Más de la mitad de los adolescentes andaluces han presenciado algún tipo de actitud homófoba

Entre un 3 y 7 por ciento de jóvenes piensan que la homosexualidad o la transexualidad son enfermedades, según un informe

bandera gay
Imagen ilustrativa | Archivo GD
Gabinete
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Cerca del un tercio estima que el colectivo LGBTIQ+ es más proclive a contraer ITS y casi uno de cada diez piensa que no deben expresar su afectividad en público. Estos son sólo algunos datos alarmantes que arroja el “Informe sobre la LGBTIfobia y conocimiento de la diversidad sexual entre los jóvenes andaluces” elaborado por la Federación Andaluza de Asociaciones LGBTIQ+, ANDALUCÍA DIVERSIDAD, junto con el Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia.

“Nos hemos quedado bastante preocupados por los datos que arrojan las estadísticas, no es de rigor que a estas alturas sigan tan arraigadas entre los más jóvenes ideas tópicas y estereotipadas sobre nuestro colectivo. Sin duda, queda mucho trabajo por delante”, así se manifestaba Antonio Ferre, presidente de Andalucía Diversidad, durante la rueda de prensa ofrecida para presentar un informe que se ha ido elaborando a lo largo de todo el curso 2017/2018. "Tras ir finalizndolo durante el verano, hemos visto que presentarlo en cuanto empezara el nuevo curso escolar era muy importante, dado que la labor educativa es esencial para acabar con esta homofobia patente”.

El documento se ha desarrollado a raíz de los cuestionarios que se han dado a los alumnos de 54 clases aleatorias de IES de Andalucía, abarcando, así, un universo de 1326 estudiantes de todo el ciclo educativo secundario, “vemos, además, que los resultados no difieren mucho entre provincia y provincia o entre centros que estén en grandes poblaciones o pueblos más pequeños, por lo tanto está claro que los problemas de homofobia o desconocimiento de la realidad LGBTIQ+ son comunes entre los adolescentes, no tienen la suficiente educación en este aspecto y creemos que por eso no empatizan o respetan a sus semejantes”, añade la directora del Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, Natalia Ronco.

Otro de los datos que han arrojado las encuestas es que nada menos que el 8,07% cree que tener un profesor homosexual o transexual influye negativamente en la educación que reciben. “Es horrible que haya un porcentaje tan alto de chicos y chicas que opinen esto, que valoren a un profesor por su orientación o identidad sexual, algo que jamás ocurriría si el educador en cuestión entrara dentro de la heteronormatividad”, ha manifestado Ferre, quien señala que “también vemos que pasa, y en mucha mayor medida, a la hora de catalogar al colectivo, dado que uno de cada cuatro opina que se nos puede distinguir por nuestra apariencia o por, incluso, nuestra profesión”.

Si bien la gran mayoría de los adolescentes andaluces conoce a personas del colectivo LGBTIQ+ en su entorno -75%- “está claro que muchos aún no han normalizado la diversidad sexual existente, de hecho, más del 26% no saben lo que es la homofobia y la transfobia a pesar de haber sido testigos -o artífices o víctimas- de acosos, insultos o agresiones por este motivo. Se hace más difícil trabajar contra un problema al que ni siquiera saben ponerle nombre”, ha dicho Ronco.

Aún perduran ideas negativas o erróneas sobre el hecho LGBTIQ+ que deben ser erradicadas, como son que todavía haya entre un 3 y un 7 por ciento de jóvenes que sentencien que la homosexualidad o la transexualidad son enfermedades, con el consiguiente matiz de enfermedad-tratamiento-cura; o que más del 22% aún siga pensando que en la relaciones entre personas del mismo sexo un miembro haga de hombre y el otro de mujer, “es realmente duro constatar que todavía haya tantos jóvenes que solo crean válidas las relaciones en donde reine la heteronormatividad, dado que, si bien aceptan que haya parejas de lesbianas o gays, estas deben amoldarse al corte hombre-mujer”, ha declarado la directora.

Finalmente, para el presidente de ANDALUCÍA DIVERSIDAD todos estos prejuicios, tópicos e ideas preconcebidas “desgraciadamente acaban en muchas ocasiones en una LGBTIfobia manifiesta, con casos de agresiones, insultos y acoso a una parte de la población a la que no se trata de igual a igual, sino que se la humilla y hace sufrir. Todo esto hay que erradicarlo con una fortísima labor de educación en todas las esferas sociales”.







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