Esaú Dharma: "Somos una producción modesta, pero tenemos esperanzas"

El jienense cuenta cómo ha sido el proceso creativo de su película Gora Automatikoa, que ha sido nominada al Goya este año

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Esaú Dharma | Foto: GAbinete
GranadaDigital
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Esaú Dharma (Jaén, 1980), vive y trabaja en Granada creando productos audiovisuales especialmente de animación, como su última película “Gora Automatikoa”, que, con fecha de estreno el 17 de diciembre, ha conseguido ser nominada en la categoría de “mejor película de animación” en los Goya.

Pregunta: ¿Cómo surgió el proyecto?

Respuesta: La idea original era completar un proyecto de animación yendo a mínimos, intentando cumplir las bases de los Goya para poder presentarnos con la esperanza de que hubieran tan pocas películas presentadas que consiguiéramos estar nominados automáticamente.

P: Pero no acabó ahí, esa idea siguió creciendo.

R: Era inevitable. En cualquier proyecto artístico pasa siempre, empieza uno a implicarse, a cada vez querer meter más cosas, cada vez querer ser más ambicioso y la idea que tiene uno inicial acaba llegando más lejos. Como decía Dalí: “solo consigo reflejar un 30% de lo que está en mi cabeza en mis cuadros” pero éste no ha sido el caso, de una idea básica hemos llegado mucho más lejos de lo previsto.

P: Además el argumento de la película es sobre la propia película

R: La película la hemos hecho entre tres directores, Pablo Vara, David Galán Galindo y yo mismo, y al comenzarla, nos parecía muy divertido que todas las cosas que nos fuesen pasando mientras desarrollábamos la película, introducirlas, hasta el punto de introducirnos a nosotros mismos como personajes protagonistas.

P: Entonces, ¿la trama va sobre cómo hacer una película?

R: Un grupo de tres directores que quieren hacer una película de animación para colarse en la cola de los Goya porque el año anterior solo hubo una nominada (“La gallina Turuleca” de Eduardo Gondell, Víctor Monigote) que ganó directamente, y piensan que si hacen la suya pueden llegar a colarse entre las nominadas del siguiente año.

P: ¿Qué riesgos conlleva mirarse en ese espejo de la realidad para convertirse en ficción?

R: Al final se ha convertido en una película más sincera de lo que pensábamos en un origen porque también nos exponemos mucho ya que las miserias de cada uno acaban reflejadas en la pantalla.

P: Me ha llamado la atención los diferentes estilos de animación que se encuentran en ella.

R: Eso tiene dos motivos principales. Uno es como parte de la trama de la película, porque estos tres directores sinvergüenzas pretenden trabajar lo menos posible y completar una película en un tiempo récord. Y el otro motivo es estético porque hemos tenido la suerte de contar con varios animadores a los que podíamos pedirles que tuvieran libertad para llevarlo a su propio terreno, lo que enriquece a la película.

P: Ahora que sabes que vas a los Goya de este año ¿te hace especial ilusión conocer a alguien de esta gala?

R: Más que ilusión hay gente que me haría gracia, como a los que sacamos en nuestra película, como a Antonio Banderas, Javier Bardem o Enrique Lavigne y que me dijeran: “he visto lo que has hecho conmigo en tu película…”.

P: ¿Os veis con posibilidades de ganar?

R: Nosotros somos conscientes de que somos la última película, la que no debería estar aquí, pero viendo que las películas que han entrado son también de producción modesta, empieza uno a tener esperanzas. Sería muy divertido para cerrar el círculo.







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