El mundo de Alma: "Al principio no soportaba verme ni escucharme, pero todo se supera"

La ‘instagramer’motrileña fue nuestra segunda invitada en #DirectosEnRedGD este martes

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Imagen de la charla con El mundo de Alma | Edición de vídeo: Javier Gea
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“A días grises, labios rojos”. Con esa carta de presentación aparecía ‘El mundo de Alma’ en nuestros #DirectosEnRedGD de este martes a través de Instagram Live. Se trata de una de las ‘instagramers’ de moda en la provincia, a pesar de que su trayectoria hasta llegar a su situación actual ha pasado por distintas etapas. Eso sí, afirma que “darlo todo” es una de las claves de su éxito.

“Yo estudié Arquitectura, una carrera muy exigente, pero encontré mi hobby en la repostería y comencé creando un blog con recetas, pero era algo solitario, a la gente le costaba interactuar. Así que mi madre me propuso hacerme un canal de YouTube, pero me daba mucha vergüenza. Al final, tras varios intentos, me grabé haciendo una tarta de tres chocolates para el cumpleaños de mi abuela y ahí empezó todo, aunque al principio no soportaba escucharme ni verme, pero todo se supera”, relata.

Alma asegura que su rutina es “un poco loca a veces” y que debe levantarse muy temprano para trabajar: “La clave es mucha organización y no agobiarse”, detalla. Sobre sus vídeos, actúa con libertad: “El día que siento que no sé resumir más el vídeo, pues 40 minutos y listo”, dice entre risas. “Y encima, tienen el valor de decirme que se relajan conmigo, ¿pero eso cómo va a ser?”.

Lo que sí tiene claro es que es una persona “optimista por naturaleza” y que busca “la parte buena de todo, incluso ahora de estar encerrados”. “En cuanto a temas, me gusta hablar de todo, pero no soy especialista en nada; los canales, cuando se enfocan a una temática, son más fáciles de posicionar y suelen tener más tráfico, eso sí”, subraya.

Una de las claves para crear buen contenido es “saber qué destaca, qué consume la gente y qué puedo aprender también. Yo, por ejemplo, subo unos cuatro vídeos, como mínimo, a la semana”, aclara. No obstante, hace un inciso en cuanto a la sinceridad y la honestidad: “Se puede engañar una vez, pero no siempre. ¿De qué me sirve hacer una buena publicidad de un producto, si luego quien lo compra no le gusta y deja de confiar tanto en esa marca como en mí?”

Para alguien como Alma, que considera que “hay que exprimir el momento y no mirar a largo plazo”, vivir de esto “se puede hacer, pero es muy complicado e inestable, todo cambia muy deprisa y la verdad es que da miedo; esto es mucho trabajo, pero no lo siento como una obligación”, concluyó.







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