrabismos de niños o de adultos que se han quedado sin tratar en su día", especifica la doctora Gascón, que cada vez atiende a más personas en su consulta con el 'síndrome de ojo seco', consecuencia directa del teletrabajo y del aumento de horas frente a un dispositivo móvil que se ha detectado a causa del confinamiento decretado por la pandemia del Covid-19.

De hecho, este nuevo sistema, que incorporaron esta Navidad pasada, permite que en una sola cirugía al paciente que haya sido operado de cataratas con lentes solo para lejos tener la posibilidad de enfocar también de cerca y al que no se haya operado aun incorporar una lente intraocular trifocal, que les permitirá enfocar correctamente a todas las distancias, sin necesidad de recurrir a las gafas progresivas a los que muchas personas no son capaces de adaptarse correctamente.

Un láser que también está permitiendo que muchas personas con pocas dioptrías acudan hasta este centro hospitalario para que el grupo de cinco expertos -completan el departamento el doctor Muñoz, el doctor Ortega y la doctora Solans- liderado por los hermanos Gascón Ginel retoquen el poder dióptrico de la córnea y dejarles la graduación perfecta para que no necesiten estos complementos visuales externos en su día a día. O, incluso, para personas que tienen mala visión nocturna, a los que consiguen darle una forma determinada a la córnea para evitar los molestos halos de luz.

“Cuando hablamos de cirugía refractiva todo el mundo piensa en láser: 'Voy a operarme para quitarme las gafas y lentillas', pero la cirugía en los últimos años ha avanzado muchísimo y englobamos todas las técnicas que podamos hacer para que el paciente se quede sin gafas. De hecho, tratamos a muchas personas que hacen deporte y para los que la gafa es un problema. No tenemos más que ver lo molesto que es llevar gafa con la mascarilla y que siempre se empañe", dice el doctor Gascón entre bromas, aunque se vuelve a poner serio cuando le preguntamos por la seguridad del nuevo láser que han implantado en Vithas Granada.

“La cirugía que hemos implantado es la más segura para el paciente. Tiene un 'eye tracker' que sigue al ojo para que si el paciente se mueve, por los nervios o la intranquilidad, el láser se mueva con el propio ojo del paciente y no haya margen de error. Además, al reconocer el iris sabemos que estamos tratando el ojo que tenemos que tratar. Si la máquina no reconoce el ojo, no se opera”, asegura el coordinador de la Unidad de Oftalmología Refractiva y Oculoplástica, quien destaca el sistema que incluye este nuevo operativo y que permite guardar el tratamiento, de tal manera que si hubiera un apagón en el quirófano, "cuando el paciente quisiera retomar el tratamiento podría hacerlo durante el tiempo que faltara y en el lugar justo por el que se hubiera quedado".

A la pregunta de si es una intervención dolorosa, Antonio Gascón lo dice claro: No. "Intentamos usar anestesias tópicas o locales que quitan el dolor, aunque no eliminan la sensación de que te están tocando el ojo porque son dos vías nerviosas diferentes, por lo que el paciente entra en el quirófano y suelen marcharse entre 20 minutos y 90 minutos después dependiendo del tipo de cirugía a la que haya sometido".

Lo que sí varía en este caso es el postoperatorio, tal y como indica este experto, ya que hay técnicas en las que el paciente puede llegar a notar algo de dolor durante los dos o tres días posteriores a la operación. Pero lo que sí es seguro es que puede volver a su vida normal entre una semana y 20 días después -en caso de las operaciones de cataratas-. "Y cuando hablamos de vida normal es dejar de usar las gotas, pero a los pocos días ya va a ver bien", concluyen los profesionales.







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