Las novias granadinas guardan sus velos hasta que finalice la pandemia

La mayor parte de las bodas en Granada se aplazarán a los meses de septiembre y octubre o, incluso, al próximo año

Retrato de boda - Foto: Faustino Maldonado Román
Imagen de una pareja junto a las damas de honor | Foto: Faustino Maldonado Román
María Soldevilla Méndez
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Con la aprobación del estado de alarma actual, entre otros muchos más sectores, las ceremonias civiles y religiosas, como bodas o bautizos, se han visto enormemente afectadas.

El Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo, especifica en su artículo 11 que “la asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro”.

Además, en distintos municipios, los ayuntamientos han dictado normas aún más específicas para estas celebraciones. Como en el caso de Alhendín, que, durante el tiempo que dure esta crisis, ha prohibido las bodas superiores a 50 personas y las demostraciones de afecto.

“Nos gustaría que nos pudieran besar”, declara en tono jocoso Mónica Huertas. Mónica tenía pensado decir el “sí quiero” a su prometido, Daniel Rodríguez, el próximo 28 de marzo en el Complejo Mayerling de Otura. Sin embargo, el coronavirus aterrizó en la vida de todos y cambió la realidad de muchos, obligando a la pareja a aplazar la boda. “Muchos invitados empezaron a llamarnos preocupados y la mitad de ellos cancelaron su asistencia, por lo que tuvimos que tomar la decisión en base a lo que se nos venía encima”, explica la futura novia.

En el caso de Mónica y Daniel, la decisión fue posponer la boda a septiembre u octubre. Sin embargo, como explica la wedding planner María Ángeles Porcel, otras muchas parejas han optado directamente por la cancelación. “A mí no me han cancelado ninguna porque trato de convencer a las parejas de que aplacen, pero sé de muchas que, por frustración, cancelan directamente”, comenta María Ángeles, que, además de wedding planner, es también oficiante de bodas civiles. “En total me han aplazado unas 8 o 10 bodas, de momento, todas de marzo y abril”, manifiesta añadiendo que mayo “hasta ahora está en stand by”.

La mayoría de estos aplazamientos son, como en el caso de Mónica y Daniel, para después del verano, en concreto octubre, un mes que, según la videógrafa de bodas María Jesús Pinteño, será “un no parar de bodas”.

Además de la desilusión lógica que ha causado esta situación en las parejas, este momento está afectando enormemente al sector de la restauración y ceremonias. “Nunca se había dado una situación como esta, hay años con menos bodas, pero esta bomba, jamás. Esperamos con los dedos cruzados que sea un parón de un par de meses”, confiesa María Ángeles.







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