Pedaladas desde Granada por la vida y por la Vega

Hay viajes que se hacen por placer, otros por negocio y otros para reencontrase con uno mismo o con alguien. Viajes en solitario o en compañía.  Viajes de pocos kilómetros o que atraviesan mares. Y hay viajes que buscan algo más: lucha, denuncia, reivindicación…

Y con esta última bonita excusa, el verano pasado cuatro jóvenes granadinos le dieron un sentido más al deporte. Emprendieron un largo viaje en bicicleta para dar visibilidad al pulmón de Granada, a la Vega. Pedalearon desde Granada a Florencia durante 34 días para reivindicar su protección y su desarrollo sostenible. La Vega ha perdido hasta el 40% de su superficie.

“Fue un viaje duro porque eran muchos días y llevábamos el dinero justo. En España no nos costó mucho esfuerzo encontrar alojamiento gratuito pero una vez pasada la frontera de España, si que fue más complicado...”, comenta a Granada Digital, Iván, uno de los miembros de este pelotón que pedalea en pro de la Vega de Granada y también para llamar la atención de las administraciones para que fomenten y faciliten el transporte en bicicleta”.

DOS LUCHAS: POR LA VIDA Y POR LA VEGA

Pero este no ha sido el único viaje que han hecho estos cuatro jóvenes que no superan los 22 años de edad. Francisco Javier, Guillermo, Álvaro e Iván se han atrevido con otro más. Y, esta vez, sus pedaladas no solo han servido para defender la Vega sino para dar visibilidad a una enfermedad, la Esclerosis lateral Amiotrófica (ELA). Estos chicos han arropado a Jorge Abarca, un ya conocido luchador granadino, afectado por esta enfermedad. Juntos, han unido esfuerzo y dedicación para reclamar más investigación del ELA. El pasado 22 de marzo iniciaron su viaje que partió desde Granada destino Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), siguiendo el río Genil. Cuatro días y 400 kilómetros en su apuesta por el medio ambiente y por la salud.

“Ha sido una gran experiencia compartir este reto junto a Jorge”, manifiesta Iván, quien ya nos adelanta que no será la última que vivan, pues el grupo se plantea dar la vuelta a España o marchar hasta Dinamarca, siempre sobre las dos ruedas.

Jorge Abarca tampoco ha estado quieto últimamente. Se fue en bicicleta-tándem desde Granada a Santiago de Compostela, para revindicar más medios para la investigación del ELA. Lo consiguió, y vino de vuelta con la satisfacción de un reto cumplido y con 15.000 euros recaudados que fueron donados a la Asociación ELA Andalucía y al Proyecto de Investigación MiniE.

"Este último reto, el de llegar a Cádiz, me ha costado algo más que cuando fui a Santiago de Compostela, porque la enfermedad ha avanzado y lo he notado aunque fuesen menos kilómetros", nos explica Jorge, quien esta vez ha utilizado una bicicleta adaptada con un pequeño motor eléctrico con autonomía de 60 kilómetros para usarlo en aquellos momentos en los que los obstáculos del camino le podían suponer más esfuerzo. "Mi límite lo va a marcar la evolución de mi enfermedad pero considero que una persona que se encuentre en buen estado, con el deporte, puede llegar a conseguir cualquier reto", profundiza Jorge.

DESPERTAR CONCIENCIAS 

“Hacer deporte beneficia a tu estado de salud y te hace sentir bien, te brinda felicidad”, nos retrata Iván, quien ha descubierto, junto a sus compañeros, otra faceta de la actividad física, la reivindicativa.

“Creemos que hemos conseguido el objetivo que nos marcamos. El de Italia, por ejemplo, obtuvimos muy buen feedback allá por donde pasábamos”, recuerda Iván. “Y Cádiz también ha sido muy gratificante, al juntarnos con Jorge en estas dos luchas”, añade.