Alex Peña y su "exodrama" despegan en el Centro Federico García Lorca

El artista estrena su obra Recreativos Federico donde se hace una adaptación de la obra del poeta a una sala de juegos

Exposición 'Recreativos Federico' - Sara Castaño (3 de 8)
Piezas de la exposición de Recreativos Federico | Foto y vídeo: Sara Castaño
María Soldevilla Méndez
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Entramos en el Centro Federico García Lorca, disfrazado este 27 de septiembre en un salón de juegos recreativos. Alex Peña, el artista de la exposición 'Recreativos Federico', ha llenado el espacio de máquinas interactivas con la esencia de Lorca en cada una de ellas. La exposición está formada por un total de siete máquinas, en las que cinco de ellas reflejan obras del inolvidable poeta y dramaturgo y las otras dos restantes nos representan una parte de su contexto. Es este el caso de Las Sin Sombrero: el invisibilizador de mujeres artistas, una máquina pega-pega que hace referencia a esa generación de mujeres artistas paralela a la propia Generación del 97 a la que pertenece el autor.

Peña se refiere a su pieza como un "exodrama", en tanto que trabaja el drama “desde fuera, pero unido a él”. “Hemos cogido estos objetos a los que no les echamos ninguna cuenta y los hemos dramatizado en torno a la obra”, nos cuenta el artista. Y es que, muy pocos ven llamativa una grúa de premio hasta que en ella puedes llegar a conseguir la peineta de Adela, el perfume de Pepe Romano, el abanico de Bernarda firmado por las protagonistas del <<drama>> o el Rosario oficial de 'Recreativos Federico'.

“Cuando uno se acerca a estas piezas es como una especie de risas, porque tiene muchísimo humor, y además tienen esa especial melancolía que rodean a los salones de juegos recreativos, de soledad y al mismo tiempo de celebración”, dice Laura García-Lorca, sobrina del homenajeado y presidenta de la asociación que lleva el nombre del poeta. Ella misma ha dado voz a Bolas de Sangre, una de las piezas de la exposición. Podemos escucharla recitar poemas mientras conseguimos, por tan solo un euro, una bola con sangre de El novio o de su contrincante Leonardo. “A nivel conceptual llegamos a un nivel máximo cuando introducimos la voz de Laura, que es sangre de sangre del autor, dentro de esta máquina”, nos explica Peña.

La visión conceptual y la simbología se apropia de toda la obra, como en el Amor de Don Perlimplin con Belisa en su futbolín, en donde el artista cambia la palabra original “jardín” por “futbolín”. En el juego, los personajes compiten uno contra otro, y el espacio en el que lo hacen representa el jardín que los separa. Además, gracias al sistema de audio, el artista ha formado y caracterizado a los protagonistas. “El personaje de Don Perlimplin los hemos construido tan solo con el audio de gol, que es un gol solitario comparado con el de Belisa, en el que tenemos un gol de anime, con coro de fans detrás y fuegos artificiales”

Como dice la directora del centro, Sara Navarro, “no es algo solo para estudiosos o intelectuales, sino que también puede ser algo divertido y que nos haga pensar y cuestionarnos todo lo que rodea a los iconos culturales como Lorca”. La obra estará abierta al público hasta el 10 de noviembre.







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