Pozo hace sonreír al Granada CF

Un tanto del hervense cuando restaban dos minutos para el final ha puesto el 1-0 con el que los rojiblancos han derrotado al Almería

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Pozo celebra el tanto de la victoria del Granada CF | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España | @Chema_Ruiz22
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No habían pasado más de cinco minutos del pitido final del partido cuando en Los Cármenes no quedaba ya más que un silencio ensordecedor, una calma que poco tenía que ver con la batalla que allí había acontecido. Esta terminó con un estruendo, un grito unánime de unas diez mil personas que, tras 88 minutos de tensión, pudieron sonreír. El duelo entre el Granada CF y la UD Almería parecía ya acabado a esas alturas y el reparto de puntos entre ambos casi se reflejaba ya en la clasificación. Pero la fe de los niños nunca desaparece. No, al menos, la del niño del Granada. Pozo, con un suave testarazo a falta de dos minutos para la conclusión del choque, puso el 1-0 con el que los de Diego Martínez se han impuesto al conjunto indálico y han alcanzado, al menos momentáneamente, el liderato de La Liga 1|2|3.

La tarde de derbi en Granada comenzó con más cambios de los esperados en el conjunto nazarí. Diego Martínez, además de dar entrada a Quini en el lugar del sancionado Víctor Díaz, volvió a incluir en el ‘once’ a Fede Vico, ausente en las tres últimas alineaciones, y a Rodri, que sumó su segunda titularidad desde que defiende el escudo del Granada en detrimento de Adrián Ramos. Al caferero le tocó vivir el choque junto con Pozo en el banquillo. Fran Fernández, por su parte, introdujo otro par de cambios en su alineación. Salvejich, que había sido duda hasta última hora, entró en el centro de la zaga para sustituir al lesionado Juan Ibiza, mientras que Corpas ocupó la banda derecha, dejando a Narváez en el banco.

Entre nubes y ráfagas de gélido viento, el cuadro almeriense puso en juego el nuevo esférico, el que vaticina la llegada del invierno, dando inicio a la batalla. Esta comenzó con un ritmo vibrante. Ninguno de los dos equipos parecía dispuesto a especular, por lo que ambos revolucionaron pronto sus motores para meter cuanto antes la segunda marcha e, incluso, la tercera.

Fue el Almería el primero en pisar el acelerador. Con una línea de presión muy alta, los de Fran Fernández dificultaron la salida del balón granadinista y comenzaron a asomarse a la portería de Rui Silva. Salvejich, cuando más de un aficionado aún estaba analizando los cambios en las alineaciones, envió el balón por encima de la meta rojiblanca al rematar con la testa el primer servicio desde la esquina del choque, a los tres minutos de juego.

Pero el Granada no se arrugó. Los de Diego Martínez se hicieron con la posesión del esférico y, con rápidas combinaciones y muchísima movilidad interior, empezaron a acechar la portería defendida por René. Como viene siendo habitual, el peligro llegó, principalmente, por las bandas. Vadillo tuvo la primera de su equipo en el minuto nueve, y no fue poco clara. El extremo gaditano se adelantó a toda la defensa indálica para recibir un balón en largo que le dejó solo ante René, y con opción de servir el gol a Rodri o Puertas, que acompañaban su galopada. Decidió, tras tomarse su tiempo, pegarle cruzado, tanto que se fue lamiendo el poste.

El paso de los minutos no aminoró en exceso el compás del choque, aunque sí que confirmó el dominio local. Fede Vico -hiperactivo en los primeros 45 minutos-, Puertas y Vadillo se adueñaron del frente de ataque nazarí, acompañados por la profundidad de Quini y Álex Martínez y dirigidos por un par de centrocampistas que parecen nacidos para jugar juntos. Las ocasiones, en cambio, las pusieron los centrales, para uno y otro equipo.

Germán remató a las manos de René un córner sacado por Vadillo en el minuto 20 y Salvejich, de nuevo, hizo lo propio para recordar al Granada que no jugaba solo, aunque hacía ya un tiempo que los almerienses no eran capaces de inquietar la zaga rojiblanca. Tampoco lo hicieron en los minutos restantes del primer acto, en los que un posible penalti sobre Antonio Puertas aumentó la tensión del choque, que llegó a su intermedio sin goles.

A la vuelta de los vestuarios, el conjunto indálico trató de revertir la inercia que había adquirido el choque en su primera mitad probando pronto a Rui Silva. El centrado disparo de Juan Carlos en el 46’ acabó en las manos del guardameta, pero las fuerzas se equilibraron. Los de Diego Martínez trataron de poner fin a la reacción almeriense rompiendo la igulada, pero René, con una gran estirada a disparo de Rodri, lo evitó en el minuto 49.

El partido ahora era otro, muy diferente. El Almería, espoleado por los incesantes ánimos de sus aficionados, comenzó a jugar en campo rival y tuvo ocasiones para ensalzar la figura del portero granadinista. La más clara fue de Corpas, que hizo volar a Rui Silva al enchufar un potente disparo desde dentro del área tras recortar a Álex Martínez. Sin embargo, la réplica del Granada, con la entrada de Pozo por Puertas, le devolvió el control del choque. Comenzaron los rojiblancos a sumar llegadas por los flancos y cerca estuvo Montoro de abrir el marcador al rematar de cabeza un buen centro de Quini en el minuto 67.

Pero con el paso de los minutos se le fueron acabando las ideas al Granada, que no encontraba la manera de perforar la meta defendida por René y, más tarde, tampoco cómo llegar a ella. Diego Martínez buscó la reacción dando entrada a Juancho y a Adrián Ramos, pero la pareja coombiana apenas entró en juego. Tampoco lo lograban los indálicos, que se vieron perjudicados por sus propias sustituciones, si bien Chema generó cierto desajuste en las líneas granadinistas. Al mismo tiempo, las pulsaciones se aceleraban en los jugadores, calientes aún por el final del primer acto, y se sucedieron las interrupciones.

El choque parecía acabado, pero los niños no pierden la fe. Se preparaba Sekou para saltar al terreno de juego en el minuto 88 mientras, solo unos metros más adelante, Fede Vico colgaba un balón teledirigido al segundo poste. Entraba por allí Pozo, el niño de este Granada, que templó el esférico con la testa para que este acariciase la red de la portería almeriense, a cámara lenta, por si la tensión no hubiera sido suficiente. Era gol, el tan ansiado gol, que llegaba cuando ya no había tiempo para una reacción indálica.

Sonrió finalmente el Granada, una vez más, aunque tras un partido bronco y vibrante que se resolvió cuando el colegiado ya casi se llevaba el silbato a la boca. Los de Diego Martínez continúan construyendo su muralla en torno a Los Cármenes, donde solo han cedido un empate en lo que va de curso, aunque sufriendo cada ladrillo que colocan. En cualquier caso, en La Liga mandan los puntos, y los nazaríes ya suman 23, 27 menos para los 50 con los que, en teoría, obtendrían la permanencia. Y duermen líderes, que no es poco.

Ficha técnica:

Granada CF: Rui Silva; Quini, José Antonio Martínez, Germán, Álex Martínez; Montoro, Fede San Emeterio; Vadillo (Juancho 80’), Fede Vico, Antonio Puertas (Pozo 62’); y Rodri (Ramos 72’).

UD Almería: René; Romera, Owona, Salvejich, Andoni López (Sekou 88’); Corpas, César de la Hoz, Yan Eteki, Luis Rioja (Narváez 72’); Juan Carlos (Chema 65’) y Álvaro Giménez.

Goles: 1-0: Pozo, min. 88.

Árbitro: Arcediano Monescillo. Amonestó a los locales Antonio Puertas, Rodri, Germán y Montoro, así como a los visitantes Juan Carlos y Yan Eteki.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la undécima jornada de La Liga 1|2|3 disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 10.228 espectadores. Antes del comienzo, se guardó un minuto de silencio en memoria del Guardia Civil José Manuel Arcos, fallecido en Granada al recibir un disparo mientras estaba de servicio.







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