Frank Cuesta: la caída de un reconocido personaje a base de las mentiras

El presentador desmonta su propia figura pública con una confesión en vídeo en la que admite haber engañado sobre su profesión, su labor con animales y su enfermedad

Frank Cuesta
Según las propias palabras del presentador esto es “un show que se me ha ido de las manos” | Foto: EP
GranadaDigital
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Durante más de una década, Frank Cuesta fue una de las caras más visibles de la conservación animal en España. Su estilo directo, su pasión desbordante y su manera de enfrentarse a situaciones extremas le ganaron una legión de seguidores y el respeto del gran público. Sin embargo, lo que parecía un compromiso genuino con el bienestar animal ha dado un giro inesperado: Cuesta ha publicado un vídeo en el que desmonta su propia figura, admitiendo que todo fue una construcción falsa alimentada por el ego y la mitomanía.

En una confesión grabada y leída por él mismo, el personaje televisivo asegura que ni es "veterinario ni herpetólogo", y que los animales de su supuesto santuario "eran comprados, no rescatados". Lo que durante años fue vendido como una lucha por la fauna salvaje, habría sido, según sus propias palabras, “un show que se me ha ido de las manos”. Sus declaraciones no sólo impactan por el contenido, sino por el contexto: al parecer, el vídeo sería parte de un acuerdo con personas de su entorno más íntimo, incluidos su exsocio y su expareja, con quien ha tenido enfrentamientos públicos.

Lo que podría haber sido un cierre amargo de una trayectoria televisiva termina convirtiéndose en una crisis con ramificaciones legales, económicas y personales. Desde la entrega de miles de euros por parte de streamers como TheGrefg o Plex, hasta la visita de figuras políticas como Isabel Díaz Ayuso, el entramado en torno al santuario de Cuesta va mucho más allá del espectáculo televisivo. Ahora, con el público dividido entre la incredulidad y la indignación, queda una pregunta flotando en el aire: ¿cuánto sabíamos realmente de Frank de la Jungla?

"Pido disculpas por haberme aprovechado de tanta gente"

Pero las palabras no han llegado solas. Su confesión llega tras la filtración de audios en los que se le escucha manteniendo conversaciones con una presunta traficante de animales y haciendo comentarios sarcásticos sobre el trato a los animales. La gravedad de las grabaciones provocó que las autoridades tailandesas actuaran con rapidez: Cuesta fue arrestado por tenencia ilegal de especies protegidas, aunque fue liberado bajo fianza. El Colegio de Veterinarios de Tailandia ha confirmado que nunca tuvo licencia para ejercer.

En uno de sus directos más recientes, Cuesta se mostró visiblemente afectado, defendiendo su comportamiento y justificando algunos de los contactos que han levantado mayor polémica. “Claro que hablo con traficantes”, afirmó, matizando que lo hacía con fines periodísticos. También negó tajantemente consumir drogas y respondió a las críticas sobre su apariencia física en relación con su supuesta enfermedad: “¿Qué pasa, que hay que estar hecho una mierda todo el rato?”. El presentador dice sentirse manipulado, perseguido, y afirma que todo lo que está viviendo es un intento de “quitarlo de en medio”. Asegura que se encuentra al límite y que el daño ya ha alcanzado a sus propios hijos: “No puedo más con esto”. Mientras tanto, sigue envuelto en procesos judiciales en Tailandia, en una historia que mezcla fama, traición, animales y escándalo a partes iguales.







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