La madrugada que marcó la historia negra de Íllora

Apenas pasaban las 6:30 horas de la madrugada del lunes 15 de agosto. La noche de feria en Íllora se mezclaba con el amanecer cuando el servicio de Emergencias 112 comenzó a recibir llamadas que señalaban una ruptura de la calma en el municipio granadino. Varias personas alertaron de una agresión en la calle Diego de Siloé, junto al recinto ferial. Tras una reyerta, Juan Trujillos Castro, de 19 años, había sido golpeado hasta que, al perder el equilibrio y caer al suelo, se golpeó la cabeza con un bordillo. Facultativos del 061 lo trasladaron al hospital, pero falleció en el camino. En ese momento, en aquel amanecer dominical durante el que su presunto agresor se dio a la fuga, comenzaron dos jornadas que han marcado la historia negra del pueblo, que concluyeron este martes con la entrega de la única persona a la que se le atribuyen los hechos.

Aún resonaban los ecos de las sirenas en las calles del municipio cuando la Guardia Civil inició la investigación de lo sucedido y activó el protocolo de búsqueda del único presunto autor de la agresión mortal. Este había emprendido una huida junto con su hermano y ambos permanecían en paradero desconocido. Todo comenzó con una reyerta, en la que más personas resultaron heridas, pero que "no fue en el marco temporal" del ataque que supuso el fallecimiento del joven vecino del municipio, según expresó este martes el teniente coronel Javier Cerrato, jefe accidental de la Comandancia de Granada. "La pelea fue dentro del recinto ferial. La agresión ocurrió en una calle adyacente", puntualizó.

Un vecino del municipio relata a este periódico que la trifulca comenzó con "una copa que se cayó". Al precipitarse, habría salpicado a algunos jóvenes, lo que habría motivado la reyerta. El grupo de amigos de la persona a la que se le cayó la bebida huyó, y sus agresores intentaron perseguirles. Dieron con Juan Trujillos, quien habría sido golpeado por el presunto autor del suceso hasta que, al caer desequilibrado por los golpes, su cabeza impactó contra el bordillo. Los cuerpos de seguridad y los servicios de emergencia, que no pudieron salvarle la vida.

El pueblo ya vivía en una nebulosa de consternación. Su rutina había sido dinamitada. El alcalde de Íllora, Antonio Salazar, emitió un bando mediante el que anunció la suspensión de las fiestas patronales de la localidad, decretó tres días de luto y convocó un pleno extraordinario, ya el lunes, para condenar de forma pública los hechos. Para entonces, las pesquisas de la Guardia Civil ya habían permitido identificar al presunto autor, lo que no tardó en darse a conocer entre los vecinos del municipio. Con ello, la tensión y la crispación reventaron. Cayó la noche y los residentes del pueblo decidieron responder, en busca de justicia popular. Produjeron una serie de daños en las viviendas y los vehículos de la familia del presunto responsable, un clan afincado allí hace un tiempo que habría despertado temor desde su llegada.

"Nosotros hemos tratado de evitarlas -las represalias- en la medida de nuestras posibilidades, pero es complicado", lamentaron desde el cuerpo armado. "No hay detenciones de momento, pero se procederá a denunciar a las personas identificadas", abundó Cerrato, con respecto a los incidentes, también advertidos por la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, al día siguiente. "Se puede comprender la crispación y la indignación. Hay que llamar siempre a la calma y al sosiego, porque hay que mantenerlos en las situaciones más difíciles", reclamó.

La entrega

Amaneció el martes y la Guardia Civil todavía mantenía activo el dispositivo de búsqueda. "Estamos haciendo las pesquisas necesarias para localizar a la única persona a la que se le atribuye la agresión, que está plenamente identificada", indicaron fuentes del cuerpo armado a GranadaDigital durante la mañana. Puntualizaron, además, que el organismo "no había recibido denuncias" sobre este individuo hasta entonces, a pesar de que la familia era conocida en el municipio. Antonio Salazar concertó una reunión con la subdelegada del Gobierno, que, a su llegada a Íllora, se encontró con la noticia. "Puedo anunciar que el presunto autor ya está detenido. Se ha presentado con su familia en la Comandancia de Granada", informó a los medios de comunicación.

"La persona se ha presentado voluntariamente en la Comandancia de Granada. Ahora, comenzará la instrucción de la diligencia para determinar realmente la autoría de los hechos. La investigación había determinado que solo se buscase a una persona, que coincide con quien se ha entregado", abundó Javier Cerrato. La detención se había producido pasado el mediodía, apenas ocho horas antes de que tuviera lugar el entierro de Juan Trujillos. En previsión de que pudieran acontecer más altercados, se mantuvo el refuerzo del dispositivo de seguridad activado el lunes, que permanecerá "hasta que la gente se calme un poquito".

Un funeral con la presencia de todo el pueblo

La localidad dio el último adiós a Juan este martes con la presencia de todo el pueblo. Así lo apuntó su alcalde, quien destacó la emotividad de una ceremonia celebrada en la iglesia de la Encarnación. La Guardia Civil y la Policía Local mantuvieron el dispositivo de seguridad establecido debido al tenso ambiente que vive un pueblo lleno de dolor.

La indignación también está muy presente en el sentir de los ciudadanos de Íllora. Un vecino de la localidad asegura en declaraciones a GranadaDigital que "la culpa es de la justicia" porque "los chorizos están protegidos". Esta persona manifiesta que la familia implicada en lo acaecido ya expulsó del municipio a un relojero. También relata otros hechos como una paliza a dos hermanos o distintas agresiones a docentes del centro educativo local.

"Ha sido un asesinato", asevera este vecino, que agrega que "la Policía no se dio ninguna prisa" cuando buena parte del pueblo indicó quién había agredido a Juan. Íllora amanece este miércoles con muchas emociones a flor de piel y la sensación de que la vida ya no es igual.