Sandoval, número uno en situaciones límite

Es fabuloso como José Ramón Sandoval exprime su puesto en el banquillo del Granada con esa admirable pasión con la que ama su profesión. Y lo digo de corazón. El técnico de Humanes me parece un tipo fabuloso como ser humano y, aunque como entrenador no me termine de enamorar, creo que tiene detalles y arrebatos de genio. La pasada temporada obró el milagro de salvar al equipo cuando solo restaban cuatro jornadas y el conjunto nazarí estaba con pie y medio en Segunda. Lo hizo sumando 10 de esos últimos 12 puntos, cuando en el resto de la temporada el Granada apenas acumuló 25.

Pero esa no ha sido la única vez que ha dado la talla cuando el agua ya le rozaba la nariz... Por mucho que se haya quitado mérito, el as de la manga que se sacó con Peñaranda le salvó el cuello allá por el mes de noviembre. Y este fin de semana, tres días después de que incluso varios medios de comunicación afirmaran con rotundidad que había sido despedido y que Francisco (el ex del Almería) llegaba para reemplazarle, consiguió un triunfo de oro ante el mejor Getafe del último lustro.

«Mi equipo ha dicho que se quiere quedar en Primera, se ha visto un Granada con alma, generoso, solidario y haciendo caso omiso a lo que se habla por fuera, ha sido el equipo que toda afición quiere ver», detalló Sandoval a modo de reivindicación tras la victoria del sábado en Los Cármenes. El entrenador rojiblanco se la jugaba y supo tocar la tecla correcta para que sus futbolistas se desvivieran en el campo y jugarán el mejor encuentro de la temporada, otorgándole una vida extra a su técnico y evitando el trauma de un cambio de entrenador, decisión que no siempre es sinónimo de mejora, aunque al Granada le haya salido bien en estos cuatro años y medio en Primera. Así que, de momento, Sandoval dormirá esta semana dos puntos por encima del descenso, se sentará el sábado en el banquillo de El Madrigal y, suceda lo que suceda, también recibirá al Madrid en Los Cármenes dentro de dos semanas. 15 días más de vida para un técnico que es el número uno en situaciones límite.