Ser director deportivo del Granada, una pesadilla para Piru

Repasamos la etapa del madrileño en la entidad nazarí, marcada por el pobre rendimiento de los fichajes realizados en verano y un cierre de mercado de enero frustrante

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Piru, durante su presentación como director deportivo del Granada | Foto: archivo GD
Daniel Sánchez-Garrido @Danisgr
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Piru las ha pasado de todos los colores en su etapa granadinista. Ayer, lunes 20 de febrero, se confirmó su despido como director deportivo del Granada tras nueve meses, aunque el puesto ya pudo con él hace tiempo. Tras el mercado de fichajes de verano ya avisó: "Han sido dos meses muy duros para mí". Ayer, en su despedida, volvió a insistir: "Han sido nueve meses complicadísimos y sufridos". No hay mucho más que decir. Y es que pasar de la captación de jóvenes talentos en un club como el Real Madrid a fichar ‘presente inmediato’ con la marca Granada CF es un cambio estridente. Piru asumió el reto. Ha trabajado de lo lindo, pero casi nada le ha salido bien.

Su presentación como director deportivo fue una premonición de lo que sería su etapa en el Granada. Superado por todo. Fue presentado ante los medios junto al entrenador elegido para el proyecto, Paco Jémez. Fue una puesta de escena secundaria para él, los focos se iban para el mediático técnico cordobés, que fue una pesadilla para el Granada y, especialmente, para Piru. Su relación fue caótica. El ex del Rayo Vallecano no estaba cómodo en el club, seducido por la Selección Española y la cabeza en otra parte. Al irse tras seis jornadas, aseguró que se le prometieron cosas que luego no se cumplieron. Un dardo directo a Piru.

Piru intentó hacer su trabajo lo mejor posible. En una entrevista a Granada Digital, aseguró que le daba un 8,5 a la plantilla que había conformado al filo del cierre del mercado veraniego. Sin embargo, en el césped nada salió bien. Se le criticó la salida de jugadores válidos a rivales directos de la categoría. Es el caso de Rubén Pérez y Machís, al Leganés; Édgar Méndez, al Alavés; Babin, al Sporting de Gijón; o Fran Rico, al Eibar. También hizo mucho daño la marcha de Rubén Rochina, uno de los ídolos de la afición y jugador clave del equipo, que se marchó rumbo al Rubin Kazan por 10 kilos. El Granada no llegó a las peticiones salariales de Rochina, que se veían exponencialmente aumentadas en Rusia.

Y sobre todo, se criticaron los fichajes realizados. A día de hoy, pocos se salvan, y muchos han salido por la puerta de atrás en el mercado invernal. Piru ‘ganó’ 18 operaciones, frente a la multitud que no prosperaron. Se ficharon a Ochoa, Tito, Gastón Silva, Vezo, Saunier, Gabriel Silva, Tabanou, Samper, Andreas Pereira, Carcela, Jon Toral, Boga, Bueno, Ezequiel Ponce, Kravets, Angban, Atzili y el finalmente despedido José ‘Tin’ Angulo. De esos 18 jugadores, se han marchado en enero Tito, Gabriel Silva, Jon Toral y Bueno.

Las quejas sobre estas llegadas venían en el perfil captado. Se trajo talento, calidad, pero poca experiencia en Primera División, y muchas dudas sobre el compromiso para un vestuario en el que había un sinfín de nacionalidades y jugadores cedidos, otras de las grandes quejas de Paco Jémez. Así llegaron los primeros partidos, las primeras críticas, el cese de Jémez y la llegada de aliento de Alcaraz. Los fichajes no se adaptaban y se echaban de menos a jugadores despreciados en verano y que ahora triunfaban en otros equipos.

RENDIMIENTO DE FICHAJES

Lo cierto es que de todos los fichajes realizados por Piru en su etapa como director deportivo del Granada, tan solo se han adaptado y están empezando a dar rendimiento Ochoa, Saunier, Andreas Pereira, Carcela y Kravets. A píldoras pequeñas también han mostrado su calidad otros jugadores como Samper, Ponce o Boga. Los demás están inéditos. Gastón empieza a espabilar, Vezo es el quinto central, incluso superado por el canterano Martin Hongla. Tabanou es un fijo fuera de las convocatorias, y jugadores como Angban o Atzili parece que ni existen.

El mercado invernal tampoco fue nada fácil para el madrileño. Tuvo que dar muchas bajas, ya que no contaban para el técnico o demandaban más minutos. Además de los citados anteriormente, se marcharon Márquez, Barral, Kelava, Oier y Martins. En su lugar llegaron Ingason, Héctor Hernández, Rui Silva, Wakaso, Panagiotis Kone y Adrián Ramos. Seis jugadores que además de aumentar la competitividad del equipo han supuesto un soplo de aire fresco para un vestuario muy machacado durante toda la temporada. A estos jugadores se sumaban los jugadores del filial Aly Mallé y Martin Hongla, que entrenan y entran en las convocatorias del primer equipo de forma habitual.

Sin embargo, y a pesar de las buenas sensaciones que ya han dejado algunos fichajes invernales como Héctor, Wakaso y Adrián Ramos, el cierre del mercado invernal estuvo marcado por el frustrado fichaje de Nabil El Zhar, que prefirió al Leganés con los billetes para Granada ya comprados. El agente del marroquí incluso llegó a burlarse en Twitter de este hecho. El Granada era el hazmerreír en redes sociales. Los dedos señalaban de nuevo a Piru. Esa sería la última vez. La aventura como director deportivo ya ha finalizado para él, una aventura que se terminó siendo una pesadilla.







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