El 1 de mayo en Granada: una radiografía del sector laboral

Los representantes de organizaciones sindicales granadinas y la Inspección de Trabajo exponen la situación del panorama del trabajo en Granada

Concentración Manifestación Sindicatos CCOO UGT Correos en defensa del servicio postal público_Mónica Martín
Concentración en Granada en defensa del servicio postal público | Foto: Mónica Martín
Inés Palomino
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Granada afronta este uno de mayo con unas recientes y, para muchos, alentadoras cifras del paro del primer trimestre de un segundo año consecutivo inmerso en una pandemia. El Día Internacional de los Trabajadores se celebra en un contexto donde las consecuencias de la crisis actual han podido asentarse y normalizarse transversalmente en todos los ámbitos, especialmente, los económicos, sanitarios y sociales.

La Encuesta de Población Activa (EPA) ha revelado un descenso del paro en Granada, así como un ligero aumento de la tasa de actividad respecto al anterior trimestre, cifras que aparentan ser un brote de esperanza en el sector del trabajo de la provincia. No obstante, la radiografía holística del panorama laboral va más allá de los datos cuantitativos y consigue poner sobre la mesa una realidad más compleja.

La Inspección de Trabajo y los sindicatos son testigos diarios de las circunstancias y condiciones reales del trabajo en la provincia de Granada. Daniel Mesa, Secretario General de CCOO de Granada, asegura que la relación de los sindicatos con la Inspección de Trabajo es cotidiana, ya que se ven obligados a interponer denuncias por irregularidades laborales de manera constante.

Por su parte, Cristina Apecechea, Jefa de la Inspección de Trabajo de Granada, asegura que “además de asociaciones de empresarios y operadores jurídicos, las organizaciones sindicales son un principal canal de comunicación de los trabajadores con la Inspección”.

En este sentido, Mesa apunta como una de las exigencias básicas del sindicato “dotar a la Inspección de Trabajo de más personal para hacer frente a esas denuncias que continuamente estamos haciendo”. Desde la Inspección de Trabajo afirman que “siempre es deseable contar con más personal, sobre todo, en una provincia como Granada en la que el número de denuncias por los trabajadores, organizaciones sindicales y la ciudadanía es muy elevado”.

"En muchas ocasiones los Inspectores y Subinspectores se ven desbordados"

La provincia de Granada consta de 20 Inspectores de Trabajo y Seguridad Social; 16 Subinspectores de Empleo y Seguridad Social, y dos Subinspectores de Seguridad y Salud Laboral. La capital y la provincia se distribuyen por zonas, cuyo tamaño depende del volumen de actividad económica, actuando en cada una de ellas un Inspector y un Subinspector. Por su parte, los dos Subinspectores de Seguridad y Salud Laboral actúan en todo el territorio provincial.

“Por supuesto que sería fantástico contar con más de un Inspector y más de un Subinspector en algunas zonas con mayor actividad industrial, pero intentamos rentabilizar y optimizar nuestros recursos humanos”, asegura Apecechea.

Asimismo, la Jefa de Inspección de Trabajo de Granada confiesa que “no es siempre fácil adaptarnos a lo que nos demanda la sociedad, de ahí que en muchas ocasiones los Inspectores y Subinspectores se ven desbordados”. Subraya que la actividad de la Inspección “no se limita a atender las denuncias formuladas por los trabajadores, sino que también debemos actuar en el marco de la actividad programada por la Dirección del Organismo, campañas de inspección por materias o por sectores económicos, así como en la emisión de informes a solicitud de los órganos judiciales y administración laboral en materia de ERES y Accidentes de Trabajo, fundamentalmente”.

En relación a la pandemia por Covid-19, a partir de julio de 2020 se acordó habilitar de forma temporal a la Inspección para vigilar el cumplimiento de algunas de las medidas de salud pública, materias que nunca han sido competencias para la Inspección previamente. En este sentido, durante el primer estado de alarma, las visitas de la Inspección se limitaron a atender las denuncias derivadas del incumplimiento por parte de las empresas de las medidas sanitarias e incumplimientos relacionados con la efectiva aplicación de los ERTE.

Uno de los vocablos relacionados con la crisis del Covid-19, por la que incluso ha conseguido recientemente su propia entrada en el Diccionario del español jurídico, es el acrónimo ERTE. Y, es que, desde la declaración del estado de alarma hasta los últimos datos, la Inspección de Trabajo de Granada ha informado de un total de 1.633 expedientes de regulación temporal de empleo, superando con creces la cifra registrada en los últimos años, que no superaba los 100 informes.

"La demanda de servicios sociales por parte de la ciudadanía ha crecido alrededor del 30%"

Estos datos reflejan la anomalía de una situación que cada vez resulta más familiar, sin perjuicio de que sus consecuencias continúen agravando una situación que venía de lejos, ya que, con anterioridad a la pandemia, el informe Arope 2020 alertaba de que en Andalucía un 37’7% de la ciudadanía ya estaba en riesgo de pobreza o exclusión social.

Al extrapolar a Granada los datos sobre pobreza, Luis Cotarelo, Secretario de Organización de CGT-Granada, apunta un incremento en las reivindicaciones del personal de servicios sociales del Ayuntamiento de Granada, tanto en personal como en recursos. Esta situación, indica Cotarelo, “transmite que la demanda de servicios sociales por parte de la ciudadanía ha crecido alrededor del 30% en una ciudad con una tasa de desempleo del 23’32% y una economía sumergida importante”. Además, apostilla que actualmente “la gente se ha quedado en una situación sin poder tener ingresos para vivir, ni ayudas públicas porque no constaba que estuvieran trabajando y porque estas ayudas eran insuficientes”.

“Una cuestión trascendental es cómo se ha expuesto a la clase trabajadora a los efectos de la pandemia a costa de su salud, priorizando la economía”, sentencia Cotarelo. La Inspección de Trabajo, por su parte, asegura que las irregularidades mayoritariamente denunciadas son las relacionadas con ERTE y medidas sanitarias por el Covid-19.

“Trabajadores que continúan prestando servicios a pesar de encontrarse en situación de ERTE o que prestan servicios durante un número superior de horas al declarado por la empresa ante el SEPE” son algunos ejemplos de estas irregularidades, a las que se les suma “las que siempre se han venido denunciando como las relativas al tiempo de trabajo o al pago de salarios”, añade Apecechea.

El número de visitas de la Inspección de Trabajo de Granada ha aumentado en la construcción y en la agricultura, sectores que, afirma Apecechea, “han sufrido menos en general las consecuencias de la crisis, si lo comparamos con la hostelería y el comercio”. En relación a estos sectores considerados como los más afectados, apunta que “hemos reducido las visitas de inspección que veníamos haciendo normalmente a estos establecimientos, dejando al margen, claro está, las dirigidas a comprobar la legalidad en la efectiva aplicación de los ERTE y las motivadas por denuncias presentadas por los trabajadores afectados o la ciudadanía”; ya que, asegura, desde la Inspección “no podemos ni debemos permanecer impasibles ante esa realidad”.

"Los trabajadores que nos han salvado la vida durante la pandemia son quienes padecen la situación más precaria"

Junto a estos sectores más perjudicados, desde CCOO ponen de manifiesto que “los trabajadores que nos han salvado la vida durante la pandemia son quienes padecen la situación más precaria”. Asimismo, CGT destaca entre los trabajos “más desprotegidos” ante esta situación “las empleadas del trabajo doméstico, los riders, las propias administraciones públicas, y todo el servicio de cuidado, que incluye el sector sanitario, ayuda a domicilio y educación”.

El Secretario de Organización de CGT subraya que, dentro de este sector, “mientras se intentaba proteger al personal sanitario, las limpiadoras y trabajadoras de ayuda al domicilio, entre otras profesiones, estaban totalmente expuestas”. Aquí, apostilla que “no es casual que los efectos de la crisis los hayan sufrido sobre todo las mujeres”. Y es que, según el Observatorio de la Igualdad y el Empleo, más del 50% del trabajo de las mujeres se concentran en estos sectores más afectados por la pandemia.

De esta brecha de género laboral se ha hecho eco la Asamblea Feminista Unitaria de Granada. Afirman desde esta organización que las mujeres sufren las consecuencias de la pandemia triplemente: como “trabajadoras con condiciones precarias” ya que, apuntan, las mujeres desempeñan la mayor parte de los contratos temporales y a tiempo parcial; “como empleadas de los servicios públicos” que, indican, están altamente feminizados; y “como principales usuarias de estos servicios” ya que, denuncian, el trabajo de cuidados recae mayoritariamente en las mujeres.

Movilizaciones en capital y provincia

“Ahora toca cumplir: un país en deuda con su gente trabajadora”, es el lema bajo el que CCOO y UGT saldrán a las calles este primero de mayo en dos concentraciones que se celebrarán en Granada y Motril a partir de las 12:00 horas en los Jardines del Triunfo y la Plaza de la Coronación, respectivamente.

Por su parte, CGT junto a SAT y USTEA se manifestará a las 12:30 en Granada con un recorrido que parte de la Caleta y finaliza en Plaza Nueva, bajo el lema “A la calle. Por la recuperación de los derechos laborales y sociales”.

Durante estas manifestaciones, aseguran, se respetarán las medidas de sanidad. No obstante, garantiza Mesa que “va a ser un éxito porque nos estamos jugando mucho en este momento de digitalización. Es la hora de plantear nuestras prioridades de cara al mantenimiento del empleo y, sobre todo, del empleo de calidad”







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