"Come on, mi Granada!"

Adam Hanks, Aidan Shearer y Dermot O'Connor viven el granadinismo desde Inglaterra, Escocia e Irlanda; el primero de ellos viajó para ver al equipo este domingo y los dos últimos estarán en Mallorca

Granada CF -  Celta de Vigo
Aidan Shearer (izquierda) y Adam Hanks, en la previa del Granada-Celta | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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Adam Hanks camina por la calle Pintor Manuel Maldonado con una sonrisa contagiosa. Hace más de dos años que no puede ver un partido de su equipo a menos de 2.429 kilómetros, desde el empate a cero entre el conjunto rojiblanco y el Celta correspondiente a la temporada 2019/2020. Este domingo, volvió, de nuevo para ver un encuentro entre nazaríes y vigueses. "Mi regreso fue asombroso y emotivo. He amado cada minuto", asegura, satisfecho tras comprobar que sigue siendo talismán: "Aún no lo he visto perder". En los aledaños del estadio, conoció a Aidan Shearer, que desde el pasado mes de julio vive en la ciudad y es abonado. A 2.775 kilómetros de Los Cármenes, en Maynooth, Dermot O’Connor vive la cita con sus amigos, nervioso frente al televisor. Son un inglés, un escocés y un irlandés, pero no protagonistas de un chiste rancio, sino de sendas historias de una pasión común: el Granada.

El viaje de Adam es significativo. 792 días sin poder encontrarse con su equipo se hacen duros. "Estoy muy nervioso por, finalmente, poder volver a España, al Nuevo Los Cármenes y a Granada en sí", expresaba antes de montarse en el avión. Nacido en Barnsley, Inglaterra, en 1991, sitúa el germen de su granadinismo en torno a 2017. "Escribía sobre fútbol español en mi tiempo libre porque antes trabajaba a media jornada y tenía tiempo para ver LaLiga cada fin de semana, todos y cada uno de los partidos. Ello me dio ganas de ir a España y viajar todo lo que pudiera", recuerda. Lo hizo, a través de medio país, y vio lugares que le encantaron, pero la ciudad de la Alhambra "te impacta". "Puedes ver Sierra Nevada al fondo del estadio, desde las aceras del centro e, incluso, ¡desde Huétor Tájar!", destaca, encandilado.

Adam Hanks, en el estadio | Foto: GD

Adam Hanks, en el estadio | Foto: GD

Su primer encuentro en el feudo nazarí fue la victoria del Granada contra el Betis en octubre de 2019. "Todavía recuerdo estar en lo más alto del Fondo Sur, viendo el Fondo Norte lleno de béticos, y mi celebración cuando Carlos Fernández dio aquel bonito pase al área para encontrar a Álvaro Vadillo, que marcó el gol de la victoria", relata. Se enamoró del equipo y de un ambiente "fantástico". "Sentí la increíble y cercana conexión entre el entrenador, el club, los jugadores y los aficionados, cómo todo el mundo es una familia", expone.

Desde entonces, el hoy miembro de la Peña Granadinista en Madrid ha visitado la ciudad en varias ocasiones. En aquella misma campaña, vio al Granada en otros tres encuentros en Los Cármenes, contra el Espanyol, ante el Valladolid y el citado duelo frente al Celta. Ninguna derrota en su historial. "Soy una especie de amuleto de la buena suerte", sugiere bromeando. Lo que es una certeza es el sentimiento que le mueve, aun lejos del equipo. "Vivir esta pasión ha sido más fácil porque tengo grandes amigos como Heath Chesters o los miembros de la Peña en Madrid", exterioriza.

Amor de Erasmus

La historia entre Dermot O’Connor (Donegal, Irlanda, 1998) y el Granada comenzó en 2018, cuando el conjunto rojiblanco estaba en Segunda división. "Tengo que confesar que también soy aficionado del Celtic de Glasgow", advierte, como elemento fundamental en la narración. Viendo un partido entre el conjunto escocés y el Inter de Milan en 2015, conoció a Carlos, la llave de su granadinismo. Le convenció para que hiciera su Erasmus en la ciudad y, una vez allí, le llevó al estadio. "Me llevó a Los Cármenes por primera vez y a la tienda, a comprar la rojiblanca horizontal. Después, a mi primer partido. Fue contra el Rayo Majadahonda, ganamos 3-0", recuerda.

Aidan Sherarer, en un encuentro de esta temporada | Foto: GD

Aidan Sherarer, en un encuentro de esta temporada | Foto: GD

Lo cuenta como si estuviera viviéndolo de nuevo, como si ante sí estuvieran proyectando la película de aquel día. "Vivía en la Gran Vía. Cogimos el metro en la calle Recogidas y, después, fuimos al campo con nuestras entradas en mano, nuestras camisas rojiblancas y la bandera de mi país, Irlanda -no falta en sus encuentros, como tampoco las previas tomando una ‘milnoh’, su cerveza favorita-. Me sentí increíble, no podía creérmelo cuando entré por primera vez en el Fondo Norte. las vistas, el campo, la Sierra Nevada…", detalla. Mira a aquel día con "nostalgia". Aprovechó su estancia en Granada para ver todos los partidos de la temporada 2018/2019, la del ascenso a Primera división, y enamorarse de la unión entre hinchada y club antes de regresar a Irlanda.

En febrero de 2020, regresó para ver por primera vez al conjunto granadino en la élite del fútbol, contra el Espanyol. "Ganamos 2-1. Darwin Machís marcó antes del descanso y Carlos Fernández, inmediatamente después, hizo un golazo", apunta. Fue la última vez que pudo ver en vivo al cuadro nazarí. La próxima será en Mallorca, el próximo sábado.

"Mis amigos empezaron a hablar de la posibilidad de ir a Mallorca por un grupo. Me dijeron ‘¿quieres venir?’, y dije que claro que sí. Me fui a jugar un partido de fútbol. Creo que tuve muchos errores defensivos porque estaba pensando en ver al Granada. Cuando volví a casa, me compré los vuelos directamente", relata. Aguarda ansioso el reencuentro con el conjunto rojiblanco. "Es difícil animar al equipo desde fuera porque no estoy en la calle para animarlos como los demás, pero mi pasión no me aleja. Aumenta más porque estoy fuera. Me motiva más para luchar y gritar el nombre del club. Vivo a más kilómetros que los tíos del Zaidín, de Albolote, del Albaicín o de Maracena, pero mi voz también es importante", sostiene.

Aidan Shearer (1998) dejó su Escocia natal hace tiempo. Conoció Granada también de Erasmus, durante la temporada 2018/2019. Se enamoró de la ciudad y del equipo, al que vio en dos encuentros aquel curso. "Vi que el fútbol español es muy diferente del escocés, había una pasión por el equipo", afirma. Cuando terminó la carrera, se instaló en Málaga, lo que le permitió desplazarse para ver algunos encuentros más, pero no fue hasta este ejercicio cuando, por encontrar un puesto de trabajo desde casa, como traductor, pudo mudarse cerca de su equipo. "Vivo al lado de Los Cármenes. Me hice abonado y ya tengo a mi equipo español", indica.

Dermot O'Connor, durante una de sus primeras visitas a Los Cármenes | Foto: GD

Dermot O'Connor, durante una de sus primeras visitas a Los Cármenes | Foto: GD

"El Granada es el equipo de la ciudad. Todos los aficionados son muy leales, no importa si ganan o pierden. Eso me gusta", destaca. Él no es una excepción. Por eso, en cuanto pudo, sacó sus entradas para ver el partido del próximo sábado en el Visit Mallorca Estadi. "Allí hay muchos lugares británicos, va a ser como estar en casa", bromea,. "Será el primer partido que veo del conjunto fuera de Los Cármenes, y eso lo hace más emocionante. Me encanta ir a estadios nuevos siguiendo a mi equipo", expresa sobre el desplazamiento de la jornada venidera.

Optimismo

Los tres aficionados coinciden en que el curso está siendo "decepcionante". "Creo que deberían haber destituido a Robert Moreno antes, que deberían haber traído a un entrenador para sustituirle", subraya Aidan, contento con la llegada de Karanka. "Sé que es capaz de todo", confía. Para Adam, la directiva rojiblanca ha "avergonzado a este club esta temporada con muchos errores". De hecho, se veía empujado a no viajar. "Es una vergüenza volver cuando nuestro club está en un estado tan desesperado y nuestra permanencia, en amenaza, pero mi Granada me necesitaba y tenía que volver", agrega, con el peso de ser amuleto para los rojiblancos.

Todos, no obstante, creen en la salvación. "El Granada estará en Primera división. Nuestros aficionados tienen que permanecer con nuestro club, animarlos. Si ganamos contra el Mallorca, tienen todas las posibilidades de seguir la temporada que viene", sentencia Dermot O’Connor. "Pase lo que pase, siempre seré el número 12 de la alineación. Se lo debo a todo este equipo y a la gente que me dio la bienvenida", agrega. Los tres darán su aliento al conjunto rojiblanco en lo que resta, desde Mallorca, Inglaterra, Escocia o Irlanda. Gritarán ‘yes’ en lugar de ‘gol’, y compartirán un cántico: "Come on, mi Granada!".







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