Saunier, de descarte a titular

El defensa central, que no contaba para Jémez, se ha convertido en un fijo en el once desde que debutara en el Camp Nou en la jornada diez de la mano de Alcaraz

Saunier-Granada CF - RC Deportivo de la Coruña
Saunier, durante el Granada-Deportivo de esta campaña | Foto: Antonio L. Juárez
Daniel Sánchez-Garrido @Danisgr
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El cambio de entrenador ha sentado bien al equipo en general. Se va mejorando poco a poco y la implicación está creciendo. Pero si a alguien le ha sentado de forma fenomenal la llegada de Lucas Alcaraz es a Matthieu Saunier.

El defensa central francés, de 26 años, se ha convertido en un fijo del once titular desde que debutara en el Camp Nou la pasada jornada 10, ante el FC Barcelona. Escenario de lujo para un Saunier que cumplió con creces en la defensa de cinco que estrenaba Alcaraz.

Tras aquel envite, lo ha jugado todo. Cinco partidos que le hacen sumar 426 minutos disputados. Cuatro de los cinco encuentros los jugó completos, siendo sustituido en el partido ante el

Sporting de Gijón, en Los Cármenes. Tan solo se perdió el partido de Copa del Rey ante Osasuna, en el que Alcaraz decidió reservarlo de cara al vital partido liguero ante el Sevilla.

Saunier se ha revelado como un central de garantías cuando nadie lo esperaba. Juega fácil, no se complica y no comete errores de bulto. Transmite seguridad y un aplomo propio de un veterano curtido en mil batallas. Otros compañeros a los que se le presuponía mayor calidad como Rubén Vezo o Gastón Silva han sido más criticados por algunas de sus actuaciones. El portugués, por ejemplo, fue señalado por la derrota en Balaídos ante el Celta de Vigo.

Hablando en números, Saunier tan solo ha recibido una tarjeta amarilla en estos cinco partidos, que se saldaron con dos empates, dos derrotas y una victoria.

Quién lo iba a decir este verano. Nadie apostaba por él cuando Paco Jémez le puso la cruz casi antes de llegar. El francés jugó 45 minutos en Córdoba, en un amistoso, y tras aquel choque desapareció. Jémez apeló por aquel entonces a su excusa preferida, el idioma. Pero en el fondo de aquella cuestión estaba el gusto del extécnico nazarí. La lesión del ex de Troyes tampoco ayudó a su adaptación. Así, el bueno de Saunier fue apartado al infierno, siendo incluido en la quiniela de los que se irían en el mercado de fichajes de invierno.

El nuevo Musavu-King decían los más irónicos, en comparación al defensa central que llegó la temporada pasada a Granada y no llegó ni a debutar con la elástica nazarí, marchándose por consecuencia en enero.

Sin embargo, Saunier ha sabido voltear la situación y ha respondido de forma notable a la confianza que Alcaraz ha puesto en él. Un ejemplo para los jugadores de la plantilla que están disfrutando de menos minutos de los que desearían.







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