Una fórmula en Granada para conciliar la vida laboral y personal

Actualmente, el permiso de maternidad en España es de 16 semanas y el de paternidad de 15 días La baja maternal de España está entre las menores de Europa y además se encuentra muy alejada del permiso medio en la Unión Europea: 28 semanas.

Pero cuando termina ese permiso, padres y madres vuelven a sumergirse en la vida laboral. Y muchas veces no cuentan con el tiempo necesario para cuidar a sus hijos o no tienen una persona de confianza que lo haga por ellos. Esto conlleva en algunos casos a interrupciones constantes en el trabajo y falta de productividad. Teniendo en cuenta que ésta es una situación que muchos profesionales enfrentan, un nuevo espacio de trabajo colaborativo en Granada ha decidido integrar a sus instalaciones una especie de guardería, de modo que padres y madres puedan trabajar y estar al mismo tiempo con sus hijos.

CoFamily Coworking, ubicado cerca de la Plaza San Lázaro, permite que los padres decidan cuánto tiempo quieren acudir al espacio colaborativo y sin un horario rígido. El espacio de coworking y la guardería funcionan en la misma instalación: mientras los padres cumplen con sus tareas laborales, los niños son cuidados por una educadora infantil, a solo una pared de distancia.

Esto, según defiende la gestora de este, Pamela Cepeda, ayuda a que los padres tengan una participación directa en la crianza de sus hijos y en los primeros años de vida que son fundamentales para el desarrollo interpersonal y emocional.

PIONERO EN GRANADA

“La idea surge de mi experiencia personal. Me faltó un espacio donde yo pudiese estar con mi hija y a la vez poder dedicarme a mi proyecto”, asegura a Granada Digital la promotora de la idea. Pamela defiende que esta idea permite, además, prolongar la lactancia materna, “porque la mamá puede entrar a la habitación y puede darle el pecho cuando lo estime oportuno”.

“En Granada no hay nada parecido, y España sólo cuenta con uno que está en Tenerife”, asegura Pamela, quien espera llegar a tener en sus instalaciones a 10-12 niños. “No quiero que la gente renuncie a proyectos por tener que estar con sus hijos”, afirma esta emprendedora.

Los pequeños, el tiempo que están en el coworking, están en manos de una educadora, Encarni. “Esto no es un parque de bolas. Es algo más que entretenimiento y se procura atender todas sus necesidades. Los juegos y los talleres de estimulación están adaptados a la edad de cada usuario. Intentamos crear un ambiente acogedor para ellos”, nos explica Pamela.

Y eso es lo que hace María José, la primera usuaria de este coworking. Tiene un proyecto entre manos y quiere dedicarle tiempo, pero sin perderse los primeros años de Inés. Su pequeña tiene un año, y mientras conversamos, Encarni, la trabajadora social está con ella.

“Le di muchas vueltas y me informé de varias opciones como trabajar en casa y tener una niñera, pero cuando me enteré de esto me pareció una idea genial y que se adaptaba mucho a lo que yo quería: trabajar por mi cuenta, tener un espacio para mí y, a la misma vez, saber que mi hija está cerca de mí, que puedo verla, darle el pecho y que tengo más flexibilidad de horario”, comparte su experiencia esta usuaria.