El Granada encuentra su camino

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Manuel Herrera @manuelherrerapr// Foto: Román Callejón
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Así es el fútbol. El lacónico consuelo se halla en el tópico. El Granada fue más equipo que el Sevilla. Fue mejor. Ganó la partida en el centro del campo, con un trivote que funciona independientemente de las piezas que sitúe Alcaraz en él; rompió la defensa hispalense con internadas y con aperturas; creo ocasiones a balón parado, en jugadas elaboradas y en centros al área. Pero perdió. Porque así es el fútbol.

"En un partido, claro que puede ganar cualquiera, pero el que ha creado las ocasiones ha sido el Granada". Alcaraz, en rueda de prensa quiso remarcar la importancia del juego desplegado más allá del resultado. Es cierto que su equipo perdió y que eso escuece. Más, si cabe, cuando el Sevilla es quien visita Los Cármenes. Pero tan solo se han disputado quince jornadas y la imagen augura tardes más felices. El Granada ganará muchos partidos si es capaz de mantener este nivel.

LOS ERRORES 

Los fallos individuales están siendo una pitera en el saco de puntos del Granada. En más partidos de lo que sería deseable, los rojiblancos se han dejado una parte del botín por una acción poco inteligente, imprecisa o indicadora de falta de concentración. Ayer fueron dos: En la primera, Murillo no acertó a golpear un balón que fue un regalo en botas de Bacca, y en la segunda, Diakhaté perdió la marca de Gameiro, inmisericorde a las puertas del gol.

Sin embargo, en el área rival, los atacantes del Granada pecaron de perdonavidas. Piti fue quien más lo intentó. Siempre sin fortuna. Quizá, el ex del Rayo haya soñado esta noche con los guantes de Beto, o con ese balón que inexplicablemente mandó a las nubes tras deshacerse de medio equipo del Sevilla a base de gambeteos.

Solo acertó Brahimi, de penalti. El argelino volvió a desequilibrar a base de carreras, fintas, recortes y engaños, aunque adoleció de la verticalidad precisa para culminar alguna acción. En cuanto al resto, El Arabi chocó contra Beto, igual que Fran Rico en su disparo de falta, Riki ni lo probó, Recio echó la suya fuera por poco y Yebda tuvo dos y no las aprovechó. No fue el día.

FUTURO ESPERANZADOR

La corrección de los errores puntuales se antoja una tarea más fácil que la creación de un estilo. El Granada ha encontrado su camino, su fútbol, su manera de hacer las cosas. Y las hace bien, más allá de resultados. Con o sin Iturra, el sistema de Alcaraz funciona. Parece el idóneo. Con el paréntesis copero del domingo, el Rayo se sitúa en el horizonte como una piedra de toque más para comprobar si las buenas maneras vuelven a transformarse en rédito tangible: en puntos.







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