Quejas, reventas y denuncias: ¿Qué pasa con la venta de entradas para grandes conciertos en España?

Pues mientras miles de personas esperan a comprar en el punto oficial, las mismas entradas aparecen ya disponibles en webs de reventa

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Foto: Archivo GD
E.P
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Hace no tanto tiempo, para comprar una entrada para un concierto acudías a la tienda de turno y el dependiente te la daba en mano. Si había mucha demanda, al llegar podías hacer un cálculo a ojo de la gente que estaba en la cola para tener una idea de tus posibilidades, que por lo general eran muy amplias.

Con el cambio de siglo empezó la venta por internet. Durante el primer lustro se montaban largas filas a las puertas de los establecimientos porque la confianza en el ordenador escaseaba. Sabías que podías tardar unas cuantas horas, pero también sabías que la paciencia tendría un premio.

Sin embargo, el progreso ha traído una curiosa situación, pues aunque en teoría es más fácil comprar entradas al haber más canales, es ahora cuando más complicado resulta. Tenemos teléfonos, ordenadores y tiendas, pero todos confluyen en un mismo punto que se satura y el comprador termina perdiendo el tiempo en dichosas colas virtuales.

Aquí es donde surge la tragicomedia, pues mientras miles de personas esperan a comprar en el punto oficial (mercado primario), las mismas entradas aparecen ya disponibles en webs de reventa (mercado secundario) a precios más altos. Y entonces se agotan las entradas en un par de horas y afloran las quejas de impotencia y frustración.

QUEJAS Y DENUNCIAS

A las quejas de los potenciales compradores se suman las denuncias de la organización de consumidores Facua, que tras el reciente caso de venta para Bruno Mars en Madrid y Barcelona advirtió a las autoridades de que la empresa encargada de la venta en el mercado primario, Ticketmaster, "estaba haciendo reventa inmediata a través de Seatwave", una web de su mismo grupo. Porque ambas, efectivamente, forman parte de la estructura de Live Nation, la mayor promotora de conciertos del planeta y encargada de la gira de Bruno Mars.

Facua denuncia que la plataforma oficial pone a la venta las entradas y casi a la vez avisa de que están agotadas, "pero de inmediato despliega un nuevo menú en el que esos mismos pases vuelven a estar disponibles a precios disparados y sin que el usuario tenga que salir de la propia web de Ticketmaster". Por eso, la organización habla de "fraude" en este caso y también en el del último recital de Bruce Springsteen en Madrid el pasado mayo (organizado por otra promotora, que no forma parte del grupo, Doctor Music).

"Niego categóricamente cualquier vinculación de tráfico de entradas, independientemente de que seamos del mismo grupo, hay una cuestión ética", resalta a Europa Press Eugeni Casamiglia, CEO de Ticketmaster España, quien luego recuerda que la reventa en el mercado secundario es "absolutamente legal" en nuestro país, por lo que apunta que las acusaciones de Facua son "demasiado graves como para hacerlas sin aportar pruebas". "Si tienen pruebas, ningún problema, pero si no, me gustaría que rectificaran", apostilla.

Casamiglia resalta que Ticketmaster "está absolutamente alineada en la lucha contra los especuladores", y para eso pone "en manos de los promotores herramientas" como limitar las entradas que se pueden comprar en cada venta. "Estamos desarrollando la posibilidad de vender entradas nominales y mecanismos para evitar la compra masiva a través de robots, utilizando el captcha", explica.

Sobre la aparición inmediata de entradas en el mercado secundario, plantea que Ticketmaster "vende entre 400 y 500 entradas por minuto", que son adquiridas por particulares y por "especuladores que quieren venderlas cuanto antes". "También hay preventas para fans y marcas", recuerda, e indica que el "porcentaje de gente que usa el mercado secundario es alto" y añade que "si hay mucha demanda, mucha gente no puede tener entrada salvo que pague sobreprecio".

ESCÁNDALO EN ITALIA

La polémica en nuestro país se aviva por lo sucedido en Italia, donde un programa de investigación destapó que Live Nation desvió directamente entradas al mercado secundario para dos conciertos de Coldplay, sin pasar por el primario, a cambio de quedarse con un recargo del 90 por ciento. "Eso no está pasando aquí, está totalmente prohibido. Trabajamos para el público y los artistas, y estamos en desacuerdo total con la especulación", sentencia en declaraciones a Europa Press el presidente de Live Nation España, Roberto Grima.

Así, apuesta por "más luz y transparencia", así como "poner el máximo de medios" para dificultar la especulación, siendo "creativos pero sin ir contra el público, asociando las entradas al DNI o con sistemas anti robots". Eso sí, advierte de que "no se puede luchar contra la venta secundaria mientras la ley lo permita", por lo que remarca que una posible solución es "una regulación" acordada entre los implicados y las administraciones para, por ejemplo, limitar el precio especulativo.

Grima concluye que "las entradas no pasan de un lado a otro", pero, aún respetando sus palabras, el fundador y CEO de Doctor Music, Neo Sala, lo plantea así: "En el caso de Bruno Mars, Live Nation usa en exclusiva el canal de Ticketmaster y es inaceptable que luego Ticketmaster haga triquiñuelas para que los fans acaben, casi sin darse cuenta, comprando en la reventa en Seatwave. Live Nation es dueña de ambas empresas y, en el caso de Bruno Mars, está totalmente en sus manos evitar que esto ocurra".

"Parece que el objetivo de Live Nation es que muy pocos fans puedan comprar entradas directamente y que la gran mayoría tenga que ir siempre a la reventa. Entonces solo los ricos podrían ir a conciertos", afirma Sala, quien además, asegura que la "concentración de poder" en este asunto es "muy preocupante", al tiempo que reclama "una ley que prohíba la reventa especulativa con carácter general".

¿ES SEGURO EL MERCADO SECUNDARIO?

En este punto, Sala plantea que "si Live Nation España está tan en contra de la reventa, ¿por qué en las condiciones de las entradas de sus conciertos no prohíben la reventa como sí hace Doctor Music?". "Es necesaria una aplicación contundente del Código Penal, en todos los conciertos nos encontramos con fans estafados a los que las plataformas de reventa han vendido entradas duplicadas o falsificadas. O sea, que el secundario no siempre es legal ni tampoco seguro", remacha.

Esta opinión no coincide con la de Ander Michelena, CEO y fundador de Ticketbis, empresa del mercado secundario, quien asegura que ofrecen "una opción de reventa online legal y segura", y recuerda que la que está prohibida es la venta y reventa callejera. Además, apunta que, según sus datos, un 30 por ciento de compradores terminan por no poder utilizar la entrada, de los cuales el 80 por ciento pierden "completamente el dinero".

"Gracias a plataformas como la nuestra pueden recuperar parte o la totalidad de ese dinero sin quedar con un extraño y realizar una venta en medio de la calle. Garantizamos las transacciones, gestionamos el pago, el envío, efectuamos devoluciones en caso de cancelación sin coste para los usuarios... Queremos construir una verdadera alternativa, podemos ser útiles y flexibilizar el mercado", afirma Michelena.

Desde su independencia y fortaleza en el mercado primario, el CEO de Ticketea, Javier Andrés, lamenta que haya "mucha confusión", por lo que propone una nueva y más clara regulación acordada entre todos, al tiempo que propone una nueva vía: "Como usuario, me gustaría tener un canal oficial para devolver mi entrada si no puedo asistir a un concierto. Como eso no existe, para no perder el dinero, tienes que buscar alternativas para venderla".

"Hay que acabar con la especulación y también dar una solución al cliente para que pueda devolver su entrada si no puede asistir. Yo estaría encantado de admitir cambios y devoluciones con una serie de condiciones, como pasa con los hoteles, pero los promotores no me dejan", expone Javier Andrés, para acto seguido alertar de algo en absoluto irrelevante: "La gente compra en páginas no oficiales y no lo sabe".







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