El Granada CF se presenta en casa con el abrazo de 5.000 aficionados

Al contrario de lo que cantaban los Three Lions, esta vez es el público y no el fútbol el que regresa a casa. Los granadinos podrán, de nuevo aunque en un número muy reducido, sentarse en los asientos del Nuevo Los Cármenes para presenciar el balón rodar tras más de un año de ausencia.

La ciudad respira fútbol como ya lo hacía en pleno confinamiento cuando sus habitantes, incluso con los toques de queda, se quedaban pegados a los televisores para vivir aventura europea. El coronavirus nos ha robado casi un año de nuestras vidas y en lo referente al fútbol granadino nos ha dejado sin el que ha sido el mejor de su historia.

El virus lo ha cambiado todo, incluso el Granada. Ya no está Diego, ni Rui, ni Soldado, ni Yangel... pero lo que sí permanece es la Eterna Lucha rojiblanca. Un lema que ya ha calado profundamente en la mente de todo el que pasa por el club y que los aficionados han hecho suyo hasta para las acciones más cotidianas.

Ahora es Robert Moreno quien maneja el navío con la intención de alcanzar una nueva frontera. Pero como buen explorador, quiere alcanzar nuevas tierras con su propio método. Lo camaleónico parece que dejará paso a una idea firme y que en contadas ocasiones se ha visto por el feudo granadinista.

El fútbol de toque, la salida de balón pausada y el más clásico estilo de La Masía es lo que trata de imponer el técnico catalán aunque, eso sí, adaptado a las virtudes de sus actuales jugadores. Para facilitar ese proceso ha decidido contar con Monchu, jugador al que conoce bien de la cantera culé, y con Luis Abram, zaguero peruano con un excepcional juego con los pies.

Cierra el trío de fichajes rojiblancos un experimentado Carlos Bacca, ariete menos impetuoso que Soldado pero igual de efectivo en sus definiciones. Estas son, por ahora, los nuevos reclutas que se han ido adaptando al pelotón de Robert Moreno, pero que aún siguen necesitando de unas semanas más para terminar de acoplarse al cien por cien.

Este viernes tendrá lugar la penúltima prueba, frente al Málaga. Un rival clásico para el Trofeo Ciudad de Granada y una buena piedra de toque para conocer cómo está realmente el equipo tras haber finalizado la concentración en Marbella con una mezcolanza de resultados, pero con unas sensaciones que han ido siempre en aumento positivo.

Los que seguro serán indispensables son los 5.000 aficionados que han recibido las entradas para el choque. 5.000 privilegiados que disfrutarán del primer paso hacia el regreso de la normalidad en el fútbol granadino, que se dejarán sus gargantas por los 14.000 restantes. Una cita en la que también se estrenará la nueva piel rojiblanca y que a lo largo de la temporada se volverá a llenar de sudo