Un funcionario declara en el caso Nazarí que sufrió "amenazas" por sus informes contrarios

Afirma que incluso fue "puenteado" y se actuaba "a sus espaldas" para aprobar expedientes respecto a los que él se había mostrado contrario

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Fachada del Ayuntamiento de Granada | Autor: Archivo GD
E.P
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Un funcionario municipal que ha declarado como testigo en el llamado caso Nazarí, que investiga una supuesta trama de corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Granada, afirma que ha sufrido "acoso, amenazas y coacciones" para que "retirara" o "matizara" sus informes contrarios a expedientes urbanísticos en los que a su juicio "se estaban cometiendo irregularidades".

Se trata de Jacobo de la Rosa, el que fuera director de Urbanismo hasta 2012 y cuya declaración forma parte del sumario del caso Nazarí, al que ha tenido acceso Europa Press y en el que están investigadas 17 personas, entre las que se encuentran el que fuera alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, y la exconcejal de Urbanismo, Isabel Nieto.

Este funcionario, que también ha prestado declaración como testigo en el llamado caso Serrallo, relata ante el Juzgado de Instrucción 2 de Granada que empezó a sufrir "coacciones y amenazas" en el área de Urbanismo a raíz de que comenzara a discrepar de las actuaciones que se estaban llevando a cabo.

Se ha referido, entre otras, a la Operación del Palacio de Hielo en el Cerrillo de Maracena, donde según afirma, detectó "una importante pérdida millonaria de los intereses municipales", algo que según garantiza manifestó tanto a Torres Hurtado como a Isabel Nieto aunque no se le "hizo caso".

Afirma que incluso fue "puenteado" y se actuaba "a sus espaldas" para aprobar expedientes respecto a los que él se había mostrado contrario, viéndose obligado a registrar documentos por escrito reafirmando su rechazo a lo que se estaba aprobando.

"Empecé a recibir amenazas e incluso escritos cuando ya estaba --trabajando-- en Diputación para que matizara o retirara informes" como el del Serrallo, lo cual "no hice" agrega, lo que favoreció que al año de estar en la institución provincial, según ha relatado, el alcalde y la concejal de Urbanismo mandaran una carta al presidente de Diputación para pedirle que volviera al Ayuntamiento. Sostiene que fue enviado a una oficina del Albaicín sin tareas para acometer.







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