El Covirán Granada gasta su opción de derrota demasiado pronto (71-75)

Los rojinegros caen ante Gipuzkoa Basket en un encuentro donde la presión y los errores ofensivos fueron los protagonistas

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Imagen del encuentro entre Covirán Granada y Gipuzkoa Basket | Foto: Fundación CB Granada
Ainoa Morano
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Siempre dice Pablo Pin que no hay que mirar más allá del partido que se tiene que jugar, pero seguro que en la cabeza de todos los aficionados rondaba la idea de que el partido de Alicante del próximo domingo sería el más difícil de esta semana. Sin embargo, una vez más la LEB Oro ha demostrado que en esta competición nunca se sabe quién te puede plantar cara. Salió muy confiado Covirán Granada al parqué del Palacio. Acertado en el tiro exterior y fuerte en defensa. Con el 15-7 en el marcador parecía que el encuentro sería un mero trámite, que la euforia y el golpe de moral conseguido hace unos días en Madrid serviría para vencer con relativa comodidad a Gipuzkoa Basket. Nada más lejos de la realidad. Un parcial de 0-10 para los vascos sirvió como golpe de realidad a los rojinegros. Aquí hay que pelear hasta el último segundo. Como no podía ser de otra forma, los árbitros tuvieron su parte de protagonismo. Faltas sin sentido, un campo atrás clarísimo no pitado y una permisividad en el juego que llevó a los de Lolo Encinas a engancharse al partido desde el tiro libre y cerrar el primer cuarto con un 22-25 en el marcador.

Sin mostrar sus armas en el tiro exterior, Gipuzkoa Basket fue tomando el control poco a poco en el juego. El conjunto vasco planteó un sistema de transiciones rápidas combinado con un juego agresivo que, unido a la excesiva permisividad de los colegiados hizo que los granadinos sufriesen más de lo esperado durante el segundo periodo. La anotación de los de Pablo Pin se estancó, tan solo seis puntos en seis minutos. Por suerte, sus rivales tampoco estuvieron demasiados acertados de cara al aro lo que permitió que la relativa igualdad en el marcador se mantuviese. 

Con un parcial de 0-5 para los vascos que puso el 30-38 en el marcador, el técnico granadino se vio obligado a parar el encuentro por segunda vez. Petit Niang se vio completamente superado en el juego interior, totalmente solo sin la ayuda de Edu Gatell o David Iriarte y con tres jugadores del conjunto vasco continuamente marcándolo, el juego en zona era prácticamente imposible. Poco a poco, Gipuzkua comenzó a despertar en su faceta anotadora desde la línea de tres y la brecha se fue abriendo cada vez más, no en el marcador, pero sí en la confianza sobre la pista, algo que llevó a los rojinegros a marcharse siete puntos abajo en el luminoso al descanso. (34-41). 

Los fantasmas del pasado de la Copa Princesa o Lleida aparecían levemente. El Covirán Granada debía recobrar esa garra y esta fuerza que los llevó a vencer el pasado fin de semana en Madrid y a ser líderes. Los rojinegros necesitaban recuperar a Lluís Costa y Pere Tomás, ambos con demasiados fallos en la primera mitad del encuentro y cometiendo demasiadas pérdidas (11 en total en los dos primeros cuartos). De regreso al parqué, la afición se convirtió en el sexto jugador que tanto necesitaba este equipo. El Palacio volvió a ser el de las grandes ocasiones, apretó en cada jugada, en cada defensa y su energía llegó a los jugadores en pista. 

Pablo Pin volvió a apostar por Lluís Costa, Pere Tomás y Petit Niang en el quinteto inicial, convencido de que encontrarían su mejor versión. No se equivocaba el técnico granadino. Los rojinegros recuperaron el dominio en el rebote, apretaron en defensa y volvieron a su acierto habitual en el plano ofensivo. Pere Tomás fue el revulsivo que tanto necesitaba el equipo y junto a Jacobo Díaz, brillante en el juego en zona pusieron a Covirán Granada de nuevo por delante en el marcador. Cuando más tenso estaba el encuentro, Christian Díaz recibió un codazo que lo obligó a marcharse dolorido y ensangrentado. Tras unos minutos de pausa, Jacobo Díaz recordó al Palacio que una victoria vital estaba aún en juego, esto no se había acabado.

Aunque el esfuerzo de Covirán Granada en el tercer cuarto fue titánico, resultó insuficiente para romper el partido. Con el 58-56 comenzaron los últimos diez minutos de un encuentro que seguro tendría un final de infarto. Gipuzkoa siguió anotando desde el tiro exterior. Covirán por su parte sumaba una contra fallida tras otra, los puntos no llegaban y no por falta de intentos. A falta de dos minutos para el final del encuentro, cada jugada era una pequeña guerra que ganar. Un tapón de Petit Niang, otro más en este partido, dio una vida extra a los rojinegros. 

Con el 69-71, Covirán Granada tuvo la opción de empatar o adelantarse en el partido en el último minuto de juego. Hasta seis rebotes ofensivos consiguieron los granadinos, lo intentaron de todas las formas posibles, pero el balón no quiso entrar. Una nueva falta de los rojinegros concedió dos tiros libres más a los vascos. El Palacio hizo su trabajo, pero Ben Simons también. 69-73 y siete segundos para el final. Los últimos segundo fueron un continuo intercambio de tiros libres, siendo los últimos nuevamente de Ben Simons, consumando así la victoria de Gipuzkoa Basket. La derrota llegó antes de los esperado, pero esto sigue y viene Alicante.

Ficha técnica:

Covirán Granada: Costa, Germán, Bropleh, J. Díaz, Niang -quinteto inicial-. Ellisor, Gatell, C. Díaz, Pardina, Tomàs e Iriarte.

Acunsa Gipuzkoa: Simons, Steinarssson, Barton, Martínez, Zubizarreta, -quinteto inicial- Oroz, Barton, Motos, Beraza, Mallers, Delas, Proleta

Parciales: 22-25, 12-16 -descanso-, 24-15, 13-19

Colegiados: Pere Munar Bañón, Daniel Checa Nebot, Alejandro Benavente Parra

Incidencias: Ramón Vilá no ha podido disputar el encuentro aplazado de la Jornada 21 ya que en su fecha inicial no estaba inscrito con el equipo







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