El Covirán mira hacia el ascenso tras asaltar el WiZink (68-70)

Los rojinegros supieron sufrir y reponerse a la derrota sufrida solo una semana antes para tumbar a Estudiantes en su casa

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Lluís Costa celebra el triunfo tras la bocina final | Foto: Juan Pelegrín / Movistar Estudiantes
Jero Camero
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El Covirán tenía la difícil tarea de hacer un segundo viaje a Madrid en solo una semana con el añadido de haber sufrido una durísima derrota por un único punto en la final de la Copa Princesa ante el mismo rival. Con el liderato y el ascenso directo en juego, no había margen para fallo una vez más en el WiZink Center.

Pero los pupilos de Pablo Pin saben que tienen la total y absoluta confianza de su entrenador. A diferencia del domingo pasado, los rojinegros salieron con hambre y durante el primer cuarto se comieron a los de Jota Cuspinera, dejando a los madrileños en solo nueve puntos por los 16 de los granadinos.

La renta del Covirán se gestó, además, sin casi la participación de sus grandes estrellas. La victoria final se construyó desde una defensa sólida y que no permitió ni un solo lanzamiento cómodo de los grandes tiradores de Estudiantes. Sin embargo, las rotaciones le fueron sentando mejor al cuadro azul.

Posesión a posesión, los madrileños fueron cerrando el cerco sobre el Covirán, que iba gestionando la renta con el paso de los minutos. Las defensas de ambos equipos en el tiro exterior fueron excepcionales, hasta el punto de que el primer lanzamiento de tres puntos del encuentro llegó mediado el segundo cuarto desde la muñeca de Germán Martínez.

Los bloqueos directos y los buenos cambios en las defensas dificultaron un juego fluido en ciertos tramos del partido y las rigurosas señalizaciones de los colegiados tampoco lo pusieron sencillo a las defensas. La tensión fue creciendo, hasta que Estudiantes fue capaz de ponerse por delante en el marcador tras el paso por los vestuarios.

Los hombres de Jota Cuspinera tuvieron un amago en el que parecía que podían romper el partido ante un Covirán que no terminaba de encontrarse cómodo y al que le penalizaban sus defensas agresivas. Aun así, Christian Díaz y James Ellisor tiraron de galones para mantener el marcador apretado de cara al último periodo, en el que los rojinegros entraron con un punto de ventaja.

El último cuarto parecía tener un nombre propio. El joven Felipe Dos Anjos encontró muchos huecos en la zona y los explotó, hasta el punto de que Estudiantes llegó a tener una renta de seis puntos. Sin embargo, los últimos minutos Jota prefirió al seguro que es Larssen, lo que le dio a Pablo Pin la oportunidad para contraatacar.

El Covirán formó los últimos minutos con la pareja de bases sobre el parqué, una movimiento que pocas veces ha repetido el técnico rojinegro durante esta campaña. La velocidad de Díaz y Costa, acompañados del acierto de Ellisor y Bropleh y del incansable trabajo de Iriarte como único hombre alto consiguieron darle la vuelta al electrónico.

Un triple del alero estadounidense y los cinco primeros puntos de Costa en el partido, pusieron por delante a un Covirán que se cerró en banda en las dos posesiones finales para consumar la venganza por la Copa Princesa. Una victoria que supone el liderato en solitario y poner en buen camino el ascenso directo.

(Habrá ampliación)







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