El Granada se desarma al primer golpe y se topa con un muro (2-0)

Los rojiblancos estaban aguantando el tipo en el campo del Espanyol pero el primer tanto de Pedrosa desactivó a los de Robert Moreno el tiempo suficiente para encarrilar el partido

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Germán remata un córner | Foto: GranadaCF
Jero Camero
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El Granada CF no ha sido capaz de mantener su buena dinámica de resultados. El conjunto rojiblanco llegó a Cornellà con el único cambio en el once del ingreso de Monchu por el lesionado Luis Milla. Con el mismo esquema con el que se ganó al Levante, Robert Moreno quiso intentarlo una vez más ante el Espanyol.

A pesar de las dudas que Monchu había ido sembrando a lo largo de la temporada, el balear consiguió reponerse y firmar un partido aceptable estando acompañado únicamente por Montoro. Sin embargo, la carencia de lustre volvió a aparecer en la parcela de ataque una vez más.

El Espanyol vio su oportunidad y se acercó a los dominios de un Luís Maximiano que volvió a presentarse como el salvador de los rojiblancos. Pero no pudo hacer nada frente a la imperial volea de Adrià Pedrosa a la salida de un córner. Un golpeo excepcional que mandó a la lona a los jugadores del Granada.

El tiempo que tardó el equipo en recomponerse fue más que suficiente para que el Espanyol oliera la sangre. El partido, que hasta el momento había estado muy igualado, cayó del lado perico y los aprovechó Raúl de Tomás para poner el segundo tanto en el marcador justo antes del descanso.

Al Granada solo le quedó encomendarse una vez más al factor remontada. Fue el Espanyol el que dio el primer susto, pero Maximiano estuvo salvador por enésima vez. Tampoco subió al marcador un zapatazo de Yangel Herrera que terminó en el fondo de la mallas al encontrarse en fuera de juego.

A partir de ahí, comenzó el recital de Diego López. El guardameta de 40 se encargo de que su equipo no tuviera que preocuparse por el marcador hasta el final del partido. Jorge Molina lo intentó por activa y por pasiva, pero cuando no era López, era la madera lo que frustraba el gol. Tampoco tuvo fortuna Germán, que se encontró con una mano sobre la línea.

Un despliegue ofensivo en la segunda mitad que no tuvo premio y que no sirvió para maquillar los quince minutos de despiste de la primera parte. El juego rojiblanco sigue creciendo, pero falta adecuación en ciertos tramos del choque. El falso 4-4-2 le funciona a Robert Moreno y el Granada genera algo más, aunque esta vez se topó con un Diego López que terminó con siete paradas.







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