Diego Martínez y Pilar Aranda, galardonados con la insignia de oro de la Facultad de Ciencias del Deporte

El entrenador del Granada CF, Diego Martínez, la rectora de la UGR, Pilar Aranda, y Margarita Navarro, miembro del Personal de Administración y Servicios, han recibido este lunes la insignia de oro de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada. El acto, celebrado este mediodía en el Aula Magna de dicha Facultad, ha sido dirigido por la propia Pilar Aranda y por el Decano del centro, Aurelio Sánchez Vinuesa, para quien también ha habido una sorpresa final con motivo de su despedida al frente de la institución.

Diego Martínez, acompañado por su familia, así como por el director deportivo del Granada CF, Fran Sánchez, el secretario técnico, Luis González, y la directora de Relaciones Externas y Desarrollo, Paula de la Peña, mostró su enorme agradecimiento con unas emotivas palabras en las que quiso transmitir el reconocimiento a sus antiguos profesores en esas mismas aulas y el orgullo que sentía de ser egresado de la Facultad de Ciencias del Deporte de Granada. El técnico rojiblanco incluso bromeó con el momento de recibir el galardón teniendo en cuenta el resultado de este domingo en el Wanda Metropolitano. No obstante, se trata de una distinción cuya entrega estaba prevista para el mes de marzo y que tuvo que posponerse por motivos evidentes.

La rectora de la UGR, Pilar Aranda, también quiso agradecer el obsequio tras su larga trayectoria como docente y responsable de distintas áreas de la propia Facultad antes de llegar a ser la primera mandataria de la institución granadina. Aranda se deshizo en elogios hacia sus antiguos compañeros, quienes le devolvieron el reconocimiento tras una carrera dedicada a la mejora constante de la Facultad del Deporte. La rectora dedicó unas bonitas palabras hacia Diego Martínez, a quien alabó por su humildad y sencillez como uno de los mejores antiguos alumnos del centro.

La emotiva ceremonia concluyó con una sorpresa de despedida al Decano, Aurelio Sánchez, cuyo retrato fue colgado en ese preciso momento en el Aula Magna y descubierto por él mismo entre los aplausos del equipo decanal, docentes, familiares y demás asistentes al acto. Al término del mismo, un sonriente Diego Martínez se detuvo pacientemente con todo aquel que así lo requirió tanto para una pequeña charla, una foto o un autógrafo.