Puertas se viste de Morfeo

El Granada suma su tercera victoria en cinco jornadas tras vencer por 3-0 al Rayo Majadahonda

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Puertas celebra su segundo tanto | Foto: J.J.
Nacho Santana | @NachoSantana_27
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Según la mitología griega, Morfeo es el dios de los sueños, el encargado de llevar a reyes y emperadores al plano onírico para que disfruten. De él se vistió Antonio Puertas para tener en sus manos al Granada, emperador del coliseo del Zaidín, que suma ya cinco jornadas de Liga sin conocer la derrota y mantendrá su condición de invicto al menos una semana más gracias a la gran actuación del almeriense.

Tal debe de ser el idilio de Morfeo con los rojiblancos que no les abandonó ni cuando el Rayo Majadahonda pudo adelantarse a los cuatro minutos de juego tras rematar fuera un centro proveniente de una falta. De hecho, fue esa ocasión la que terminó de despertar a un Granada que, paradójicamente, se permitió soñar desde ese momento.

 

Los locales, espoleados por los ánimos de la afición ante cada buena jugada, se crecieron y comenzaron a controlar el juego y las ocasiones. San Emeterio y Montoro se vistieron de escuderos y dejaron a Vadillo, Puertas y Fede Vico brillar para hacer soñar a la grada.

Pasado por poco el cuarto de hora, Vadillo encontró al espacio a un Víctor Díaz especialmente ofensivo en su retorno al lateral. El carrilero la midió y puso el balón al corazón del área, donde Fede Vico no atinó a rematar. Sí que lo hizo Vadillo, pero se topó con la defensa.

Poco después, Puertas pisó área y sacó un zarpazo con destino a la red, pero el pie de Ander decidió que no era el momento de disfrutar del sonido del gol en Los Cármenes. Los mejores sueños son los que más se esperan. Sin embargo, no tuvo que esperar mucho la hinchada para celebrar, pues Adrián Ramos, que peleó como si volviese a tener veinte años, supo anticiparse a un pase atrás de los visitantes. Controló con la clase que se presupone a un jugador de su trayectoria, puso el balón en el suelo e inició un eslalon protegiendo el balón hasta llevarlo a la frontal, donde cedió para un Puertas que supo definir ante la salida del guardameta. Uno a cero y dominio en todas las facetas.

 

Fue entonces cuando, consciente de su estatus esta temporada y de cómo se ganan los partidos en una categoría tan dura, el Granada echó el freno. No correr riesgos es parte ya de un equipo que sabe que la condición de gallo del año pasado ahora solo existe en un plano onírico que ya no frecuentan, los pies están en el suelo y se juega como tal.

Al borde del descanso y con el rival controlado, el guión se repitió. Nuevamente, una excepcional actuación de Ander evitó al Granada doblar la distancia, esta vez ante Víctor Díaz, pero del córner de su rechace nació el segundo tanto local. Germán recibió el saque de esquina y durmió la pelota con la cabeza para que un ligeramente adormilado en defensa Martínez, desde la frontal del área pequeña, la empujase sin oposición posible. Dos cero, control del partido y al descanso.

Tras la reanudación, el guión no cambió el exceso. El Rayo Majadahonda solo probó tímidamente a un Rui Silva que sigue acumulando confianza y afianzándose como un portero de categoría, mientras los nazaríes aguardaban, controlaban y llegaban con cuentagotas, pero con efectividad.

La marcha de Ramos, lesionado tras un encontronazo, obligó a Diego Martínez a mover ficha. La decisión fue optar por el músculo de Nico Aguirre y adelantar a Puertas, acorde con la idea que el equipo tenía del partido, y funcionó. Desde su posición de falso delantero, Puertas logró plantarse solo ante Ander, puso sangre fría, regateó y mandó el balón al fondo de las mallas para poner el tercer tanto en el electrónico a los 63 minutos de partido.

Inmediatamente tras el gol, Diego Martínez volvió a mover ficha. Pozo entró por Montoro y mandó a Fede Vico a la mediapunta para arropar en la salida a San Emeterio y Aguirre. Sin embargo, pese a las modificaciones, el Granada supo que era hora de volver a dormir el partido, dosificar esfuerzos y elegir el momento de asestar la estocada.

Con este resultado, y gracias a la actuación de un Puertas soberbio, los rojiblancos seguirán soñando una jornada más desde los puestos altos de la tabla, conscientes de que no están obligados a despertar todavía, aunque olvidar la verdadera condición del equipo y subestimar la categoría podría tornar el sueño en pesadilla. Mientras tanto, disfrutarán de una comunión de ensueño con la grada, que terminó el partido cantando "orgullosos de nuestros jugadores".

Ficha técnica:

Granada: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, Martínez, Álex Martínez; San Emeterio, Montoro (Pozo 65'); Vadillo (Rodri 80'), Fede Vico, Puertas y Adrián Ramos (Nico Aguirre 51').

Rayo Majadahonda: Ander; Iza, Verdes, Rafa, Morillas; Enzo, Óscar (Nico 46'), Luso, Fede Varela; Aitor (Martínez 46') y Aitor G.

Goles: 1-0, Antonio Puertas (21'); 2-0, Martínez (45'); 3-0 (Puertas, 63').

Árbitro: Ávalos Barrera. Amonestó a los visitantes Enzo (3'), Rafa (26'), Luso (32') e Iza (86') y al local Fede Vico (74').

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de la Liga 1|2|3 disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 9.077 espectadores.







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