Sandoval: una oportunidad para superar la 'quema de enero'

El Granada CF parece dar su último voto de confianza al de Humanes en un mes que suele ser de despidos en la entidad nazarí

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José Ramón Sandoval | Foto: Alex Cobreti
Daniel Sánchez-Garrido | @Danisgr
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La sensación era clara. José Ramón Sandoval parecía no terminar el día como entrenador del Granada CF. Pero sólo parecía. En la balanza parece haber pesado más el gran triunfo ante el Sevilla, empezando el 2016 por todo lo alto. También se habrá tenido en cuenta el momento en que Sandoval llegó al Granada el curso pasado. Cuatro partidos y un milagro llamado salvación.

Dos nombres propios, Success y Peñaranda, más enchufados que nunca, y el novedoso sistema de tres centrales con dos carrileros, que salió a escena frente al Sevilla el pasado tres de enero, atisbaban una mínima esperanza al aficionado rojiblanco horizontal. Sin embargo, el crédito parecía haber terminarse por agotarse tras la abultada eliminación copera ante el Valencia y las goleadas ante Barcelona y, especialmente, Eibar en Liga.

ENERO, UN MES DE DESPIDOS DESDE LA VUELTA A PRIMERA

La época de enero es la más clásica por la cúpula rojiblanca para ‘cargarse’ entrenadores desde que el equipo llegara a Primera División. El Presidente del club, Enrique Pina, y el Director Deportivo, Juan Carlos Cordero, ya lo hicieron con Joaquín Caparrós el año pasado (16 de enero), con Anquela en el 2013 (30 de enero)  y con Fabri en el 2012 (22 enero). El único que consiguió salvarse de la quema fue Lucas Alcaraz.

Fabri fue el primero de estos despidos encadenados en el mes de enero, desde que el club volviera a Primera División. Una derrota ante el Espanyol desencadenó la decisión de la directiva de prescindir de sus servicios. Dejó al equipo en puestos de descenso con 19 puntos, con 5 victorias, 4 empates y 10 derrotas (19 jornadas).

Anquela llegó al Granada en el verano de 2012, con un gran trabajo en el Alcorcen como carta de presentación. Finalmente fue destituido al borde del final del primer mes del 2013. El 30 de enero, después de una derrota ante el Sevilla por 3 a 0, el entrenador jienense dejó el banquillo rojiblanco, al que llegó un granadino de pro, Lucas Alcaraz. Anquela dejó a los nazaríes en el puesto número 17, con 20 puntos, 5 victorias, 5 empates y once derrotas.

Alcaraz corrió mejor suerte. Consiguió dejar al equipo en Primera División esa temporada a falta de una jornada para el final de la Liga. El 18 de mayo de 2014, después de conseguir la permanencia por segunda temporada consecutiva, anunció que no continuaría en el banquillo nazarí.

Caparrós, el más reciente, fue cesado un 16 de enero. Probablemente es el que peor recuerdo dejó en Granada. Su fichaje supuso un gran desembolso por parte del club y se erigió como la gran estrella del proyecto. Su filosofía acabó por generalizar el descontento en la plantilla. Dejó el equipo tras un partido de Copa del Rey ante el Sevilla. En liga dejó al equipo como farolillo rojo, una larga racha de jornadas sin ganar y con tan solo catorce puntos en el casillero (dos victorias, ocho empates y ocho derrotas).

José Ramón Sandoval tiene ante sí la oportunidad de superar el filón del primer mes del año y pasar a tiempos mejores. Alcaraz ya lo consiguió y se convierte en una especie de espejo a seguir. El objetivo para pasar el corte es tan simple como complicado. Todo se basará en conseguir los tres puntos ante el Getafe el próximo sábado en Los Cármenes, y convencer de que es el hombre adecuado para dejar al equipo por sexta temporada consecutiva en Primera División.

Algunos puntos ya se quedaron por el camino de Gijón o Espanyol y también parte del crédito del técnico madrileño. En algún momento se echarían de menos y es ahora cuando se ven las consecuencias. 17 puntos se traduce como un bagaje muy pobre para el madrileño y su equipo. Esa es la realidad, como lo es que Sandoval apunta a su última oportunidad, la última oportunidad para salvarse de la 'quema de enero'.







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