Cómo saber si un juguete es seguro o no esta Navidad

El marcado CE debe figurar de manera visible, legible e indeleble en el propio juguete para ayuda a identificar los juguetes seguros

Jucartoy | Juguetes
Juguetes expuestos en una tienda | Foto: Archivo
Patricia Vázquez
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Llegan unas fechas muy señaladas para los niños. Nuestros pequeños ya han elegido qué juguetes quieren que sus Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente les traigan este año. Pero claro, a los padres nos surgen dudas sobre si esos juguetes pueden llegar a ser apropiados para la edad de nuestros hijos. Porque muchas veces ellos se dejan llevar por lo que ven en los anuncios de televisión o los que más les llama la atención en los catálogos de las tiendas, y nos toca a los adultos elegir cuáles son los más seguros para ellos.

Por eso, desde la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía han recordado que el marcado CE indica que el producto cumple con los requisitos establecidos por la normativa europea de seguridad. Este símbolo debe figurar de manera visible, legible e indeleble en el propio juguete o bien en la etiqueta o en el embalaje, según las características del producto, en todos aquellos artículos destinados a ser utilizados por menores de 14 años.

Éste sería el primer paso para comprobar si el juguete que se va a adquirir es seguro para su uso por parte de la población infantil, pero es que, además, desde Consumo se insta a elegir siempre productos educativos y adecuados a la edad del niño o de la niña que los vaya a utilizar, y evitar aquellos que transmitan valores sexistas, violentos o racistas.

Otra de las características que debemos tener en cuenta es que las instrucciones de uso y advertencias deben estar redactadas con claridad y en español.

Pero en este artículo os queremos dejar algunos consejos más para que podáis tenerlo en cuenta cuando vayáis buscando el regalo perfecto que los Reyes Magos dejarán bajo el árbol de casa esta Navidad.

1. No pueden ser excesivamente rígidos para que soporten los golpes y torsiones que el niño pueda infringirle mientras juega.

2. No deben contener elementos que el niño pueda desmontar ni piezas pequeñas que puedan suponer un peligro de asfixia, así como cintas, elásticos, cuerdas o cadenas que se puedan enredar en el cuello.

3. En el paquete debe figurar para qué edad están recomendados y, en su defecto, si no son aptos para menores de tres años.

4. Si el juguete funciona con electricidad, debe llevar un sello de seguridad y no exceder los 24 voltios. En caso de que utilice pilas, estas deberán ir bien protegidas de tal manera que el niño no pueda abrir la caja donde vayan metidas.

5. Es preferible evitar juguetes con sonidos muy agudos o elevados que puedan dañar la audición.

6. Los columpios, andadores o correpasillos deberán tener respaldo y un arnés de seguridad.

7. Comprobar que no llevan una sustancia llamada ftalato, que reacciona con la saliva de bebés y está prohibida por su toxicidad. A la hora de adquirir pinturas, ceras o rotuladores, se debe comprobar en la etiqueta que no son tóxicas.

8. Los productos para bebés, como sonajeros y mordedores, no deben tener bordes cortantes ni ser demasiado pequeños.

9. Asegurarse de que el artículo y sus piezas hayan estado sometidas a ensayos en laboratorios certificados, por lo que deberán llevar el sello correspondiente.

10. Tener la certeza de que el establecimiento o tienda donde compramos los juguetes sean de confianza y responsables. Sobre todo, si tenemos que reclamar algún desperfecto o problema en el juguete.

Por su parte, en el caso de los videojuegos se debe comprobar el código PEGI, un sistema de clasificación de contenidos que indica en el embalaje la edad recomendada para su uso. Además, se incluyen diferentes símbolos que permiten identificar el contenido sensible, para limitar la exposición de las personas menores de edad a contenidos que podrían resultarles inadecuados.

Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la Junta de Andalucía ahonda en que la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a los consumidores y usuarios, impulsado por la Consejería de Salud y Familias.

Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página web, del correo electrónico ([email protected]), del perfil de Twitter (@consumoresponde) y el de Facebook.

También se puede recibir asesoramiento en las delegaciones territoriales de Consumo presentes en todas las capitales de provincia, así como en las oficinas municipales de información al consumidor (OMIC), y en las organizaciones de consumidores y usuarios.







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