Los barrios de Granada hablan: Casería de Montijo, Parque Nueva Granada y Campo Verde

Tres de las siete barriadas que componen el distrito Norte de la capital reclaman mayor mantenimiento de jardines e inversiones en infraestructuras, pero se desmarcan del estigma de la inseguridad

Zona de Caseria de Montijo en Granada
Una plaza de Casería de Montijo | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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El distrito Norte de la capital habita en uno de los contextos más complejos de la ciudad, ligado a un estigma del que no logra desprenderse y castigado por una intermitencia eléctrica sin solución desde hace años. Está calificado casi en su totalidad como zona de exclusión social y sus siete barriadas congregan una idiosincrasia propia acostumbrada a convivir con los problemas. Tres de ellas, Casería de Montijo, Parque Nueva Granada y Campo Verde, exponen sus deficiencias y principales reclamaciones de cara a las próximas elecciones municipales en el serial Los barrios de Granada hablan. También ensalzan los puntos fuertes sobre los que se asientan y confluyen en un grito unánime con toda la zona mediante el que pretenden acabar con la etiqueta de la inseguridad: “Esto no es todo plantas de marihuana y Policía”.

De estos tres barrios, el más cercano al centro de la ciudad es Campo Verde. El presidente de su asociación de vecinos, José Manuel Augustín, incide en la preservación de aspectos que ya forman parte de la personalidad de esta sección de la zona Norte. “Tenemos un proyecto de barrio, queremos que continúe la gente bajando las sillas a los portales y jardines en verano, que no se pierda ese carácter de pueblo”, sostiene, antes de aseverar que la barriada “apuesta por el comercio local”. “Dentro del distrito, es un oasis”, considera. En las pocas calles que lo componen, congrega sedes importantes en Granada como la oficina central de paquetería de Correos y la Jefatura Provincial de Tráfico, que lo “llenan de orgullo”. También dispone de dos colegios, uno público y otro privado-concertado, una escuela de flamenco reconocida internacionalmente, un coro rociero propio y una mezquita. 

Un solar baldío

“En época estudiantil, no encuentras un piso para alquilar. Está todo lleno de estudiantes por la cercanía con la Universidad. Tampoco se ven carteles de se vende. Es un barrio que está completo”, sostiene Augustín, antes de presentar una de las mayores reclamaciones del barrio, el aprovechamiento de un solar, ubicado en la calle Gutierre Tibón, que lleva “más de 30 años baldío”. “Es el único espacio en el que el barrio puede recibir alguna infraestructura de beneficio, no tiene sentido un solar vacío. Es como si creas un buque para estar atracado. Y al barrio le faltan infraestructuras”, expone el presidente de la asociación vecinal, que plantea, en función de lo que permita su propiedad, la construcción de una biblioteca o de un salón multiusos. No es esta la única reivindicación de Campo Verde, donde, asegura, “no hay ni un solo álamo”.

“Demandamos que haya un parque, con su fuente y sus bancos, donde nuestros mayores puedan disfrutar también de sus últimos años de vida y no tengan que estar en casa metidos”, detalla, para seguidamente añadir que “hay tres calles principales que no se han asfaltado desde hace demasiados años”. “Las aceras no cumplen las medidas que tienen que cumplir hoy en día. Entre la farola que está en mitad porque se hizo cuando se hizo y que el espacio es de menos de un metro, imagínate tú, cuando se cruzan dos personas. En la calle Santiago Lozano pedimos un paseo bonito, con sus aceras bien amplias, una dirección de coches y las otras calles, que las asfalten y les pongan el acerado de hoy en día. Es que no es legal. Es una necesidad que queremos que contemplen en los planes de asfaltado y urbanísticos. No pido las tres de golpe, hazme una, la principal, y luego las demás”.

Augustín subraya, en última instancia, que Campo Verde “es uno de los barrios más seguros del distrito Norte”. “Es un barrio tranquilo, un pueblo”, insiste, en la misma línea en que se expresa Clemente Arco, presidente de la Asociación de Vecinos de Casería de Montijo, al abordar este epígrafe sobre su barriada. “Diría que es uno de los barrios más tranquilos de Granada. Puede haber algún caso que otro, pero apenas”, afirma, para seguidamente profundizar en que en sus calles “no hay problemas de robos; a lo mejor, de vez en cuando, una rotura de luna de algún coche, pero más por gamberradas de jóvenes”.

Mucho paro y falta de mantenimiento

Resalta de Casería de Montijo, precisamente, “la buena gente” que allí reside y la existencia de “una convivencia muy buena”, aunque reconoce que “es un barrio muy humilde”. “Hay mucho paro. Estamos dándole comida tres veces en semana a más de 120 familias, sin más ayuda que la del Banco de Alimentos. El Ayuntamiento pone cero euros”, lamenta. “No voy a criticar a este gobierno porque es igual que el anterior, pero hay mucha dejadez. Nos prometieron una policía de barrio y por aquí no se ve, por ejemplo. Es uno de los barrios más bonitos de Granada, de los que más jardines tiene, pero está bastante abandonado”, agrega. En este sentido, afirma que el mantenimiento de estas zonas verde lo hacen “los vecinos”. “La asociación tuvo que crear una empresa sin ánimo de lucro para que, por lo menos, las comunidades pagaran los seguros y el sueldo de dos trabajadores que tenemos para ello”.

Tampoco existe satisfacción plena en cuanto a limpieza. “Cuando estaba Torres Hurtado, había dos barrenderos aquí y estaba pidiendo un refuerzo. No solamente no me pudieron dar un refuerzo, sino que me quitaron a uno”, asegura. “Esta es la zona Norte. Desgraciadamente, ningún gobierno se implica en ella. Cuando van a venir las elecciones, nos prometen y luego todo se queda en el aire. Ahí están La Chana y en el Zaidín, donde se invierte mucho más. Casi nos acostumbramos a ello”, asegura Clemente Arco, quien, en la misma línea, puntualiza que todos los eventos y las actividades organizadas en el barrio son realizados por la asociación vecinal, si bien apunta que, en este año, ha recibido una subvención de 3.000 euros para ello.

Sin inversiones

José Antonio Medina, presidente de la Asociación de Vecinos de Parque Nueva Granada, considera que su barrio, “aun estando en el distrito Norte, es envidiado”. “Está con todos los pisos llenos, hay familias con hijos, rodeado de campo, la calidad del aire es muy buena, tenemos muchas zonas peatonales para vivir tranquilamente y desde la asociación hemos apostado por el deporte”, ahonda. En este mismo sentido, asegura que en sus calles “apenas hay denuncias y no hace falta mucho la Policía porque no hay conflictos, no hay muchas intervenciones”. De hecho, se trata del único de los siete barrios que componen la zona Norte que no se considera zona de exclusión social, lo que, a su juicio, “es una ventaja y un problemón”. “La consecuencia es que las inversiones aquí brillan por su ausencia. No tenemos ninguna infraestructura municipal en el barrio”, acentúa.

“Estamos pidiendo, y la Junta de Andalucía nos lo ha prometido, que nos hagan nuestro centro de salud, porque tenemos dos habitaciones que son consultorios y se han quedado chicos”, enumera Medina, que también sostiene que “la limpieza del barrio se hace una vez a la semana”. “Hemos hecho 16 peticiones por escrito y nos hemos reunido varias veces con el Ayuntamiento sobre cosas que, para nosotros, son primordiales para sacar el barrio hacia adelante, y no tenemos respuesta ninguna a esas peticiones”, lamenta. Entre las luchas del barrio, que no se suspendan las líneas de autobús U3 y U1 durante fines de semana, Navidad, Semana Santa y Verano, para que, en lo que respecta a la conexión con el resto de la ciudad, sea “un espectáculo”.

Cortes de luz

Común a toda la zona Norte es la problemática de los cortes de luz, si bien no afecta del mismo modo a todo el distrito. En Parque Nueva Granada, precisamente, no es un asunto que acompañe al día a día en el barrio. “Salvo algún día en el que tengamos un corte de 10 o 15 minutos, aquí problemas de esos de cortes de luz no los tenemos. Tenemos esa suerte”, asegura José Antonio Medina. Lo mismo sucede en Campo Verde, según precisa José manuel Augustín. “No sé si es que pertenecemos a otra base de luz, pero tenemos muy pocos. No somos víctimas de este tema”, explica.

Clemente Arco, presidente de la Asociación de Vecinos de Casería de Montijo, en cambio, sí advierte de que en las calles de su barriada “afecta bastante”. “Hay transformadores que tienen 50 años y Endesa no ha invertido ni un euro en ellos. Son tercermundistas. Las conexiones y todo el cableado está en muy mal estado”, analiza. “Aquí hay una zona en la que es continuo. Todos los días se va la luz. Me decía un vecino 'Clemente, estoy pensando en irme. Yo no puedo seguir viviendo así'. Dos horas sin luz, una hora con luz... Además, se va por fases. Parece que lo hacen a caso hecho”, precisa, antes de subrayar que en las últimas semanas están detectando interrupciones del suministro en calles en las que no sucedía antes. “Lo hemos notado porque la zona en la que se iba hace varios años atrás, vino Endesa, hizo unos arreglos y a esa gente no se le está yendo la luz ahora, se está yendo por otra”, sostiene.







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