Retiran veintidós kilos de plomos de la costa granadina | Vídeo

La Asociación Hombre y Territorio advierte de la necesidad de regular actividades de pesca para no perder una especie de coral vulnerable a la extinción

coral Granada
El coral candelabro, Dendrophyllia ramea | Imagen: Gabinete
Gabinete
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La Asociación Hombre y Territorio, gracias al apoyo del Proyecto LIBERA de SEO/BirdLife y Ecoembes, ha realizado inmersiones para constatar el impacto que las artes de pesca recreativa ejercen sobre la especie Dendrophyllia ramea, una especie de coral vulnerable a la extinción según la última revisión de la UICN sobre el estado de conservación de los corales del Mediterráneo. La especie está contemplada también como Vulnerable en el Libro Rojo de Invertebrados Amenazados de Andalucía.

El coral candelabro, Dendrophyllia ramea es un coral arborescente cuyas colonias pueden llegar a medir hasta 1 m de altura. El contraste de sus ramas color anaranjado y sus pólipos blancos le confieren un atractivo único. La especie se distribuye por aguas atlánticas y mediterráneas. En todo el Mediterráneo, su población más somera se encuentra en los fondos de la Zona de Especial Conservación Acantilados y Fondos Marinos de la Punta de la Mona en el litoral de Granada (ZEC Punta de la Mona). Este espacio, de increíble valor ecológico, es considerado un Punto Caliente de Biodiversidad en el Mediterráneo. A diferencia de en el resto del Mediterráneo donde la especie habita en zonas profundas, aquí, las colonias de D. ramea se distribuyen a partir de los 20 metros de profundidad, por lo que son susceptibles de ser observadas y fotografiadas en las inmersiones de buceo recreativo, presentándose así como un reclamo turístico del espacio.

Desde el año 2010, Hombre y Territorio, dentro de su proyecto SOSREDES, ha venido constatando el efecto de las artes de pesca sobre diversas especies protegidas dentro de la ZEC Punta de la Mona. Especies como el coral naranja (Astroides calycularis), la esponja Axinella polypoides, el briozoo Pentapora fascialis y el coral candelabro (Dendrophyllia ramea) han sido objeto de seguimiento durante estos años.

Durante octubre de 2017, se han realizado inmersiones hasta los 40 m de profundidad para revisar el impacto directo de los sedales sobre la especie Dendrophyllia ramea. De las 42 colonias estudiadas, 31 presentaban sedales enredados en sus estructuras y 6 de las colonias, de un porte importante, estaban desprendidas del sustrato, por lo que su supervivencia es inviable. Este resultado corrobora el obtenido hace 4 años y realizado en la misma zona, que ya alertaba de un permanente efecto negativo de esta actividad sobre la especie, vulnerable a la extinción en el Mediterráneo y Andalucía.

Catorce héroes marinos

Paralelamente a este estudio y para implicar a la ciudadanía en los problemas ambientales y su solución, se ha realizado una jornada de participación con buceadores recreativos en la ZEC Punta de la Mona. 14 participantes voluntarios realizaron una inmersión donde se han recogido 22 kg de plomos (más de 250 plomadas para pesca con caña).

La Punta de la Mona es una de las zonas del Mediterráneo andaluz con más afluencia de buceadores recreativos, pero esta actividad no es la única que se desarrolla en el área. La pesca recreativa con caña, la pesca submarina con arpón, así como la pesca profesional son actividades que se realizan en el espacio. Aunque su impacto está recogido en el Plan de Gestión actual que rige sobre la Zona de Especial Conservación “Acantilados y Fondos Marinos de la Punta de la Mona” no se está aplicando actualmente ningún plan que regule el uso público para tratar de mitigar los impactos en este espacio protegido.

 

Participamos en el proyecto #LIBERA de @SEO_BirdLife y @ecoembes con esta acción sobre #basurasmarinas y #corales. #heroeslibera #sosredes Accede al video https://t.co/JvN2OOQoy7 pic.twitter.com/Iy9AijytYF

— Hombre y Territorio (@HyT_Asociacion) 9 de noviembre de 2017







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