Diputación apoya a empresarios del sector agrícola ecológico en la busca de nuevos mercados

La diputada delegada de Empleo y Desarrollo Provincial, María Merinda Sádaba, que pudo compartir con los asistentes parte de sus experiencias, ha reseñado la importancia del trabajo no solo de los productores sino también de las empresas de "transformación, distribución y comercialización que son el gran caballo de batalla por el que tenemos que apostar" en un sector en el que "los circuitos cortos" de venta son esenciales.

Sádaba ha recordado que el servicio de Fomento del Desarrollo Rural de la delegación de Empleo y Desarrollo Provincial viene colaborando "activamente" con todos los agentes que trabajan por la agricultura en la provincia.

Especial importancia para el mercado tiene, en este sentido, la producción ecológica que, a juicio de la diputada de Empleo, ha de ir de la mano de "la innovación en los ámbitos rurales, sobre todo en el sector agroalimentario".

Según ha explicado la diputada, la organización del encuentro, por tanto, ha tratado de abrir esta iniciativa a productores pero también a empresas que trabajan de lleno en el circuito de la "distribución próxima" o la hostelería pues "darle salida a los productos de nuestra tierra" que tienen un "marcado carácter ecológico" es una "apuesta cada vez más segura" dada la aparición de nuevas pautas de consumo cada vez más afianzadas en el mercado.

Se ha contado para ello con empresas de la provincia que disponen de experiencia en este sentido las cuales han podido compartir con agricultores y emprendedores puntos fuertes y débiles del mercado ecológico en la provincia.

Entre las actividades cabe destacar la ponencia de José Miguel Garrido, ingeniero agrónomo especialista en producción ecológica, que profundizó en la caracterización del sector ecológico granadino, o la mesa redonda sobre modelos y experiencias del sector con la participación de la asociación de la raza ovina lojeña (Covecol), la almazara Vallés Operé, las sociedades agrarias de transformación Arboreto y Crisol, y Semilleros Saliplant.

Con financiación europea, el proyecto ITERA-AA surge en un contexto de sobreproducción y degradación medioambiental en el que el modelo agrícola europeo dominante debe afrontar importantes desafíos.

Al mismo tiempo, el mundo rural ha de reinventar nuevos valores añadidos a través de las producciones agrícolas tradicionales y estableciendo nuevos vínculos entre productores y consumidores.

Los objetivos del proyecto son, en este sentido, tres: mantener el valor añadido a las producciones agrícolas en los territorios y elaborar productos diferenciados para el mercado; acercar oferta y demanda en una base territorial; y partir de las necesidades de las empresas para construir formaciones y recorridos de acompañamiento, y hacer que los recursos existentes sean asequibles.