El Covirán se aferra a la ACB a base de garra (86-80)

Los rojinegros lograron darle la vuelta al marcador tras estar todo el partido por debajo para cosechar su séptima victoria de la temporada

© Coviran Granada | Fermín Rodríguez
Riccardo Visconti durante el partido ante Baxi Manresa | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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El Covirán Granada resurge como el ave fénix de su escudo. Los rojinegros desearon más que su rival un triunfo que les permite cortar su mala racha de nueve derrotas consecutivas. Una victoria que permite a plantilla y afición volver a sonreír y, por qué no, tratar de soñar con una permanencia que aun queda lejana.

Con un Palacio de los Deportes más vacío de lo habitual dada la coincidencia del encuentro ante Manresa con el duelo que el Granada CF disputaba ante el Elche arrancó un encuentro que ya comenzó con sorpresa antes de su pitido inicial. Samuel Griffin se cayó de la convocatoria a última hora aparentemente por una decisión técnica entrando en su lugar Pere Tomàs. Intercambio de canastas inicial en el que los rojinegros mostraron un mejor nivel defensivo que el visto hace tan solo una semana ante Leyma Coruña. La necesidad de reivindicarse y al menos tratar de que el descenso llegase lo más tarde posible era evidente. Esa actitud que reclamaba Pablo Pin en la previa del partido al fin se vio. Los granadinos frenaron desde la defensa las transiciones habituales y letales de su rival, minimizando los errores propios para así tener una mínima opción de victoria. A pesar del buen juego del Covirán Granada, los fallos en ataque impidieron que la distancia en el marcador se ampliase, dando opción a los de Diego Ocampo de dar el primer golpe del partido con un 6 de 9 en triples en los primeros diez minutos (18-26).

Los minutos de desconexión, mínimos por suerte, se paliaron en un inicio de segundo periodo encomiable. Silverio tomó la batuta ofensiva del equipo para recortar distancias, mientras que el juego en equipo a nivel defensivo dejó a Manresa más de dos minutos sin anotar. Con el 29 a 30 tras un inicio de cuarto enérgico y físico de los rojinegros Manresa tomó distancias como acostumbra. Un triple de Dani Pérez y una canasta en transición puso el 29 a 35 en el luminoso. Aun así, las sensaciones que transmitía el equipo eran positivas. Había partido hasta que los de siempre decidieron aparecer. Aurrecoechea anotó una bandeja al límite de la posesión, una canasta que Diego Ocampo reclamó airadamente desde la banda por considerar que se encontraba fuera de tiempo. No dudaron los colegiados en darle la razón sin ni siquiera revisar la jugada ni pedir al técnico que pidiese un challenge. Algo que sí reclamaron a Pablo Pin en el duelo ante Hiopos Lleida cuando el entrenador granadino protestó por una canasta de Rubén Guerrero que no se consideró dentro de tiempo y que ni se revisó por voluntad propia de los árbitros. A este escándalo se le sumó un momento de tensión en el que Massa se encara con Ubal y no se pita nada o una antideportiva señalada a Visconti cuanto menos dudosa. Unas decisiones que llevaron a los rojinegros a la desconexión total por unos minutos y que permitieron a Manresa marcharse al descanso con el 38 a 46.

Tras el paso por vestuarios y una sonora pitada para los colegiados por parte del Palacio, arrancó un tercer periodo en el que las costuras del Covirán Granada volvieron a estar muy presentes. Los rojinegros siguieron poniendo sobre la pista la garra y la energía que los ha caracterizado durante toda la temporada, pero son sus propios errores los que los condenan una y otra vez. Trataron los granadinos de consumar la remontada en varias ocasiones. Tuvo la oportunidad de hacerlo más de una vez, pero en el momento decisivo, cuando el marcador tan solo contaba cuatro puntos de diferencia, los lanzamientos volvían a no entrar dejando que los de Diego Ocampo encontrasen con relativa facilidad su posibilidad de volver a ampliar la ventaja a los diez puntos. Nuevamente el problema desde el tiro exterior atosigaba a un Covirán que al término del tercer periodo solo había anotado dos triples. Unas carencias que solventaron en el tramo final del encuentro.

Con el 60 a 68, muchos empezaron a desfilar por los pasillos del Palacio de Deportes para acudir al Nuevo Los Cármenes. Quizás se esperaban un final de película como el que se venía dando durante demasiadas semanas. Sin embargo, nunca hay que dar a un equipo por muerto y menos a un Covirán Granada que si algo ha demostrado es que le sobra coraje para plantarle cara a quien se ponga por delante. Agustín Ubal puso el corazón para liderar la remontada, mientras que Valtonen y Visconti se encargarían de recuperar el acierto desde la línea de 6’75. La remontada se fue construyendo a base de perseverancia y del orgullo herido de un equipo que mereció más triunfos y más respeto. El uruguayo sumó unos puntos vitales cuando más apretado estaba el partido. Por fin las bandejas no se salían, por fin la mano no tembló. Por fin se le hizo justicia a un Covirán Granada que ha roto su mala racha de nueve derrotas consecutivas. Los rojinegros recogen la recompensa que tanto merecían. Quizás un poco tarde, aunque una alegría siempre es bienvenida. Con el 86 a 80 se enciende un poco más la llama de una esperanza que parecía muy apagada. Resta cinco finales.

Ficha del partido:

Covirán Granada: Rousselle, Bezhanishvili, Valtonen, Noua, Ubal - quinteto inicial - Aurrecoechea, Guerrero, Visconti, García, Tomàs, Silverio, Ndiaye

BAXI Manresa: Massa, Alston Jr, Obasohan, Pérez, Traore - quinteto inicial - Jou, Steinbergs, Sagnia, Sant-Supery, Gaspà, Hunt, Cate

Parciales: 18-26; 20-20 - descanso - 22-22; 26-12

Árbitros: Martín Caballero, Alfonso Olivares y Yasmina Alcaraz

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 29 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes de Granada el sábado 26 de abril a las 16:30 horas. Partido adelantado en horario por la coincidencia con el encuentro del Granada CF en el Nuevo Los Cármenes ante el Elche.