Detenido el presunto instigador de un delito de atentado contra los agentes de la Guardia Civil

Tras el altercado que se produjo el pasado día 21 de diciembre de 2020 durante la detención en Pinos Puente del que era el delincuente más buscado de la provincia de Granada, donde resultaron heridos leves seis agentes; la Guardia Civil, en la segunda fase de la operación Kyrios, ha detenido al hermano del anterior, un individuo de 29 años con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de atentado a agente de la autoridad con resultado de lesiones leves ya que fue el principal instigador de la agresión a los agentes para intentar arrebatarles de las manos al detenido.

Además de la persona detenida, la Guardia Civil ha identificado a 16 personas más, tres de ellos menores de edad, que serán citados por el Juzgado de Instrucción número cinco para ser investigados por un delito de atentado a agente de la autoridad.

Tras el altercado la Guardia Civil abrió una investigación y las claves para que hoy hayan sido puestos a disposición judicial el detenido y las 16 personas restantes, han estado en el visionado de las imágenes de vídeo y en las declaraciones de los agentes que resultaron heridos.

La agresión a los agentes se produjo el pasado día 21 de diciembre a las 15:30 horas en la barriada de Las Flores de Pinos Puente, cuando un dispositivo de la Guardia Civil intentaba detener al delincuente más buscado de la provincia de Granada, un peligroso individuo de veintisiete años de edad que estaba reclamado por catorce juzgados, y al que se le buscaba como presunto autor de varios tiroteos con tentativa de homicidio y por varios “vuelcos” de marihuana.

Tras el tiroteo ocurrido en Albolote en febrero de 2020, la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Servicio de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada se hicieron cargo de las investigaciones para dar con este peligroso y escurridizo delincuente.

Fue localizado finalmente en Pinos Puente y cuando los guardias civiles de paisano desplegados intentaron detenerlo, se resistió dando mordiscos y patadas, y se puso a gritar pidiendo ayuda.

Al momento una muchedumbre rodeó y agredió a los guardias civiles intentando arrebatarle al detenido. Hasta en dos ocasiones consiguieron arrancarlo de las manos de los agentes. En la última sus familiares intentaron meterlo en un coche y huir con él, pero los guardias, a pesar de los golpes que recibieron, consiguieron detenerlo definitivamente.

Durante la detención resultaron heridos de distinta consideración seis agentes por mordeduras y golpes. Los vehículos oficiales también resultaron dañados por una lluvia de piedras cuando la Guardia Civil abandonaba la zona con el detenido.