TOC, la enfermedad de “la duda y el miedo” que se ataja desde Granada

Una asociación granadina ayuda a sus usuarios a controlar y manejar los impulsos y obsesiones que padecen a causa del Trastorno Obsesivo Compulsivo

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Alicia y Aurelio nos cuentan su experiencia con el TOC | Foto: Sarai Bausán García
Sarai Bausán García | @Sarai_Bausan
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Tocar los muebles tres veces. Revisar la puerta repetidamente para ver si está bien cerrada. Lavarse las manos hasta sentirlas totalmente libres de gérmenes. Estos son algunos de los rituales que se ven obligados a repetir día a día, quieran o no, ese 2,5% de la población que sufre Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

Para Alicia, las calles de Madrid se presentaban como una gymkhana en la que el principal reto era conseguir no acercarse a nada que hubiera estado en contacto con la casa de su madre, su principal foco de ansiedad y tristeza a causa de los malos recuerdos de la infancia que le asaltaban, pues le hacía sentirse “contaminada” y le obligaba a lavarse compulsivamente e, incluso, deshacerse de la ropa que llevara puesta para acabar con esa sensación.

Así, el simple hecho de coger un autobús o el metro para discurrir por la ciudad era una compleja prueba en la que solo podía salir vencedora si lograba alejarse completamente de esa contaminación que sentía en aquellos lugares que despertaba sus principales miedos y malos recuerdos. Porque lo que atormentaba día y noche a Alicia con pensamientos e impulsos que no podía controlar tenía un causante que vive con ella desde hace unos 30 años, el Trastorno Obsesivo Compulsivo.

“Desde niña tenía rituales. Sufrí malos tratos en la infancia y también sufrí acoso escolar y, entonces, empecé a coger una serie de manías, de hábitos y rituales que han desencadenado en este TOC de contaminación que me hace pensar que Madrid contamina, que todo lo que tiene que ver con mi madre contamina y que tengo que lavarme y cambiarme de ropa cuando estoy en contacto con algo de eso”, muestra la madrileña de nacimiento y granadina de adopción con el temple que le ha dado haberse enfrentado directamente a sus temores y haber logrado salir airosa de la batalla.

Entrada de la Asociación Toc Granada | Foto: S.B.G.

Cuando los tratamientos a los que se estaba sometiendo para acabar con esa “vida limitada por el TOC” no consiguieron mejorar su estado ante la “falta de humanidad” de los profesionales con los que se topaba, Alicia encontró la pista que necesitaba mirando en Internet: la Asociación TOC Granada anunciaba en su página web su próxima iniciativa “ven a conocernos”, en la que, quien lo desee, puede pasar tres o cuatro días en las instalaciones y conocer todo lo que allí se desarrolla para tratar este trastorno.

TOC GRANADA NACE DE LA LUCHA DE SU PRESIDENTE POR AYUDAR A SU HIJO

La institución situada en el barrio de Monachil nació en 2012 tras la lucha de su presidente, Aurelio López, por conseguir que su hijo mejorase de estos impulsos. Durante 11 años de andadura en los que las visitas a psicólogos y psiquiatras de toda España no le llevaban a ningún lado, Aurelio se preparó para conocer de primera mano todo lo relativo a esta enfermedad.

Pero, en 2012, su hijo falleció y López se acabó encontrando con que no podría ayudarle con esos nuevos conocimientos que había adquirido únicamente para él. “Mi vida estaba vacía, sin sentido. Pero una noche pensé, «¿y si hiciera yo un proyecto para ayudar a las personas con TOC y hacer terapia integral intensiva en un lugar donde pudieran vivir todos juntos?». Y así fue como nació TOC Granada”, narra orgulloso el hombre que se sitúa al frente de la institución que actualmente trata a unos 60 pacientes gracias a la ayuda de 250 socios y 25 expertos.

EL TOC, UN FALSO MENSAJE DEL CEREBRO

Uno de los objetivos que centran la actividad de Aurelio es eliminar los estereotipos que pueden acompañar a esta patología. Para ello, el primer paso a dar es conocer qué es el TOC: “Para mí es un trastorno de ansiedad que es como un falso mensaje del cerebro que, a través del pensamiento y las sensaciones, te intenta engañar. Te mete en un error, en un falso mensaje en el que empieza a darte mucha ansiedad e, incluso, miedo. Es una duda muy grande que, para aliviarla, tienes que realizar compulsiones o rituales”.

Granada Digital habla con afectados por el TOC en Granada | Foto: S.B.G

Según explica Aurelio López, las obsesiones que pueden padecer los afectados por TOC se basan en pensamientos, impulsos o sensaciones recurrentes que experimentan como intrusos o inapropiados y les causan un malestar significativo. Por su parte, las compulsiones se pueden definir como comportamientos o actos mentales de carácter repetitivo que el sujeto se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o regla que debe seguir y cuyo motivo es la prevención, o la reducción del malestar o la prevención de un suceso negativo que podría desencadenarse en caso de no llevar a cabo el ritual.

Tal y como explica la Asociación, una persona con TOC se da cuenta de que tiene un problema y, normalmente, también lo descubren sus familiares y amigos, pero los pacientes se sienten culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones. Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o, incluso, colaborar en sus rituales, lo que dificulta aún más la mejora de estos usuarios.

Esta enfermedad de “la duda, la ansiedad y el miedo”, como la define Aurelio López, no tiene un causante único y definido en la actualidad, pero sí puede verse precipitado por algunos factores neuronales o rasgos del entorno o la historia del paciente como haber sufrido acoso escolar o tener traumas del pasado.

Los socios de TOC Granada pueden disfrutar de la casa de campo La Encima | Foto: S.B.G.

“La gente confunde el TOC con manías e, incluso, lo ven como algo gracioso cuando en realidad hablamos de un trastorno que tiene que ser tratado y que, cuando más tiempo tarde en tratarse, más se va a cronificar y más se tardará en desmontar las creencias erróneas”, afirma López. Una opinión refrendada por Alicia, quien asegura que “la gente solo veía que tenía las manos muy rojas y que me lavaba mucho, pero pensaban que era una manía, nadie entendía porqué lo hacía y a mí me daba mucha vergüenza”. Por ello, desde la Asociación quieren dejar claro que “la gran diferencia entre una manía y las compulsiones del TOC es el sufrimiento que ocasiona a quien lo sufre”, por lo que “no hay que pensar que la enfermedad son cuatro manías que ya se me quitarán, porque no es así”.

Una de las piedras angulares de la labor de TOC Granada se centra en las terapias cognitivo-conductual en las que se busca eliminar las creencias erróneas de los pacientes y modificar las conductas no adaptativas del mismo, así como enfrentarse a las experiencias y miedos que le causan estos impulsos.

Para Alicia, ese enfrentamiento se produjo con el centro de su miedo y asco, la casa de su madre: “La psicóloga me puso en el Google Maps la casa de mi madre, el barrio y la Cruz Roja -que también tengo mucho estímulo negativo con ella- y me hacía verlo y tocar la pantalla y, a raíz de ahí, cada vez era más fácil”.

Asimismo, cuenta: “Nada más verlo, me puse a llorar porque me trajo todos los recuerdos de mi infancia. Me ponía nerviosa, sentía mucho pánico y asco y, cuando llegaba a casa, solo pensaba en tirar la ropa que tenía puesta y ducharme, pero no lo hacía e, incluso, la psicóloga me hacía volver a ponérmela de nuevo al día siguiente. Ahora, incluso hemos planeado un viaje a Madrid para enfrentarme en persona a ello”.

Pero, gracias a la labor que se realiza en la Asociación y al apoyo que ha encontrado allí, Alicia asegura que “vuelvo a ser yo, he recuperado mi vida” ya que ha conseguido disfrutar de acciones tan cotidianas como reunirse con sus amigos que había dejado de experimentar por el miedo a “contaminarse” que le inundaba y las compulsiones de ir automáticamente a lavarse para acabar con esa sensación.

Y es que, aunque el TOC en raras ocasiones desaparece por completo, los usuarios del centro granadino consiguen que, si al llegar tenían una mochila de 20 kilos que soportar a sus espaldas, al terminar sus terapias acaben con “una más soportable de cinco kilos”, según López.

 

Alicia habla con Granada Digital sobre cómo ha afectado el TOC a su vida | Foto: S.B.G.

Para ello, es fundamental eliminar de su rutina las tres principales acciones que incentivan aún más la enfermedad: la cama, el sillón o el sedentarismo. Así, unas 30 actividades se desarrollan de forma continua en la institución para sus usuarios. Además, cuenta con la compañía de sus iguales gracias a la casa de campo de La Encima que tiene habilitada la Asociación y en la que pueden residir para tener mayor control de su enfermedad.

“Para las personas que quieran atajar esta situación y poner fin o tratar el TOC, lo fundamental es que se dirijan a un profesional de la psicología y que empiecen una terapia cognitiva conductual correcta y ya, si se ve que necesitan apoyo de psiquiatra, tomar la medicación que necesiten y eso”, señala el fundador. Además, tanto Aurelio como Alicia recalcan una y otra vez una idea que esperan sembrar a todo aquel que pueda estar pasando por esa realidad: no hay de qué tener vergüenza, solo hay que ponerse manos a la obra y trabajar con la ayuda de profesionales para que aquello que frena su proyecto de vida pueda ser controlado con las herramientas necesarias.

Por su parte, quienes no sepan cómo ayudar a alguien cercano que pasa por esta situación, TOC Granada aconseja que les brinden apoyo emocional, sean empáticos, no les juzguen ni les faciliten el comportamiento que se intenta evitar para que no se sientan mal, les ayuden a que se sientan motivados, y, ante todo, se informen sobre la patología y se deshagan de las ideas erróneas que se tienen sobre la enfermedad.







Comentarios

5 comentarios en “TOC, la enfermedad de “la duda y el miedo” que se ataja desde Granada

  1. Avatar for Sarai Bausan

    rafael jimenez

    aunque aun no conozco a Aurelio porque el hecho de proponerme de ir a granada ya el dia anterior me crea gran ansiedad y el insomnio se me agrava mas, pues a pesar de no conocerle aun es como si le conociese de toda la vida. el grandioso trabajo que realiza junto con todo el equipo de profesionales y colaboradores de la asociación, ya es algo grande como para darme animos y seguir en la lucha.
    espero ir pronto a conocerle ya que malaga y granada están cerca. ( en esa lucha estoy)

    el testimonio de Alicia aunque rudo es también ESPERANZADOR, gracias también a ella por hacer publico su caso.
    y mucha suerte y éxitos para la asociación TOC granada.
    un abrazo para todos.
    rafael

  2. Avatar for Sarai Bausan

    M.P.García

    Mucho animo para aurelio y todos los compañeros con Toc.Enhorabuena por esa asociación y su labor.es para sentirse orgulloso.otra vez,!enhorabuena!

  3. Gracias por la ayuda que brindais. Un saludo. Esposa y madre de un TOC

  4. Avatar for Sarai Bausan

    PILAR MONREAL HÍJAR

    Interesante, necesario, positivo.
    Bravo por Aurelio, por los profesionales que trabajan en TOC Granada y por los afectados valientes que se lanzan a la tarea de mejorar su calidad de vida.
    Y mi agradecimiento a los periodistas que han llevado a cabo este reportaje.

  5. Adelante, adelante, Aurelio. La labor que realizas para la sociedad y más concretamente paro los afectados es grandiosa y necesaria para la comunidad.
    Conozco muy bien la Asociación y todavía sigo conociendo afectados que cuando se acercan por primera vez a conocerla, se asombra por comprobar que no son las única personas sobre la faz de la tierra con pensamientos desagradables y tormentosos, difícilmente de comentar incluso con sus seres más allegados. Cuando pisan la Asociación ya empiezan a sentir que su sufrimiento disminuye, simplemente por compartir sus pensamientos o rituales con otros afectados y sentir esa sensación de ser comprendido.
    Animo Aurelio , ánimo Asociación TOC Granada y enhorabuena por el trabajo bien hecho.

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