Si eres neutral en situaciones de injusticia significa que has elegido el lado opresor

Coaching texto motivacional
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"Si eres neutral en situaciones de injusticia significa que has elegido el lado opresor", decía Desmond Tutu. Y es que lo que más me preocupa ante todo lo que ha pasado durante el año 2021 además de la pandemia, no es el grito de los "corruptos, de los deshonestos, de los sin ética (aunque hablen de ello y le pongan el adjetivo de práctica)". Me preocupa, como decía Martin L. King, el silencio de los buenos.

Y la realidad es que he notado el silencio de personas que consideraba buenas, que tenía como amigas, que eran parte de un proyecto profesional de años, que siempre estaban al lado o cerca de uno tirando del carro hacia una mejor organización, más humana, más cercana, más unida, más… Y al mismo tiempo he oído palabras de gente que utiliza la falsedad como manera de crecer, que dice lo que le permite quedar bien ante sus jefes, dejándote a un lado con el fin de seguir en el poder.

Esta frase sobre el silencio de los buenos probablemente la hemos leído u odio muchas veces. Y lo increíble es que a pesar de todo, la información nos dice que cada día en este mundo, millones de personas sufren por hambre, paro, esclavitud, violencia, guerras, persecución… INJUSTICIAS, de las que todos o casi todos somos cómplices. Hay gente que puede pensar que esas posturas están basadas en la simple discrepancia que algunos no aceptamos, pero realmente no es así. Viva la diferencia siempre digo, pero argumentada, puesta encima de la mesa, explicada…

Muchas han sido las veces que en estos meses hemos comentado lo que decía Bertol Brecht: cuando los nazis vinieron a llevarse los comunistas, guarde silencio porque yo era comunista. Luego regresaron y se llevaron a los socialdemócratas, pero tampoco me importó, después a los sindicalistas, pero tampoco me importó, luego a lo judíos y también guardé silencio. Cuando vinieron a buscarme a mi, no había nadie que pudiera protestar. Y es que hay gente que huye de la verdad, que se marcha de lo bueno y de los buenos y que prefiere su estatus, sea el que sea, más que la verdad, la coherencia, la honestidad, la humildad o la verdadera h-alma, aunque alguno la copie y utilice.

Seguro que muchos de nosotros podemos pensar y hasta creer que somos buenos, porque realmente no hacemos nada malo, pero el problema está en el hacer nada. Esa NADA supone indiferencia y pasividad, es el preocupante silencio de los buenos, es ese peligroso callarse ante lo que siempre algunos de ellos habían dicho, habían escuchado o habían incluso hablado.

Los problemas de nuestro mundo no derivan sólo de las acciones malas, de las decisiones mal tomadas, de la corrupción, sino también y en mayor medida, de la actitud contemplativa de ese otro medio mundo que considera que los problemas de los otros no les conciernen. Es que el ego es "cabrón" como dice uno de ellos, el ego que hace daño y le hace daño como me gusta decir a mi.

Y es que ser indiferente es una posición que alguna gente toma, una decisión que condiciona la situación del mundo que compartimos con otros. Aristóteles sin embargo, consideraba que la indiferencia es una actitud de idiotas. Ser idiota es una forma egoísta (de lo del ego), y en esa situación estamos inmersos por parte de algunas personas.

Esta actitud de espectadores indiferentes o idiotas, además nos convierte en humanos deshumanizados (algunos lo llevan de fábrica, creo). La verdadera innovación de nuestros días no tiene que ver con la tecnología sino con un movimiento de seres humanos a favor de otros seres humanos. Esa es la clave, jugar a favor de otras personas. Personas que desplazan el centro de su universo desde su ombligo y vuelven su vista hacia los demás.

La buena noticia puede venir de la mano de los movimientos que desde hace años vienen agitando las conciencias de las organizaciones. Tenemos que dejar de asumir como dada una realidad injusta para muchos seres humanos, y dejar de ser cómplices por acción o por omisión. Ante ello, me gusta decir y hacer la pregunta incómoda para todos y cada uno de nosotros, y ¿tú qué vas a hacer? Hay respuestas que dicen que nada. Otras que su respuesta es irse en dirección contraria. Gracias a Dios, hay muchos que siguen al lado desde la coherencia y desde la amistad.

Y es que hay pocas cosas mas desmotivadoras que el doloroso silencio de la indiferencia. Pocas cosas más motivadoras que un simple gracias, una sonrisa o un sincero "¿cómo estás?".

Y todo esto de mi escrito de domingo, no está escrito con rencor porque esta palabra no existe en mi vocabulario, ni en mis sentimientos ni pensamientos. Está escrito desde la verdad, desde mi idea de ser y sentirme honesto con lo que digo y lo que pienso y nunca con la gente que con sus "gritos" y sus maneras falsas de ética práctica te quitan el saludo, no te contestan a tus preguntas o huyen de tu presencia.

Esperemos que el 2022 nos lleve a un año donde superemos a quienes con su idea de neutralidad en situaciones de injusticia, eligen el lado opresor. Mucho bueno hay en el mundo para quedarse con lo malo. Y muchas buenas personas, valientes, con fuerza, entusiasmo, pasión, desobediencia...

Por un año mejor que el pasado. Por unos responsables menos dañinos (y algunos, pocos compañeros/as). Por unos compañeros que sumen y ayuden. Y que todo lo Bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo. Feliz 2022.







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