Ulysse Nardin: tecnología del mar aplicada a la relojería | Vídeo

La joyería Miguel Muñoz exhibe en Granada las piezas más emblemáticas de la marca suiza hasta el día 16

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'Grand Deck', uno de los relojes más icónicos de Ulysse Nardin | Foto: Nacho Santana
Nacho Santana | Imagen: Antonio Galdón
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En 1846, un joven de 22 años fundaba una marca que llevaría su propio nombre: Ulysse Nardin. A lo largo de ese siglo, su actividad se centró en los relojes de marina para barcos, lo que le llevó a forjar una gran reputación internacional por su precisión y calidad gracias a búsqueda a ultranza de la precisión con un manejo de la relojería que fuese simple y práctico para el usuario. Desde este momento, la marca Ulysse Nardin “ha ganado más premios de relojería de precisión que todas las demás marcas de relojería juntas”, según señala su director ejecutivo, Fernando Zehr.

Los productos de la marca siempre han estado distinguidos por el afán de ser pioneros tanto en diseño como en innovación técnica gracias a factores como el uso del silicio, material más ligero y resistente, tanto a los golpes como a los cambios de temperatura. A esto, se une la premisa de buscar un manejo de la relojería simple y práctico para el usuario a pesar de lo complejo del desarrollo de los movimientos del mecanismo. Ahora, 171 años después y con su producto evolucionado de forma natural hacia los relojes de muñeca, la marca suiza se ha consagrado como un referente a nivel mundial gracias a los tres principios básicos que mantiene desde su nacimiento: manufactura independiente, dominio artesanal e innovación técnica.

Los productos más emblemáticos de la actualidad de Ulysse Nardin se encuentran ahora en Granada. La ciudad podrá disfrutar hasta el 16 de junio de una exposición de entrada libre en la segunda planta de la joyería Miguel Muñoz, emplazada en el número 23 de la calle Zacatín. Allí, no sólo se puede disfrutar de los innovadores relojes que ofrece la marca, sino que también se pueden admirar las fotografías de Frédéric Buyle, tomadas en apnea con la menor intervención posible, buscando siempre el resultado más natural.

Gracias a los valores, basados en la búsqueda de la máxima simplicidad, veracidad y legitimidad, el fotógrafo submarino belga se ha convertido en el embajador externo de Ulysse Nardin, que comparte estos principios en todos y cada uno de sus relojes. “Hemos encontrado en él un embajador con una demostración de valores conjunta a los nuestros”, señala al respecto Fernando Zehr.

En esta exposición, según explica el CEO de la firma suiza, “hacemos una retrospectiva de la historia de Ulysse Nardin, desde los cronómetros de navegación marina hasta las últimas piezas, más modernas y llevaderas, acorde con la vida del día a día”. De este modo, el pasado de la relojería se da la mano con el presente y futuro, siempre con el mar como principal medio de unión y cauce de la tecnología de la marca.

Dentro de las piezas que se exhiben en este apartado, destacan tres colecciones principales: Marine, Diver y Freak. Sin embargo, de entre todos destaca en concreto un reloj, tanto por su diseño como por la innovación tecnológica que presenta. Se trata del ‘Grand Deck’, perteneciente a la colección Marine, que rinde un tributo perfecto a la vinculación de Ulysse Nardin con el mundo náutico.

Inspirado en un velero, el ‘Grand Deck’ presenta un diseño que rompe con lo convencional, pues el minutero imita la botavara del barco, por lo que oscila a lo largo del minutero, situado en mitad de la esfera, gracias al movimiento de un nanocable que cumple la función de las drizas que izan las velas. Sólo existen 18 piezas de este reloj, realizado en oro blanco y con una esfera de teca de marquetería que simboliza el puente del barco.

En cuanto a la colección Marine, se trata de una serie de relojes inspirados en el más icónico de Ulysse Nardin, el Marine Chronometer. El paso de los años respecto a este último ha llevado a encontrar unos cronómetros más ligeros, finos y modernos en los que se encuentran situados en la exposición que acoge Granada. Dentro de este apartado existen dos colecciones limitadas, el ya mencionado ‘Grand Deck’ y el ‘Marine Torpilleur Military’, más ortodoxo que su compañero de colección.

En la colección Diver se pueden encontrar los relojes perfectos para los amantes de las profundidades. El ‘Diver Deep Dive’ es el buque insignia de este apartado con su tirada limitada a 300 piezas. Este cronómetro, hermético hasta los mil metros de profundidad, cuenta con una válvula de helio y correa de caucho extensible que le permiten ajustarse a la compresión del traje de submarinismo.

En lo respectivo a la colección Freak, cabe resaltar el reloj ‘Freak Out’, con un innovador diseño sin corona, esfera ni agujas y con un carrusel volante que gira en torno a su propio eje para indicar la hora y los segundos. Para este reloj, se emplea una tecnología ultraligera a base de silicio, lo que permite que el cronómetro tenga poco peso y goce de una gran resistencia.

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