Cómo deshacernos de un inquilino que no paga el alquiler

Por desgracia, a día de hoy es habitual que nos encontremos con la desagradable situación de que alquilamos un local comercial o una vivienda a un inquilino pero, tras un tiempo, de repente deja de pagarnos el alquiler. Por ello vamos a analizar algunos aspectos clave que nos ayudarán a entender mejor el proceso a través del cual podremos deshacernos de él.

Inquilinos
Imagen ilustrativa | Foto: Gabinete
Gabinete
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Existen distintas posibilidades a través de las cuales podemos deshacernos de un inquilino que no paga el alquiler de la vivienda o local comercial que le hemos arrendado, de manera que, si os veis en esta tesitura, es importante en primer lugar que conozcáis el modo en que se debe proceder en estos casos, de la misma manera que también es recomendable tener en cuenta aquellas cosas que no se pueden hacer debido a que nos pueden complicar más la situación.

Cómo es el proceso para deshacernos de un inquilino moroso

Por desgracia, si alquilamos algún tipo de vivienda, bajo comercial, etcétera, en cualquier momento nos podemos encontrar con que un inquilino no paga las mensualidades pactadas, de manera que debemos proceder a iniciar el procedimiento para echarlo y de esta forma recuperar nuestra pertenencia.

Cabe destacar que la ley defiende al arrendador en el caso de impago de la renta o de cantidades que se hayan asumido, así como por la falta del pago del importe de la fianza o de su actualización en caso de que fuese necesaria.

En este caso lo que haríamos sería proceder a interponer una demanda de desahucio de manera que se solicita al juez que desaloje al inquilino y que dé por finalizado el contrato. Por otra parte también se puede aprovechar para solicitar que se condene al moroso a pagar la cantidad debida así como las costas que hemos tenido que abonar para comenzar el procedimiento.

Hay que tener en cuenta que esta situación se puede dar también por ejemplo en el caso de que el inquilino pague el alquiler, pero no haga lo propio con los recibos que estén a su cargo como el agua o la electricidad, de manera que podremos evitar que nos endeude, lo que podría suponer un importante problema para nosotros en el futuro.

Por otra parte, también se puede interrumpir el procedimiento en el caso de que el arrendador ponga a disposición del tribunal o a través de un notario el importe total de la cantidad que se reclama. Es decir, en estos casos se produciría lo que se denomina enervación de la demanda, de manera que el inquilino puede archivar el procedimiento pero tan sólo una vez, es decir, en el caso de que de nuevo el arrendador tuviese que recurrir al tribunal para que se les satisfagan las cuotas estipuladas, entonces ya no dispondría de este derecho.

Lo que nunca debes hacer para evitar problemas

En cualquier caso es muy importante que tengamos en cuenta que el procedimiento se debe llevar a cabo de forma legal y mediante los trámites que nos indique nuestro abogado, ya que de lo contrario, cualquier acción por nuestra parte puede hacer que el proceso se dilate o incluso que se pueda volver contra nosotros.

Por ejemplo, una de las ideas que pasa por la cabeza de muchos arrendadores que se ven en este tipo de situación es cambiar la cerradura para que el inquilino no pueda volver a acceder a su interior. Sin embargo, en este caso el contrato todavía sigue en pie, de manera que, si no ha sido rescindido por el juez, entonces el inquilino tendrá derecho para denunciarnos por allanamiento o coacción.

Esto mismo ocurriría si cortamos el agua, la electricidad, etcétera, lo que significa que debemos dejar que el proceso avance de la forma legal establecida.

Si queréis saber más acerca de cómo deshaceros legalmente de un inquilino que no paga el alquiler, os aconsejamos que echéis un vistazo a este artículo de interés donde encontraréis un montón de información muy interesante.







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