La expulsión lastra un planteamiento valiente del Granada

El conjunto rojiblanco buscó el triunfo en Leganés y compitió hasta generar oportunidades de sumar, al menos, el empate, pero le pasó factura la inferioridad numérica

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Puertas y Melendo presionan a Rubén Pardo | Foto: LaLiga
Chema Ruiz España
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Del Granada de Paco López apenas se han podido ver hasta la fecha algunas pinceladas, siempre en condiciones excepcionales. Su estreno fue en Copa, en su primer encuentro liguero jugó hasta con dos hombres más y en el último, frente al Leganés, con diez jugadores desde el arranque. Su promesa el día de su presentación como entrenador rojiblanco fue que imprimiría en el equipo una mentalidad ganadora, y hasta ahora, aunque el resultado no acompañó este domingo, parece cumplirlo. En Butarque, el cuadro nazarí fue valiente y buscó el triunfo, pero la temprana expulsión de Raúl Fernández pasó factura al osado planteamiento granadinista.

Su apuesta inicial fue arriesgada. Cauteloso con el estado de Petrovic y Meseguer, sacó a un equipo sin centrocampistas naturales. Víctor Díaz iba a jugar de nuevo a medio camino entre el centro del campo y el eje de una zaga de cinco defensas, con Puertas y Melendo como volantes y un tridente formado por Callejón, Uzuni y Jorge Molina. La temprana roja a su portero dinamitó el planteamiento, pero no derribó el espíritu que Paco López trata de levantar de nuevo desde su llegada.

A pesar de jugar con un hombre menos desde muy pronto, el Granada no perdió la cara al choque. Se adaptó mejor que el Leganés al nuevo escenario, muy densos los pepineros y realizó un ejercicio de entrega que se echaba en falta. El conjunto rojiblanco leyó bien la tesitura y aguardó su momento, sin precipitarse en ataques desbocados cuando recuperaba el balón. La intención no solo era salvar la papeleta, sino que el plantel rezumaba la pretensión de sacar los tres puntos. Fue fundamental la reubicación de Melendo, que retrasó su puesto hacia el costado para defender como un carrilero más y, con la posesión en poder nazarí, entregaba el pasillo a Ricard. Pero quien realmente interpretó el juego ofensivo del cuadro granadino fue Callejón. Aunque partió de la banda, se situó como ‘nueve’ cuando el equipo se quedó con un hombre menos y se movió por todo el campo para dirigir los avances visitantes.

Fede Vico aportó claridad

La inquina se vio acentuada tras el paso por los vestuarios, cuando el conjunto dirigido por Paco López empezó a merodear con mayor frecuencia el área de Asier Riesgo, pero, para entonces, ya había entrado en juego Fede Vico, que aportó claridad al fútbol pepinero. El cordobés fue el elemento que encontró el descosido en el tejido nazarí e hizo notable la disparidad sobre el césped, aunque la forma en que encontró a Dani Raba en el único gol del partido fue finalmente un contragolpe.

Tras ello, el Granada siguió exhibiendo valentía, pero anduvo falto de acierto en los últimos metros, nada nuevo. Apenas logró enganchar disparos -en concreto, tiró dos veces y solo una a puerta-, pero sí generó oportunidades de sumar, al menos, el empate. Derramó llegadas peligrosas que murieron en la orilla local. Ninguna acabó en la jaula, como sucede en cada visita desde el pasado mes de agosto, y la situación pesa en la mente del vestuario nazarí. Sostener el objetivo del ascenso pasa por resolver esta anulación lejos de Los Cármenes. De esta jornada, la previa a un maratón de tres partidos en nueve días, el conjunto rojiblanco sale octavo, con 25 puntos. Dos unidades le separan del Andorra, equipo que marca el corte de la promoción, y seis de Las Palmas.







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