El agua en la Alhambra: un bien preciado con dificultad para llegar

El monumento recibía el agua antiguamente desde el río Darro a través de varias acequias que trascurrían dentro de la colina

ACEQUIA REAL DE LA ALHAMBRA - Dani B-2
La Acequia Real llevaba el agua por una pendiente a la ciudadela | Foto: Dani B.
Juan Pérez Martín
0

La Alhambra es el monumento más visitado de España y uno de los más admirados en todo el mundo. Sus rincones, sus patios o sus hermosos jardines son algunas de las principales cosas que fascinan a todos los que la visitan, que quedan enamorados de uno de los sitios más reconocidos.

Para mantener todo tan colorido y llamativo, la Alhambra necesita de un importante suministro de agua. Al localizarse en una colina, la llegada de bien de primera necesidad antiguamente era muy difícil de realizar. Como bien explica @Albertofm20 en su cuenta de Twitter, resulta bastante curioso ver cómo todo el fortín nazarí está plagado de agua cuando nos encontramos en un momento de sequía y apenas llueve.

Allá por principios del siglo XIII, el rey Muhammad I construyó la Alhambra en lo alto de una colina donde se divisaba a la perfección la ciudad granadina, lo que era perfecto para defenderse de posibles ataques. Pese a ello, uno de los principales inconvenientes que encontraron era que no había agua en dicha zona, por lo que crearon unos sistemas hidráulicos para poder transportar dicho bien hasta arriba.

El río Darro, que se encuentra a seis kilómetros de la fortaleza árabe, fue el sitio más cercano que localizaron donde había agua, por lo que construyeron la Acequia Real para que llevara el agua por una pendiente hasta la ciudadela.

La Acequia antes de llegar se separaba en dos partes: una que iba al Generalife y los huertos de abajo y otra que pasaba por encima de dicha zona. No obstante, antes de llegar a la Alhambra se fusionaban de nuevo y pasaban por un acueducto que lo mandaba al monumento a través de la torre del agua. Además, había otra acequia con ruedas hidráulicas que llevaba el agua hasta la Alhambra.

El agua se llevaba hasta arriba mediante lo que se denomina como golpe de ariete, que lo que hacía era aumentar la presión del transponte de agua para que por el segundo depósito entrara este y aire a presión que mediante la la misma fuerza la mandaba hacia la parte superior. Más adelante, se construyó el mayor aljibe de Granada, de 2.000 metros cúbicos, para garantizar el suministro de agua en la ciudad.

De esta forma, se demuestra que los árabes eran expertos en encontrar agua y saberla transportar hacia donde querían. No es nada extraño que estos fueran tan listos y adelantados a su época, al utilizar técnicas y construir cosas inimaginables antiguamente. Ello facilitó el envío de este codiciado tesoro que le da vida a uno de los mejores espacios que todavía se conserva en pie.







Se el primero en comentar

Deja un comentario