El Covirán vuelve a sonreír en el Palacio (89-75)

El Covirán volvió al Palacio una semana después de haber sufrido la dura derrota que le complicó las opciones de acceder a la Copa Princesa. Si tiempo para pensar en ello, los hombre de Pablo Pin recibieron a un Real Valladolid en trayectoria ascendente.

Desde los primeros compases ambos equipos dejaron claro que no iban a dejar que el público presente en las gradas se aburriera. Pere Tomàs fue quien tomó las riendas de la ofensiva ante una inesperada suplencia de Thomas Bropleh. Pero Valladolid no dejó que el partido se les escapara con facilidad.

Los pucelanos, aunque siempre por detrás en el marcador, no dejaban de hacer la goma y por cada racha anotadora de los rojinegros llegaba la respuesta de los visitantes. Geks y Wintering, además del apoyo interior de Pippen, lograron mantener al Valladolid dentro del encuentro hasta el descanso.

Poco a poco el base norteamericano se fue quedando sin gasolina y la fatiga muscular le pasó factura a partir del tercer periodo. En ese momento, la segunda unidad del Covirán emergió con fuerza desde el banquillo y sentó las bases para lo que terminaría siendo la explosión en el último y definitivo cuarto.

El dinamismo que tuvieron Christian Díaz y Germán Martínez sobre el parqué terminó con las intenciones del Valladolid del asalto al Palacio de los Deportes. Entre ambos lograron expandir la renta por primera vez por encima de los diez puntos y lograron un gran triunfo que ya cuenta para la segunda vuelta de competición.