Desaparece La Sabanilla, uno de los bares más antiguos de Granada

A pesar de las peticiones por parte de muchos colectivos, finalmente ha sido derribado el edificio que albergaba una de las tabernas emblemáticas de la ciudad

Ruinas del bar La Sabanilla
Derruido el edificio en el que estaba ubicado el bar La Sabanilla | Foto y vídeo: Antonio L. Juárez
María José Ramírez
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La Sabanilla, uno de los bares más antiguos de Granada, concretamente el segundo más longevo, que desde 1883 tenía abiertas sus puertas en la calle San Sebastián, ha sido derruido después de los avisos de Urbanismo. Muchos de los fieles que había cosechado este establecimiento a lo largo de los años habían puesto todo su empeño en impedir lo que finalmente ha sucedido.

Ni la recogida de firmas por parte de la plataforma ciudadana, ni las exigencias de Izquierda Unida al Ayuntamiento de Granada para una mayor protección sobre este edificio histórico han sido suficientes para que uno de los bares con más historia pusiera punto y final a la suya después de que fuese declarado en ruinas por riesgo de derrumbe en 2010.

El bar La Sabanilla se ubicaba en un edificio catalogado por el Plan Especial Centro, lo que implica que debía ser protegido por pertenecer al patrimonio cultural de la ciudad. A pesar de esto, se ha permitido que el edificio sea declarado en ruina y finalmente se haya derruido. Así, Granada pierde un edificio singular y catalogado que albergaba una de las tabernas más longevas de la ciudad. La más antigua es Casa Enrique, ubicada en Acera del Darro, que abrió en 1870.

Muchos granadinos creen que se deberían haber tomado medidas antes y no haber permitido que el bar La Sabanilla y el edificio en el que estaba desaparecieran. “El callejón ahora ha quedado desolado. Allí se reunían artistas, todos los bohemios de Granada y tenía su encanto, era especial y lo echamos en falta”, asegura a GranadaDigital Francisco José Gómez, el dueño de la tienda Festival Discos, próxima a donde estaba el bar La Sabanilla.

“Siempre que desaparece un comercio o un edificio antiguo da pena, porque la historia va desapareciendo con él”, apunta José Manuel Con Pintor, el dueño de la librería religiosa Sagrado Corazón, cercana también al edificio del bar La Sabanilla. “Su desaparición es una pena porque es de las poquitas cosas emblemáticas que había”, indica. La zona, junto a la Plaza Bib-Rambla, ha cambiado con el paso de los años y ya cada vez quedan menos comercios de los de antaño. “La esencia todavía se mantiene un poquito, con cafeterías en la plaza y con los poquitos edificios que se van manteniendo. Pero cada vez que desaparece un comercio antiguo, se nota”, señala.

 







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